Dos amigos tomarán distintos caminos después de graduarse, años después intentarán reparar lo sucedido en el pasado al reencontrarse, pero el tiempo hizo que ambos cambiaran y esto complicada las cosas ¿Podrán superar todos los problemas que se les...
Langa había decidido viajar a Canadá, necesitaba alejarse un tiempo de su presente y sanar su interior. No quiso escuchar la respuesta de su amigo imaginando que era un rechazo.
Sabía que irse de un día para otro traería consecuencias, sus amigos se molestaría y sobretodo Reki, con quien tenía planes de ir juntos a una universidad en Tokio.
El día que se fue, sus amigos lo fueron a despedir al aeropuerto, entre ellos también estaba Reki.
Langa trató de hablar con él antes de partir pero el muchacho se fue sin poder decirle adiós. Lo último que vió de Reki fue una expresión de dolor y tristeza en sus ojos, jamás podría olvidar aquel rostro proporcionado por el pelirrojo. El dolor y la confusión que sentía en esos momento eran inexplicable.
- Cuándo llegue a Canadá haré una videollamada con Reki y hablaremos mejor, quizás solo necesito unas semanas o a los más unos meses y luego podré volver... - pensó Langa mientras el avión despegaba.
Después de horas de viaje, finalmente había llegado a su natal Canadá, su tía y primos lo esperaban en el aeropuerto, Langa tomó su maleta y caminó hacia ellos.
Al llegar a la casa, sus pequeños primos lo ayudaban lo rodeaban mientras jugaban, los pequeños energéticos sólo querían jugar mientras que Langa solo quería descansar.
- ¡Niños! Dejen a su primo en paz, viene de un largo vuelo... Langa cariño, puedes quedarte en la habitación de Ben, el se fue a la universidad y esa habitación quedó vacía.
- Gracias tía... Emm estoy un poco cansado por el vuelo, casi medio día sentado en un lugar pequeño no muy cómodo al decir verdad y me gustaría poder dormir unas horas.
- Comprendo, te dejaremos descansar y le diré a tus primos que no te molesten. En la habitación de Ben te dejé algunas cosas que podrían servirte - dijo amablemente su tía.
- De acuerdo... - respondió Langa casi sin energías, al llegar a la habitación de su primo mayor encontró en el escritorio un celular, unos chocolates y algunos números y claves como la del wifi.
Langa inmediatamente intentó llamar a Reki pero este no respondía, sacó su laptop y comenzó a buscar las redes sociales del muchacho, tenía que comunicarse con él a como dé lugar.
Al cabo de unos minutos, una angustia gigante comenzó a crecer dentro de Langa, por más que buscaba a su amigo, este no aparecía, envió mails e incluyó llamó de distintos números telefónicos pero Reki simplemente no contestaba, era como si se lo hubiera tragado la tierra.
- ¿Reki me eliminó y bloqueó de todas partes? - se preguntaba con dolor, aún no lo podía creer.
Intento comunicarse con sus otros amigos, con los cuales no tuvo problema alguno y al preguntar por Reki todos respondían incómodos que se encontraba bien pero que no quería hablar con el.
- Está dolido con tu partida, deja que se calme, estoy seguro que en un par de días se le pasará y podrán hablar como antes - respondió Cherry mientras tenían una videollamada.
- Eso espero... - Langa miraba las fotos de Reki que tenía en su celular.
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