(9) ¡Corre perra, corre!

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—Nora... —escuché desde lejos— Nora... —seguía sin saber quién era— ¡NORA! —me levanté asustada, dándole un cabezazo a alguien.

—Auch —se acarició la frente para disminuir el dolor. Era Liz.

—¿Por qué hiciste eso? —le dije. Nunca he permitido a nadie entrar a mi habitación sin antes haberlo permitido.

—Yo estaba durmiendo tranquila y luego escuché un grito, pero lo dejé así porque solo fue uno —si corro peligro, debo recordar nunca pedirle ayuda a Liz— Me tomé una taza de café muy caliente y luego los vi a Aidan y tú, estaban durmiendo muy bonito hasta que les tomé una foto. Aidan se despertó y me sacó del cuarto antes de irse, pero eso no evito que subiera la foto a mi Instagram, ahora se está haciendo muy viral... —la interrumpí.

—¡¿QUÉ HICISTE QUÉ?! —tomé el teléfono a lado de mí, y revisé mis redes sociales, se habían vuelto locos. Muchos me etiquetaban, decían que era la nueva novia del gran actor Aidan Gallagher, otras personas me estaban mandando mensajes de odio que no me preocupe por contestar, algunos otros nos felicitaban y decían que estaban muy felices por él.

—Es que se veían muy lindos y tenía que vengarme de Isla, así que tomé la oportunidad y ahora... Todo salió bien —me sonrió.

—Qué hiciste, Liz —me pasé las manos por la cara. Lo que me faltaba, recién había terminado mi relación y me toman para esto —Sal de mi habitación, por favor.

—Pero por favor, no te enojes conmigo, te va a ayudar a socializar y ser más conocida aquí —¡Carajo! Tierra, trágame, te lo ruego.

—¡Vete, Liz! —salió siendo vista de mala manera por Zeus.

Me dejé caer en la cama de nuevo. Dios, solo necesito tu ayuda para no lanzarme de la ventana. Zeus vino a mí y me lamió la cara. Aidan me llamó repetidas veces, pero como estaba dormida no contesté ninguna. Le marqué nuevamente, y me contestó después del primer pitido.

—Perdóname, no quería ni debía meterte en este lío —me dijo Aidan, cuando apenas comenzó la llamada.

—Tranquilo, no fue tu culpa, pero debemos encontrar una manera de desmentir todo lo que están diciendo —le dije muy preocupada, no quiero ser conocida como la novia escondida de un famoso.

—Lo haremos, ahora solo necesito que hablemos frente a frente para arreglarlo. ¿Puedes venir?

—Sí —le respondí —Ahora mismo voy a tu departamento —le dije levantándome de la cama.

—No estoy ahí, estoy en un restaurante de sushi cerca —me dijo.

—¿Cuál de todos? —había demasiados restaurantes de sushi. 

—En Sushi Rolls, solo camina una cuantas calles y lo encontrarás —lo busqué rápido en Internet y vi que realmente si estaba cerca.

—Ahora voy —le dije.

Corté la llamada apurada. Tomé de mi armario unos pantalones cortos de mezclilla y una sudadera beige. Puse mi pequeña maleta blanca en mi hombro, me despedí de Zeus y salí volando del lugar. Liz ya me estaba esperando fuera.

—¿A dónde vas? —me dijo ella. Se veía apenada y no esperaba más, todo este lío es su culpa.

—Con Aidan a un restaurante de sushi —dije, quitándole importancia al asunto.

—¿Es una cita? —reaccioné cuando dijo eso.

—¡No! Sólo vamos a ir a aclarar todo este problema —Tomé las llaves de la entrada del departamento.

El Chico de EnfrenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora