(2) ¿Quién carajo eres tú?

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Este lugar está lleno de sorpresas, y mucho más si eres nuevo, porque te aseguro que no te encantará encontrarte con un desconocido cuando estés en el apartamento donde piensas estar algunos años. Al menos yo, no lo esperé para nada.

—Puedes responder a lo que te acabo de decir —me dijo la desconocida viéndome claramente molesta, pero en mi defensa esta es mi casa, ella es la que se confundió, no yo.

—Yo voy a vivir aquí —le respondí igualmente molesta, porque como ya dije, esta es mi casa, no la de ella. Esto solo me sucede a mí.

—Y yo vivo aquí hace meses, no puedes venir aquí y decir que es tuyo, cuando en realidad es mío —me dijo.

—Bien... Este es nuestro apartamento, soy nueva y pensé que viviría sola —le dije, disculpándome.

—Yo pensaba lo mismo —me miró por un momento —Soy Artemis Herman, mucho gusto... —me dijo.

—Nora, soy Nora Blair y también es un gusto conocerte Artemis —le sonreí.

—Puedes decirme Arty, si gustas —me dijo —¿Te ayudo a encontrar la otra habitación?

—Gracias, no conozco muy bien el lugar y pues...

—Me encantaría enseñártelo todo. Dime al menos que tienes dinero o si tu familia es influyente, ¿Eres famosa tú? 

—No, no que yo sepa. Tal vez mi familia es millonaria, pero para enseñarme a ser humilde, me dijeron que era de clase media, aunque aún guarden el secreto, supongo.

—Bien, eso no ayuda mucho. ¿Eres becada, no? —me dijo ella.

—Si, soy una becada más de esta universidad, ¿Y tú? —le dije con una sonrisa de labios. No me interesaba mucho ser de clase, millonaria o famosa. Bastaba con la familia con la que contaba por ahora.

—Mi padre es político y mi madre es una gran chef —eso podría explicar muchas cosas de Arty.

—Ya veo. Entonces tú estás aquí, porque tus padres son ricos, ¿verdad? —le dije algo confundida.

—Tal como lo dices. Aunque no es como que sea mucho en esta universidad. Apenas entré el anterior año y estoy muy feliz de haber estudiado aquí, aunque sean un poco más estrictos que en otras universidades. 

Dejamos mis maletas en una habitación muy bonita y simple. Las paredes estaban pintadas de blanco, el piso era de madera y había una cama para dos en medio del cuarto. En frente había unas cuantas estanterías con una televisión en medio y un escritorio de lado de la cama, por el otro había una mesa de noche. 

Había pocas cosas, pero sé que, decorando, se verá como nuevo. Me encanta renovar las cosas que ya no sirven o están viejas. En este caso será una habitación patéticamente aburrida y con muy poca decoración. Pero bien, no podía hacer nada más.

—Si quieres podemos dar un paseo —me dijo Arty.

—Me encantaría, gracias —le dije.

Salimos del edificio enorme, con dirección a la calle donde la mayoría de cosas eran plantas con maseteros verdaderamente hermosos. Se podía observar bien como todas las plantas tenían un cuidado muy especial.

Caminamos mucho más hasta llegar a una feria de bienvenida a los nuevos alumnos. Debía aceptar que todo era muy bonito. En frente podía ver la universidad mil veces más grande que la residencia en la que me quedo.

—¡Bienvenidos sean todos los nuevos, hoy! —dijo una chica esbelta, con una cola alta de larga cabellera rubia, de ojos azules en medio de toda la multitud, con un atuendo muy bonito, pero muy corto para una persona tan penosa como yo. Traía un top morado con una falda blanca, una chaqueta de cuero blanca y unos tacones de aguja altos que me mareaban con tan solo verlos —¡Soy Isla Jonhson, vicepresidenta de nuestro gran consejo universitario y les quiero desear la mayor de las suertes este año a todos ustedes!

El Chico de EnfrenteWhere stories live. Discover now