CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18

Capítulo 41 - Mejor que tú

Akaza, ¿puedes explicarme tu comportamiento de las últimas semanas? - Akaza nada más escucharlo se arrodilló sin mirarle a los ojos.
Muzan-sama, tengo buenas noticias para usted - le dijo tratando de no sonar asustado.
Explícate, Akaza - la Tercera Luna Superior se llenaba de terror al escuchar su nombre de los labios de su señor, era realmente aterrador.
Tanto el Pilar de la Llama, Kyojuro Rengoku, como su hermano menor, Senjuro Rengoku, están cada vez más cerca de aceptar convertirse en demonios. El Pilar desarrolló una nueva forma de su respiración que fue capaz de sobrepasar la velocidad normal a la que estaba acostumbrado y el menor avanza en su entrenamiento conmigo. Creo que muy pronto podría tener a sus demonios de las Llamas listos - Muzan lo miró con desprecio.
Akaza, creo que no entiendes que yo los necesito ya - dijo apuntando hacia él soltando una onda expansiva que hizo sangrar al demonio - no me importa si están listos o no, Doma le hará una grave herida a uno y tú lo obligarás a convertirse en demonio haciéndole creer que salvarás su vida, el otro hermano aceptará rápidamente convertirse en demonio para estar juntos. Una vez hecho eso podrás seguir follándote todo lo que quieras al Pilar, eso me importa una mierda mientras sea un demonio.

Akaza abrió los ojos sorprendido, no podía hacer eso. ¿A cuál de los dos? si los dos le caían bien, Senjuro le hacía compañía por el día cuando él no podía salir y Kyojuro lo amaba, no sería capaz de dejar que Doma le hiciera eso a ninguno, habían llenado la soledad que sentía y ahora todo se le volvía en su contra.

Vete, Akaza, no quiero seguir viendo tu cara. Me decepcionas - Akaza apretó fuerte los dientes ante esas palabras.
Con su permiso, señor - al despedirse volvió a aparecer en el mundo normal y se apoyó sobre sus rodillas recuperándose del golpe que había recibido de Muzan - ¿qué puedo hacer?

Como si no tuviera suficientes problemas, escuchó esa repugnante voz de psicópata que tanto odiaba llamándole.

Akaza-dono, cuánto tiempo - Akaza se levantó girándose para mirar a Doma, "qué mierda de vida" pensó.
¿Qué carajos quieres? - Akaza no tenía tiempo para idioteces.
Por lo visto una de tus queridas llamitas debe transformarse, Muzan-sama ya me ha informado de todo. Es una pena que tú no hayas podido convencerlos por las buenas - Doma se reía de él con ese tono tan despreocupado y "amable".
No tengo tiempo para escuchar tus mierdas - dijo dándose la vuelta para irse.
Espera, Akaza-dono - dijo poniendo sus manos sobre sus hombros - ¿no vamos a organizarnos el plan? han pasado semanas desde la última vez que nos vimos y así me tratas. En la cama no eras tan obstinado - dijo besando su cuello.
Aparta - le dijo Akaza irritado, a lo que Doma se rió y le chupó el cuello - ¡que te apartes! - Akaza le arrancó parte de su cabeza de un puñetazo, realmente estaba jodiéndolo.
Oh, Akaza-dono - dijo regenerándose - te noto un poco nervioso, ¿por qué estás así? antes eras más amable.
Mira, pedazo de escoria, si me acosté contigo fue por el trato que hicimos de entrenar juntos. Y como rompiste tu palabra te puedes ir a la mierda. Al segundo día ya estabas olgazaneando, eres un inútil. A ti todo te da igual - Akaza caminó para dejarlo atrás pero Doma le siguió.
Vamos, vamos, si nos lo pasamos muy bien. ¿Te lo pasas igual de bien con tus queridas llamitas? el pequeño Senjuro-kun se ve adorable... - dijo relamiéndose los labios.
Cierra el pico, escuchar tu voz de mierda me irrita. Y al niño no lo he tocado, no soy un puto enfermo mental como tú - Doma rió ante sus palabras.
¿Y cómo es el Pilar en la cama? Debe ser bueno si te mantiene tan distraído de tu comida... - Doma se divertía picando a Akaza, quien no podía odiarlo más.
Mejor que tú, Doma-dono - le dijo Akaza burlándose, a lo que Doma borró su sonrisa de idiota que tanto odiaba Akaza para mirarlo seriamente - ni se te ocurra cagarla, este es el plan que seguiremos...

Akaza y Doma se pusieron de acuerdo en cómo procederían para transformar a los dos hermanos. Akaza en realidad no quería hacerlo pero pensó en lo mejor para todos, al fin y al cabo no le quedaba más remedio, si no lo hacía Muzan los iba a matar y eso sí que no podía permitirlo. Lo harían esa noche, no iban a esperar más.