"Házmelo saber si cambias de opinión, amor."

Cambié de pie mientras esperaba que desapareciera, y lo hizo una vez que sus labios carnosos dejaron un beso en la mejilla. Cerré la puerta, forzando rápidamente la cerradura, comprobándola varias veces para asegurarme. Me quité la ropa en cuestión de segundos, entré en la ducha y dejé que el agua caliente cayese sobre mí. Me quedé quieta debajo de la constante corriente durante un tiempo antes de que alguien llamase a la puerta.

"¿Bo?" Sonaba la ronca voz de Harry a través de la puerta.

"¿Sí?".

"Voy a buscar el coche. Quédate en casa, no tardaré nada."

"Puedo conseguir el autobús si..."

"No." Interrumpió Harry severamente. "Te voy a llevar a casa".

Su áspero tono insinuó que probablemente era mejor hacer simplemente lo que él decía y no discutir. Oí como se cerraban las puertas de la entrada, señal de que Harry se había ido.

Mis pies descalzos vagaban por el pasillo. Había intentado secar tanta agua como pude de la larga cabellera que me caía por la espalda. Mis dedos viajaron por las estanterías cuando tomé el tiempo para echar un vistazo a la casa sin Harry. El espacio estaba todavía tan ordenado como la noche anterior, pero se veía diferente a la luz del día. Mis ojos cayeron curiosos en la puerta principal antes de dirigirme hacia ella. Tomé el mango en la mano derecha, la izquierda sostiene la trenza todavía húmeda. No me sorprendió cuando ni se movía. Harry había vuelto a encerrarme, tal vez tenía miedo de que fuese a salir corriendo.

Yo caminaba sin rumbo alrededor de la sala, unas cuantas fotos llamaron mi atención. La mayoría eran de sus amigos, pero había una con Harry y una chica alrededor de su edad y quien parecía ser su madre. Él estaba sentado en el centro, con los brazos colgando alrededor de los hombros de las dos mujeres. Sonreí ante lo feliz que parecía, Harry salía enseñando sus hoyuelos.

Ni siquiera había oído la puerta abierta, mi enfoque todavía en la foto.

"Bo".

Salté, mi cuerpo giró enseguida para ver a Harry mirándome. Sus vaqueros colgaban bajos en las caderas y un jersey azul marino oscuro cubría su torso. Sus ojos verdes se movieron de mi cara a la imagen.

"Yo, hmmm, estaba buscando algo para atarme el pelo."

Se alejó y débilmente le oí rebuscar en los cajones. Harry apareció momentos después, un coletero estirado entre el pulgar y el índice. Él se movió lentamente hacia adelante hasta que se paró frente a mí. Su altura me obligó a inclinar la cabeza hacia él.

No me opuse cuando Harry cogió el final de la oscura trenza. Sus largos dedos se movían cuidadosamente para atar el pelo. Harry puso su prominente labio inferior entre los dientes debido a la concentración. Una vez hubo terminado, deje que la apoyase por encima del hombro izquierdo.

"Gracias." Susurré.

"Tengo el coche fuera."

Maniobré alrededor de su alto cuerpo hasta el pasillo para recoger mis cosas antes de recordar que me había dejado los zapatos en su habitación. Me apresuré hacia su dormitorio, y corrí de vuelta al pasillo. Mi cuerpo estaba en la puerta mientras miraba fijamente a Harry coger la foto en la que me había interesado. Incluso desde atrás sabía cómo su pelo rizado se había dejó caer sobre la frente mientras miraba hacia abajo. Harry respiró profundamente, liberando el aire en un suspiro. La imagen fue puesta cuidadosamente en su lugar antes de que él se girase. Parecía un poco sorprendido ante mi presencia antes de recomponerse.

"¿Lista?"

Harry parecía estar perdido en sus pensamientos mientras nos dirigíamos a mi casa. Tenía la impresión de que había algo más en esa foto. No estaba segura de si quería preguntarle por ello. Estábamos entrando en mi calle, el coche de Harry aparcado frente a mi casa, él deshaciendo el cinturón y girando la cabeza hacia mí.

"Me lo pasé realmente bien anoche." Él sonrió.

Cogió mi mano, sujetándola con fuerza. Tiró de mí para colocarme más cerca. Los prominentes labios de Harry cayendo a mi oído.

"No te preocupes, pondre mis dedos a trabajar pronto."

Lo sentí reír contra mi cuello mientras me tensé visiblemente ante sus palabras. Había aprendido que Harry no era uno de los que se avergonzaban al hablar de temas íntimos. Aliento caliente salió de golpe cuando una gran mano se deslizó hasta mi muslo.

"Y mi boca.", Agregó.

Su cálida lengua dibujó una húmeda línea hasta el cuello. No me había dado cuenta de que mis ojos estaban fuertemente cerrados hasta que los reabrí. Harry se retiró, una sonrisa descarada se propagaba a través de su cara mientras me guiñó un ojo. Me quedé atónita cuando abrió la puerta del coche y se fue corriendo hacia mi lado. Sus manos me sujetaron las caderas mientras me ayudaba a bajar.

Los dedos de Harry entrelazados con la mía me acompañaron a través del camino a casa. Una vez que había llegado a mi puerta, Harry me giró para mirarlo. Él cogió mi barbilla antes de presionar su boca a la mía. Sentí su lengua se deslizarse a lo largo de mi labio inferior, buscando la entrada, pero no cedí ante sus caricias. Harry se alejó, sacudiendo la cabeza mientras se reía profundamente.

"Te veré pronto, Bo."

Él se dio la vuelta para irse, pero furtivamente presionó otro beso justo en la comisura de la boca. Mis manos le empujaron el pecho.

"Adiós, Harry."le dije

Una sonrisa cruzó su bonito rostro antes de giñarme un ojo y acercarse a su coche negro. Me apresuré a abrir la puerta, cerrándola de golpe detrás de mí. Mi espalda pegada a la madera antes de deslizarme hacia abajo y acabar desplomada en el suelo. Me senté y escuché cómo el coche se alejaba por el camino. A continuación solo hubo silencio, y yo me quedé reflexionando sobre qué es lo que iba a hacer.

Dark (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora