"Hola, preciosa."
Al no moverme, Harry me agarró del antebrazo y me inclinó para besarme. Me giré bruscamente hacia un lado, sus labios se pusieron sobre mi mejilla en lugar de su inicial objetivo. Se apartó, una sonrisa adornaba sus labios. Sus ojos ardieron mirando a los míos hasta que no pude mantener ese contacto y aparté la vista. Mis dedos jugueteaban nerviosos con el asa de mi bolso.
"Vamos."
Salí de mala gana de casa. Cerrando la puerta de casa y metiendo la llave. Acababa de colocarlas en el bolso de nuevo cuando los largos dedos de Harry se entrelazaron con los míos. Su gran mano era cálida. Sé que si no estuviese tan intimidada por él, ese toque me habría tranquilizado. Cruzamos la carretera hacia el lugar en el que el oscuro e intimidante coche estaba aparcado. La puerta del pasajero se abrió y Harry se mantuvo de pie, expectante a que me metiese.
"¿Entras, amor?"
Diría que no si pudiese. Pero le obedecí. Sentí como mi aliento temblaba en cuanto cerró la puerta a mi lado. Me giré para observar el interior de su coche. Estaba sorprendente limpio para un chico. Le observé pasar por delante del vehículo mientras se dirigía al asiento del conductor. Su alto cuerpo saltó en el asiento muy grácilmente, y la puerta se cerró con un fuerte golpe. Me asustaba que ahora estuviésemos tan a solas.
"No estés tan nerviosa, Bo." Me dijo sonriendo.
Sus ojos verdes se quedaron mirándome durante unos segundos antes de que se pusiese el cinturón de seguridad. Yo hice lo mismo. Aproveché que estuviese ocupado arrancando el coche y cambiando la marcha. Me dio esa media sonrisa y me guiñó justo antes de empezar a avanzar por la carretera.
Me di cuenta de que las mangas de su blazer se habían ajustado a sus musculosos antebrazos cuando agarró con fuerza el volante. Apartó algunos rizos de su cara, aclarándose la visión para controlar a los otros coches. Me embobé mirando su cara hasta que él empezó a sonreír y entonces me di cuenta de que me había pillado. Agaché la cabeza a la vez que empecé a jugar con mis dedos y mis mejillas se sonrojaban.
"¿Cuántos años tienes?" Pregunté en voz baja.
Levanté la mirada a sus labios, esperando la respuesta. Se giró durante un segundo antes de devolver la vista a la carretera.
"Veinte."
"Oh."
El resto del viaje fue bastante tranquilo, pasé el tiempo mirando por la ventana. El sol se iba desvaneciendo en el cielo cuando nos detuvimos en un aparcamiento. Di un bote cuando Harry apoyó una mano en mi rodilla pero le detuve antes de que pudiese ascender ese toque. Él se rió entre dientes y alejó su mano.
"Es aquí."
Me desabroché el cinturón y fui a por el mango de la puerta. Me sorprendí al ver que estaba bloqueada. Tuve que esperar a que Harry saliese y me abriese desde fuera. Me había puesto nerviosa al imaginarme la idea de estar encerrada con Harry en ese coche. No pude rehuir de sus caricias mientras me ayudaba a salir del coche y me estremecí, detalle que Harry no pasó por alto. Me cogí fuerte de la chaqueta en cuanto se levantó el aire. Estaba agarrada por uno de los fuertes brazos de Harry mientras me guiaba hacia. Tomé una bocanada de aire, el olor a mar inundó mis sentidos. Doblamos una esquina y me di cuenta de que estábamos en el puerto. Mis ojos se movieron de un barco a otro, todos ellos amarrados al muelle.
Seguimos caminando por el paseo marítimo, una barandilla era lo único que nos separaba del profundo mar. Nos detuvimos frente a un restaurante, Harry soltó su brazo de mis hombros, girándome para ponerme de frente a él. Di un grito ahogado mientras sus largos dedos apartaron de mi cuello todo el pelo. Celebró con una sonrisa. Sus yemas rozaron la marca que él me había dejado y que todavía era perfectamente visible.
"Mmm, tal vez debería hacerte otro... Para que todos sepan que eres mía." Susurró con su voz ronca.
"No."
Comencé a retroceder, pero él cogió mi muñeca y me volvió a acercar.
"Tal vez más tarde..." Sonrió.
Harry dio su nombre al hombre del restaurante y éste nos condujo a una mesa en la parte trasera. Tenía la horrible sensación de que Harry había pedido sentarnos aquí, para que estuviésemos más escondidos. Me senté frente a él en la mesa pequeña, sacándome la chaqueta y colocándola sobre el respaldo de la silla. La camarera nos entregó nuestros menús antes de apuntar nuestras bebidas y salir.
Harry escaneaba el menú sin levantar la vista y aproveché para inclinarme hacia mi bolso y sacar mi móvil. Sostuve el menú en frente de mí, escondiéndome cuando abrí el mensaje.
De: Zoe
¿Cómo te va? ¿Estás bien? Xx
Estaba a punto de responder cuando mi escudo fue derribado. Rápidamente empujé mi móvil dentro del bolso antes de enfrentarme a la oscura mirada de Harry. Decidió no mencionar mi teléfono y me preguntó lo que quería pedir para cenar.
"No tengo hambre." Contesté sin rodeos.
"Escoge o yo pediré por ti." Su tono mostraba un toque de molestia.
Me quedé en silencio mientras él llamaba a la camarera. Su cola de caballo se tambaleó mientras se apresuraba rápidamente hacia nuestra mesa para anotar nuestra orden.
"¿Puedo ofrecerle algo más?", Preguntó cortésmente.
Sus ojos vacilantes de aterrizar en Harry antes de desviarse rápidamente hacia mí. Me di cuenta de que la camarera se sentía nerviosa alrededor de Harry. Me dio una mirada de simpatía, casi como si supiera que estoy aquí en contra de mi voluntad.
"No, gracias". Sonreí.
Entonces volvimos a quedarnos solos. Harry inclinó su cabeza ligeramente hacia un lado, con los ojos fijados en mi cara.
"¿Te asusto?"
Estaba a punto de decir que era una pregunta bastante estúpida, pero me contuve. No tenía ganas de decirle lo mucho que me acojonaba. Estoy segura de que habría utilizado esa información en su propia ventaja. Aunque no veo cómo no podía haberse dado cuenta antes del efecto intimidatorio que tenía sobre mí.
Mi silencio fue toda la confirmación que necesitaba. Mostró sus hoyuelos al sonreír. La mano de Harry estaba a punto de llegar a la mía cuando la camarera regresó con las bebidas. Le di las gracias por el agua, mentalmente adorándola por interrumpirnos. Pero rápidamente se había alejado y me quedé a solas con Harry de nuevo. Me incomodó cuando sus ojos se posaron en mi cara.
"¿Alguien te ha tocado antes?"
"¿Q-qué?", Le contesté, confundida.
Él no dijo nada, pero me quedé sin aliento al sentir su mano en mi rodilla por debajo de la mesa cuadrada. Se rió de mi reacción antes de levantarse rápidamente y empujó su silla para sentarse a mi derecha. Su mano se colocó inmediatamente en su posición anterior. Mi respiración se entrecortaba en mi garganta mientras sus caricias se deslizaban lentamente por mi muslo. Mi cuerpo se congeló. Harry miró fijamente como mi pecho se levantaba bruscamente hacia arriba y abajo. Agradecí haber decidió no llevar un vestido, ¿quién sabe dónde podría haber alcanzado entonces? Cuando sus dedos rozando mi entrepierna salté hacia atrás disparada. Mi silla chirrió contra el suelo mientras la empujaba hacia atrás.
"Yo-yo necesito ir al baño." Dije bruscamente.
Le oí reír profundamente cuando me dirigía hacia los baños. No tuve tiempo ni para recoger mi bolso, yo sólo quería escapar.
"No tardes demasiado." Chilló Harry a mi espalda.
