3. Felizmente

301 43 0
                                    

Capítulo: 03

Parecía que hoy sería un gran día, desperté con Nube recostado boca arriba en los pies de mi cama, lo miré enternecido y busqué desesperado mi celular para tomarle una foto en esa adorable posición, diez fotos más tarde, tenía a mi adorable mascot...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Parecía que hoy sería un gran día, desperté con Nube recostado boca arriba en los pies de mi cama, lo miré enternecido y busqué desesperado mi celular para tomarle una foto en esa adorable posición, diez fotos más tarde, tenía a mi adorable mascota tratando de lamer mis mejillas pero no lo permitía.

—Debemos ir a desayunar— Aparté las cobijas de mi cuerpo para levantarme, caminando hacia mi closet estiré un poco mi cuerpo.

—Después saldremos a caminar, ¿sí? ¿Te gusta la idea? —Le hablé cariñosamente, viendo como su cuerpo se movía de un lado a otro por la emoción.

Elegí algunas prendas para ponerme, finalicé colocándome los zapatos y me dirigí a la cocina a ver qué podía desayunar, en eso Nube comenzó a arañar su plato de metal con su patita.

—Casi lo olvido, perdóname amigo— Fui en busca de su comida, colocándola en su plato y observándolo mientras esperaba pacientemente a que lo dejara empezar.

—Listo, puedes comer— Apenas lo dije comenzó a devorar su comida, me resistí a ir nuevamente por mi celular para tomarle fotos, ya que mi estómago comenzaba a rugir.

Deje un recipiente con agua al lado de su comida, tenia que hidratarse despues de comer todo, fui al refrigerador a tomar lo necesario para lo que tenia en mente y me dispuse a hacer mi desayuno, que consistía en fruta picada y un vaso de leche.

Nube se sentó a mi lado cuando terminó toda su comida, esperándome como cada mañana que desayunamos juntos, cuando terminé, lavé el plato y el vaso usado y luego me tiré en el sofá de la sala, con muchas ganas de no hacer nada en todo el día.

Mi compañero empezó a mordisquear mi mano, parecía querer levantarme pero yo estaba muy cómodo aquí —El paseo, tonto— Cierto, le dije que íbamos a caminar , soy un poco olvidadizo pero este perro es tan inteligente que me asusta.

—Ya, ya, vámonos —Me levanté sintiendo mi cuerpo pesado al instante, fui en busca de la correa y el collar para ponérselos antes de salir.

—¿Estamos listos?—Pregunté acariciando suavemente su cabeza.

—"Sí capitán, estamos listos"— Fingí con mi propia voz que él me contestaba. Caminé hacia la puerta, salimos de la casa y la cerré con llave, era un día cálido, sentí una leve brisa llegar a mí haciéndome estremecer, íbamos hacia el parque, lugar favorito de mi pequeño.

 Caminé hacia la puerta, salimos de la casa y la cerré con llave, era un día cálido, sentí una leve brisa llegar a mí haciéndome estremecer, íbamos hacia el parque, lugar favorito de mi pequeño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El vecindario estaba tranquilo, bueno, como todos los días, pero hoy parecía aún más tranquilo. Sentí un tirón proveniente de la correa de mi mascota, no muy lejos noté el lugar al que íbamos, supuse que él también lo había visto. Estaba emocionado, cuando llegamos, le quité la correa confiando en que no iría más allá de los juegos, le encantaba subirse al tobogán y tirarse del tubo, además de ser acariciado por los niños, es un perro viviendo felizmente su vida.

Han pasado meses desde que salimos juntos, solo lo pasamos dentro de la casa, en el jardín y viendo a mi linda vecina.

Mi vecina, cada vez que pensaba en ella, imaginaba escenarios donde los protagonistas éramos nosotros, solo ella y yo, donde yo tenía mi brazo alrededor de su cintura para acercarla a mi cuerpo, una de sus mejillas siendo acunada por mi mano, es ese momento cuando nuestros rostros se acercan más y más hasta...

—¡Señor! ¿Me está escuchando? —Mi hermoso escenario imaginario había sido interrumpido.

—Lo siento, ¿qué necesitas?—Pregunté amablemente, el chico parecía preocupado.

—¿Usted es dueño de un cachorro blanco con pelaje de algodón? —Asentí confundido.

—Corrió hacia allá persiguiendo una pelota.—Me levanté tan pronto oírlo, acaricié el cabello del chico agradeciéndole antes de ir en busca de mi mascota perdida.

Busqué a mi pequeño por más de treinta minutos, no lo vi por ningún lado, recorrí cada rincón del parque sin poder ver a mi bola de pelo andante. Mi respiración comenzó a acelerarse, no podría haber tenido tanta confianza para dejarlo ir, tenía que quedarme con él pero había estado tan distraído, mis manos temblaban haciéndome sudar frío, me detuve para tragar y tomar una respiración profunda.

Nube... ¿dónde estás?

 ¿dónde estás?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
DANDELIONS #1 © Jeon Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora