"no cuentes "con Zero"

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"la luz se reflejaba en los árboles de forma iluminada, brillando en el oriente, la luz iluminaba las hojas de los hermosos árboles despertando a los animales que vivían ahí junto a otras creaturas del bosque.

"Los pájaros podían recibir los rayos del sol mañaneros que les daba la bienvenida de apertura al nuevo día que era el Hoy, ahí podíamos ver qué los pequeños pájaros se despertaban sintiendo el sol pegarles en el pecho, en sus ojos, en sus alas, en casa parte de ellos, el día se levantaba y viendo que ya era hora de irse a trabajar decidieron prepararse para dar su bella melodía"

los pajaritos se despidieron de su querida casita de madera del árbol en donde dormían para por fin ir a volar al rededor.

Mientras ellos volaban al rededor en círculos las brisas iban creciendo causando una emoción que los impulsaba a ir más alto
  para después volar y caer

Ellos vieron una casa en la cercanía que le pertenecía a las personas que les dieron un hogar muy cálido para vivir.

Así que con toda la tranquilidad y confianza del mundo elevaron sus alas para después descender, para lograr acercase con cariño al hogar de la familia; los pajaritos llegaron cerca de una ventana dando un suave aterrizaje, ellos querían empezar  empezar a cantar, dar los buenos días como se debía.

Solo que su atención cambio al ver que los primeros humanos, los adultos Ya estaban Abriendo los ojos

Uno de ellos empezó con su canto agudo y feroz, el segundo se dio una tonada más fuerte pero muy delicado y el último hizo una chillido muy despacio para así componer la alegre melodia

terminando su canto las tres aves se retiraron del ventanal, elevando sus plumas al cielo para volver a empezar a volar al rededor de la casa  y llegar al evento principal de sua deberes como cantantes.

Los tres vieron al humano más pequeño de la casa

A un muchacho de pelo negro y tez pálida durmiendo plácidamente en su  nido con una expresión de relajación y satisfacción; en sus ojos cerrados se podía ver una ilusión de tranquilidad Con Un reflejo de calma que se asomaba con delicadeza  en sus labios rosados, eso era igual con lugar para descansar, con toques del silencio que invadía su habitación.

Los pajaritos lo  vieron seguir durmiendo por largos ratos; pero ellos se motivaron al verlo así de calmado por primera vez,  pasando por su ventana y al rededor de la casa para ellos dijeron su último silbido, diciendo adiós a la familia de humanos

Y con esa última canción de un minuto a otro lograron despertar al niño de golpe

él se quedó observando el techo de su habitación por un rato, así que  quitándose su pijama se encaminó a ir  a desayunar de inmediato

Dispuesto a comenzar de la mejor manera que pueda haber

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Chris se había levantado con tranquilidad gracias a la ayuda de los pájaros que le ayudaban siempre a despertarse, de vez en cuando lograban sacarlo de su sueño, aunque   algunas veces se encontraba muy cansado haciendo que sus cantos sean inútiles algunas veces.

pero está vez fue todo lo contrario, lo habían sacado con emoción de su cama.

Esta vez se había emocionado, una de las pocas veces que tenía mucha energía por descansar muy bien

emocionando su mente por  el nuevo día, el corrió rápido a la mesa, dispuesto a ir tal vez a descansar

Últimamente estar con sus nuevos "compañeros" le hacía perder muchas horas de sueño, ya había pasado tiempo pero para Chris está era la primera vez que salia de la cama con alivio, y más por todo lo que había transcurrido en sus antiguos días de esta semana.

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