C15: La llave de todo mal

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Aina: ¿Cómo habéis salido?

Luz: Tenemos nuestros trucos, ¿Y tú cómo?

Aina: Al parecer Hunter me llevo ante Belos y confesó estar enamorado de mi.

King: Terrible.

Luz: ¿Entonces?

Aina: Me han "obligado" unirme al aquelarre de nuevo. Obviamente no os voy a delatar, ya que me habéis tratado como una más, y mejor que los guardias conmigo durante mis ¿Dos días? Aquí.

Luz: Aww.

Eda: ¿Entonces te quedarás en el castillo?

Aina: No tengo otra alternativa...

Luz: ¿Porqué?

Aina: *enseña la marca del aquelarre del emperador que tiene en la muñeca* Por eso.

Lilith: ! *Agarra la muñeca de Aina y la mira de cerca* La marca del aquelarre, definitivamente estás perdida.

Luz: ¿Y porqué pérdida? Si tú tenías uno.

Lilith: Lo tenía durante mis años en el aquelarre, por eso cuando decidí ayudaros a rescatar a Edalyn, Belos consiguió saber dónde estaba por la marca. Al expulsarme del aquelarre se borró la marca. Aina podría ser rastreada, lo que quiere decir que el emperador probablemente sospeche de nuestra relación.

Hooty: Suena mal.

Aina: Vaya...

Eda: Pues estamos acabados.

Luz: No te rindas tan temprano, todo tiene solución.

Eda: ¿Cómo oír ejemplo qué? Sin Aina con nosotros la unificación se hará.

King: No habéis pensado... No sé... Tener a Aina como topo ¿Por ejemplo?

Aina: ¿Cómo topo?

Lilith: ¡Pues claro! Aina, tu misión será comentarnos todo lo que vaya pasando en el castillo que tenga importancia. Así podremos hacer un plan para detener al emperador.

Aina: ¿Eh... Saldrá bien?

Luz: Es la única forma de pararle los pies.

Aina: *suspira* Vale, ¿Y cómo nos comunicaremos?

Luz: *le da un Tamagotchi similar al de Amity* Con esto. Nos escribiremos mediante símbolos de forma vertical.

Aina: Lo intentaré.

Luz: Genial.

Eda: Ya vámonos de aquí *se sube en su cetro*.

Lilith: Si mejor *lo hace*.

Luz: Suerte Aina *sonríe*.

Todo el grupo se fue, dejando a Aina preocupada por lo que pueda pasar: tenía que fingir que todo estaba bien en su estancia en el aquelarre, para que no sospechen de ella.

Aina estaba caminando por el castillo, viendo las salas que habían y buscando alguna pista que pueda ser de utilidad, pero no encontraba nada más que armas, cartas e informes y uniformes tirados por el suelo. Bajó las escaleras hasta llegar al segundo piso, era más oscuro que el resto, por lo que Aina tenia algo de miedo: le recordaba a las películas de terror.
Siguió caminando con cuidado, y miró una puerta algo más grande que el resto, podría significar que habría algo importante dentro, pero lo malo es que se necesita una llave.
Aina, demostrando que se había visto muchas películas de acción y comedia, decidió probar a abrir el cerrojo con una horquilla del pelo. En un principio, la morena pensaba que no serviria, però de milagro sonó el sonido de una puerta abierta.

Aina de adentro por la sala: estaba llena de libros, un escritorio con papeles desordenados, y papeles pegados por la pared sobre diferentes paisajes de la Tierra, con sus respectivos nombres; habían de países como Egipto, Islandia, Estados Unidos, Japón, y España, entre otros más.

Se acercó al escritorio y sin tocar los papeles los leyó con cuidado de entenderlo todo. Al parecer uni de esos informes contenía información sobre los diferentes eventos que habrían durante el día de la Unificación. Decidió sacar una foto de los informes para cuando sea posible enseñárselos a las chicas.

La humana salió del despacho, y nada más girar una esquina se encontró con una Kikimora seria.

Kikimora: Vaya vaya... *Mira a Aina seriamente* Tu debes de ser la novia del Guardián Dorado, ¿Cierto?

Aina: Bueno... Novia novia no...

Kikimora: Te imaginaba más rubia y más alta que él, pero veo que a Hunter les gustan simples.

Aina: ¿Cómo simples?

Kikimora: Ya sabes... La gente con pelo marrón, ojos marrones. Ese tipo de gente.

Aina: Eh... Vale.

Kikimora: Y por qué lo que me han comentado, ya eres miembro del aquelarre.

Aina: Exacto.

Kikimora: No sé si sabrás quien soy yo.

Aina: No.

Kikimora: Me llamo Kikimora, y soy la secretaria del emperador Belos. Supongo que por tu estatus social nos veremos más seguidamente, para tu suerte.

Aina: Está bien...

Kikimora: Solo te quiero advertir de una cosa humana simple.

Aina: *algo molesta por el mote* ¿El qué?

Kikimora: *se acerca a Aina y la pone a su altura* Cómo trastes de robar mi puesto las pagarás muy caro *se va*.

Aina se quedó mirando como se iba Kikimora con los ojos achinados, parecía que sonreía o que planeara algo. Cuando se iba a ir piso algo duro, por lo que retiró el pie y vio una llave roja metalizada con un dibujo de una cruz cristiana en la parte de arriba.

Algo no cuadraba con la llave: ¿Existía el cristianismo en las Islas Hirvientes?¿Porqué la tenía Kikimora?¿Era la llave de un portal?
A todas estas preguntas, Aina decidió coger la llave y guardarsela en un bolsillo que tenía el vestido viejo de Lilith.

Para encontrar de dónde es la llave, decidió ir por el camino donde fue antes Kikimora. Aina estaba revisando toda la segunda planta sin ninguna pista, por lo que decidió bajar a la primera planta, para ver si había una puerta que coincida con la llave.

Llegó hasta una puerta con cerradura, probó la llave y consiguió abrirla. Entró y se encontró con una sala llena de cosas cristianas y de la Tierra, como cabezas de animales disecadas, envases de comida y bebida, fotografías y objetos como un frisbee, una botella de cristal de Coca-Cola o libros empapados.

La segunda humana.Where stories live. Discover now