VI

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 Percy no tardó mucho en aprontar sus cosas. Decidió que el cuerno de minotauro se quedaba en la cabaña, lo que lo dejaba con una muda de ropa y un cepillo de dientes.

En la tienda del campamento le dieron cien dólares y veinte dracmas de oro. Las dracmas eran unas monedas del tamaño de una galleta pequeña. De un lado estaban representadas la caras de varios dioses griegos y del otro lado se veía el edificio Empire States. Según Quirón, estas monedas podrían ser de utilidad para transacciones no mortales, fuera lo que fuesen.

A parte, Percy, (t/n) y Annabeth recibieron una cantimplora con néctar y una bolsa con ambrosía, para ser usada solo en caso de emergencia. Los sanaría de cualquier herida. Un consumo excesivo les daría fiebre. Una sobredosis los mataría, literalmente.

Individualmente, Annabeth llevaba su gorra de los Yankees, un libro de arquitectura clásico y un largo cuchillo de bronce, oculto en la manga de la camisa.

Grover llevaba sus pies falsos y pantalones holgados para parecerse a un humano. Tenía una gorra tipo rasta par tapar sus cuernos. Su mochila naranja llena de pedazos de metal y manzanas para picotear. En el bolsillo de los pantalones llevaba una flauta de junco que su padre le había hecho.

Por su parte, (t/n) llevaba un tupper con diez refuerzos de jamón y queso. Bueno... seis, se había comido cuatro antes de salir, se excusó que tener la panza llena era esencial para las misiones pero todos sabían que los nervios le daban hambre. Esto lo guardó, junto a un cuaderno y un lápiz, en una mochila verde que tenía grabado <LEGO NINJAGO>. Tenía puestos unos jeans y la remera del campamento como los demás y una campera impermeable negra. Por último llevaba su espada de bronce colgada a un lado de la cintura.

Se despidieron de los otros campistas y subieron por la colina Mestiza hasta hasta el alto pino que antiguamente fue Thalia Grace, la hija de Zeus.

Quirón los esperaba en sus silla de ruedas. Al lado suyo había un hombre que, según Grover, era el jefe de seguridad del campamento. Al parecer tenía ojos por todo el cuerpo, así que era imposible sorprenderlo.

"Éste es Argos" dijo Quirón "Los llevará a la ciudad y... bueno les echará un ojo"

Oyeron pasos detrás de ellos.

Luke subía corriendo la colina con unos zapatos de basketball en la mano.

"¡Eh!" dijo jadeando. "Que suerte que los alcancé." Annabeth se sonrojó como lo hacía cada vez que Luke estaba cerca. "Quería desearles suerte." se dirigió a Percy. "Y pensé que a lo mejor te sirven."

Le tendió los zapatos, parecían normales.

"Maya!" grito Luke.

De los talones de los championes salieron alas de pájaro blancas. Percy las dejó caer al suelo del susto. Los zapatos revolotearon en el suelo hasta que las alas se plegaron y desaparecieron.

"¡Genial!" dijo Grover

Luke sonrió.

"A mí me fueron útiles en mi misión. Me las regaló mi padre pero ahora no las uso demasiado..." entristeció la expresión.

Percy no sabía que decir y se puso tan rojo como Annabeth.

"Eh... muchas gracias, Luke." dijo

"Oye Percy." Luke parecía incómodo. "Hay muchas esperanzas en ti. Así que... mata algunos monstruos por mí."

Se dieron la mano.

A continuación, Luke le dio una palmadita a Grover, abrazó a (t/n) y luego a Annabeth.

ᴘᴇʀᴄʏ ᴊᴀᴄᴋsᴏɴ: ʟᴀᴅʀᴏ́ɴWhere stories live. Discover now