Padres ✓

16. Poción abortiva

Ayer al final no pude subir ya era muy tarde y no tenía el capitulo finalizado. Y se me fue la inspiración.

Y feliz día de San Valentín por supuesto, tengáis o no con pareja. O si vivís enamoradas/os de personajes ficticios como yo. Gracias y un beso.

Emily bajo a las madmorras acompañada de Colín. Sus cosas ya estaban en su habitación y lo único que necesitaba era dormir.

Severus entro a su habitación y comenzó a llorar. Él estaba en esa casa el día en que la habían violado. Recordó las mofas de los demás mortifagos y las propias de Voldemort. Oía los gritos de la chica desde la habitación contigua, si lo hubiera sabido. Si solo lo hubiera sabido la hubiera salvado de ese desgraciado.

No tenía derecho a mirarla a los ojos porque por su culpa había vivido con aquello toda su vida. Se dejó caer al suelo y lloro más. Si Tania se enteraba la odiaría para siempre. Todo aquello había surgido por no haber ayudado a la chica que gritaba. Si hubiera tenido el valor suficiente para entrar y pararlo.

Dos golpes en la puerta hicieron que volviera a la realidad, se calmó y limpio sus lágrimas antes de abrir. Dumbledore y Minerva pasaron sin pedirle permiso. Porque has reacionado así-pregunto Albus. Siempre hemos sabido que estas cosas te afectan y necesitas pensar, pero ella no tiene la culpa de nada-susurro Minerva mientras Severus cerraba la puerta.

Porque yo estaba en esa casa el día que la violó, la oí gritar y no tuve el suficiente valor de detenerlo. La oí pedir auxilio y no reconocí su voz-grito mientras dejaba que sus lágrimas volvieran a caer.

Minerva miro a Albus tristemente y lo abrazó. Tu no tienes la culpa Severus, si hubieras entrado quizás estarías muerto ahora. Solo piensa que Tania forma parte de la vida de Emily y que la ha hecho muy feliz-dijo Dumbledore mirandolos. Albus tiene razón Severus, aún que hubieras sabido que era ella no hubieras podido hacer nada-susurro frotando su espalda. Debes decírselo-dijo Dumbledore.

Emily despertó agitada y su hermano la miro. Solo era una pesadilla-susurro abrazándola. Hacía años que no soñaba con él-susurro sollozando. Tranquila-dijo besando su frente para calmarla.

La puerta sonó y antes de que dieran permiso a pasar se abrió. Severus y Albus aparecieron por ella.

Estás seguro Harry-pregunto Hermione solprendida. Se lo oí a Dumbledore-confirmo el chico. Es algo solprende, Voldemort teniendo una hija y tú a la vez teniendo una hija con su propia hija-susurro Ron. Hermione le metió un codazo-Ron. Harry se levantó y salió hacia las madmorras de Slytherin. Que he dicho-pregunto incrédulo por la expresión de su amigo.

En cuanto un alumno llegó por el pasillo se ocultó bajo la capa invisible y entro junto a él. Suerte que la llevaba encima.

Llegó a la puerta de los dormitorios de las chicas y rezo porque no hubiera unas escaleras que se convirtieran en tobigan o algo parecido. Al contrario había un largo pasillo y a diferencia de la torre de Gryffindor cada una tenía su propia habitación. Se apartó esquivando a dos chicas que pasaron rozándole. Por suerte no se dieron cuenta de sus pies que era lo único que se veía. Llegó al cuarto donde ponía Tania en la puerta y cuando iba a abrir Draco salió de ella con cuidado. Eso podía significar que estaba dormida, mejor para él.

Entro después de que Malfoy saliera del pasillo y cerró poniendo el pestillo. Efectivamente dormía, se quitó la capa dejándose ver y saco algo del bolsillo. Pansy y él habían hablado. Él no quería una hija y ella necesitaba de vuelta a Draco. Suspiró y miro el frasco si lo hacía no habría vuelta atrás, pero ahora que sabía quién era el padre de Tania. Tener una hija con la hija de su enemigo, de verdad quería eso. Se acercó más a la cama y miro el vaso de agua que había al lado. Pansy le había dicho que era una poción abortiva.

Lo único de lo que estaba seguro era de que si hacía eso Draco no se separaría de ella. Y qué más le daba Pansy, ella no le preocupaba solo le preocupaba él, su futuro con Ginny, su futuro como auror.

Si, lo haría. Mataría a su propia hija si eso costaba la felicidad de Tania y arreglaba su futuro. Vertió el frasco en el agua y la revolvió con el dedo. Se limpió al pantalón y luego se colocó la capa de nuevo al oír pasos acercarse. Sonó el pomo pero no se abrió. Harry maldijo y quitó el pestillo.

La puerta se abrió y Draco apareció por ella. Se escabulló antes de que cerrará extrañado y corrió lo más rápido que pudo hacia la sala común. Cuando alguien entro hizo lo mismo que hace unos segundos y se marchó.

Severus miro los pies de Potter huir despavorido por el pasillo y se asustó dejando a Emily atrás mientras entraba corriendo a la sala. Que pasa-pregunto alarmada siguiéndolo.

Cuando llegó a la habitación entro de sopetón asustando a Draco y a Tania. Que pasa, porque entras así-pregunto Draco asustado. Suelta ese vaso Draco, Potter acaba de salir de aquí con la capa invisible. Has bebido-pregunto mirando a Tania mientras cogía el vaso. Ella negó asustada tocándose el vientre instintivamente.

Emily llegó a la puerta asustada y miro a Severus que olfateó el vaso. Poción abortiva-susurro mirandola. Maldito Potter, lo voy a matar-dijo Draco intentando salir de allí, pero Emily lo paro con la ayuda de Severus. Draco no, deja que ellos se ocupen de esto. Solo quédate conmigo-pidio Tania con un tono de voz que claramente era de asustada. Draco fue hacia ella y la abrazo besándola. Gracias profesor-susurro abrazándose a si misma. Draco la recostó en su pecho antes de que Pansy llegará por la puerta corriendo. Que ha pasado-dijo alarmada.

Severus la fulminó con la mirada y enseguida vio que sobraba así que se marchó. Severus vámonos, debemos ir con Potter antes de que se deshaga del frasco. Si es que no lo ha hecho ya-pidio mirandolo. Él asintió saliendo con el vaso.

Mamá estás bien-pregunto Tania antes de que saliera. Ella asintió-Si, cuida de ella Draco volvemos ahora.

Corrió detrás de Severus. Cuando lo alcanzó miro el vaso-Como la ha conseguido son difíciles de elaborar. Eso es lo que debemos averiguar, a Potter nunca se le dio bien pociones-susurro mirando el vaso con repugnancia.