Capítulo cuatro

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Secuestrada.

Geum Jiyu

Estaba en el baño de la escuela limpiando la sangre de mi labio roto cuando entraron unas muchachas. Al verlas quise irme pero tomaron de el pelo con fuerza y me lanzaron dentro de uno de los cubículos. Cuando se iban podía escuchar como reían a carcajadas mientras que yo intentaba levantarme tras golpearme con el retrete. Con las pocas fuerzas que me quedaban empece a gritar por ayuda pero nadie iba a mi rescate.

—Maldición — musite. —¡Ayuda! ¡Sáquenme de aquí! ¡¿Alguien?! — gritaba mientras golpeaba la puerta. —¡Por favor! Ayuda...—

Luego de seguir gritando y gritando por un largo rato ya estaba cansada y solo me senté en el piso mientras acariciaba mi espalda la cual había sido golpeada cuando me arrojaron al cubículo. Sentía que tenía los ojos llorosos pero me negaba a llorar, no iba darle el gusto a los F4 de saber que me habían derrotado. En eso escuché que alguien entró al baño gritando mi nombre, era Jan-di.

—¡Jiyu! —Escuche como Jan-di llamaba mi nombre.

—¡Aquí estoy! —avise.

Ella abrió el cubículo viéndome allí tirada y lastimada. Rápidamente se acerco a mi y me abrazó con todas sus fuerzas.

—Te tomaste tu tiempo, Dora —bromeé con un nudo en la garganta.

—Vamos —dijo y me ayudo a levantarme.

Al salir del baño todos nos veían y reían mientras nos arrojaban cosas pero nosotras seguíamos con la mirada en alto.

—Los plebeyos tenemos dignidad —murmuró Jan-di para si misma cosa que me hizo sonreír pues aún estando destruida y lastimada, su orgullo seguía intacto. Y puedo decir lo mismo de mi, ni en un millón de años le daría la victoria a los F4. Geum Jiyu no es el tipo de persona que se rinde.

So Yi Jung

Podía ver como Jun Pyo reía a carcajadas mientras veía los videos de seguridad, yo solo observaba con semblante serio ya que no disfrutaba mucho ver como ellas sufrían. Ya hartó de ver esa escena, tomé el control remoto y apagué el televisor. Pude ver como se iba a quejar pero en eso entro Jan-di cosa que lo hizo sonreír ampliamente.

En resumen, luego de unos pocos minutos Jun Pyo fue pateado y avergonzado por Geum Jan-di cosa que lo indignó bastante al inicio, aunque después de unas horas su indignación al parecer había desaparecido. Actualmente estábamos en nuestra guarida donde Ji Hoo leía las cartas, Jun Pyo estaba sentado mirando a la nada, riéndose de vaya a saber Dios que, mientras que Woo Bin y yo jugábamos billar.

—Esta chica si que es algo —

—Dominó al gran Gu Jun Pyo Nim —le respondí a Woo Bin mientras seguíamos jugando —Con un ataque preventivo. Ir a la escuela y tener algo interesante para ver. Ha pasado un tiempo desde eso. Pero ¿Acaso no se parece a alguien? —

—Tienes razón. También pensé eso... ¿Quién puede ser?

—¡Jun-hee Noona! —dijimos ambos a la vez

—¿Qué? No intenten hacerse los graciosos.

—No, realmente actúa como ella— le dice el pelirrojo al hermano de la nombrada

—¿Creen que se parecen? Esa muchacha común y vulgar, ¿En qué se parece a mi hermana? —inquirió Jun Pyo casi indignado.

—Tú lo sabrías mejor —bromeé.

—¡Cállate! —ordenó.

—¿Por qué estabas aturdido antes? —

—¿Te golpeaste la cabeza o algo? —

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