Raccionando a Encanto.

4#Las grietas.

Narrador omnisciente:

-Tras ver esto, rápidamente pausaron la película y se produjo un silencio incómodo:

Julieta: ¿No estabas en la foto?-Interrogó angustiada.

Agustín: ¿Por qué no te uniste?-Indagó con preocupación.

Camilo: Pensé que estabas ahí-Admitió, mirando la pantalla.

-Al oír las preguntas de su familia, Mirabel parpadeó para contener sus lágrimas y se encogió de hombros. Pensó por un segundo en cómo responder las preguntas, antes de finalmente decidir que simplemente no lo haría:

Mirabel: ¿Cuál era el nombre de esta película? ¿Encanto? Debió llamarse "Obligar y exponer a Mirabel a un montón de momentos infelices de su vida: La película"-Opino, riéndose nerviosamente.

-Sin embargo, nadie lo encontró  divertido, porque era obvio que estaba evitando la conversación de nuevo, y ni siquiera era una broma graciosa:

Mirabel: Podemos hablar después de que termine la película, por favor-Solicitó sin mirar a nadie de su familia.

Antonio: ¡¡Mirabel!!! ¡¡Perdóname...yo no...quise olvidarme de ti!! ¡¡Perdóname!!-Suplicó en medio del llanto, mientras corría hacia los brazos de su prima.

Mirabel: Shhhs, calma Toñito, no pasa nada-Consoló mientras lo cargaba-No tengo nada que perdonarte, fue tu noche y estabas emocionado, además no importa-Añadió con cariño.

Antonio: Claro...que importa, me olvidé de ti...después de todo lo que hiciste por...mi-Sollozó encondiendo su cabeza en pecho de su prima.

Mirabel: Tranquilo Toñito, no fue nada-Tranquilo con ternura.

Julieta: Mira...-Murmuró angustiada.

Mirabel: Después hablamos mamá, por favor-Repitió aún cargando a su primo y poniendo devuelta la película.

~La música se desvaneció suavemente. Todo estaba congelado en el tiempo, excepto Mirabel~

Mirabel: ¡¡Oh, Dios, otra canción!!-Se quejó angustiada.

No me lamento, ¿Para qué?
No me hace daño, seguiré
Hey, no importa pues todos somos Madrigal
Y estoy bien, sí, muy bien, claro está
Desde aquí los contemplo al brillar

Camilo: Si claro...-Susurró preocupado por su prima.

No es verdad, no es verdad

Yo no muevo montes
No hago palmas florecer
Ni tendré otra noche esperando tener
Un regalo mágico
Yo no doy remedios
No controlo el vendaval ni a un huracán
Ni a esta pena que empiezo invisible a enfrentar
A la espera de algo mágico, sí, mágico

-Julieta y Agustín trataron de darle un abrazo a su hija menor desde donde estaban sentados. Ambos sentían que habían fracasado como padres, porque amaban mucho a Mirabel, la amaban, pero claramente no se lo habían demostrado lo suficiente.
Por otro lado, las lágrimas corrían por el rostro de Mirabel en silencio, y su familia estaba mucho más concentrada en ella que en la película.

Sola en el corredor
Y el cerrojo no abrió
Nadie a mi alrededor
Sigo añorando juntos brillar
Necesito encontrar
Otra oportunidad
Y unos ojos que al ver
Quieran mirar
Ábrelos ya
Ábrelos ya
Ábrelos ya

-Alma se preguntaba, a que se refería su nieta, ella tenía los ojos abiertos y se preocupaba por el bienestar del Milagro, como siempre lo ha hecho, desde el momento que lo recibió.