Cero

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Sus nudillos se habían puesto blancos por lo fuerte que estaba sosteniendo el cuchillo, observó el filo salir del costado de su mejor amigo, teñido de aquel fluido rojo. Estaba caliente y las pequeñas gotas que habían alcanzado su rostro se sentían como agua hirviendo. El sonido de las puñaladas y sus sollozos estaban en constante repetición en su cabeza, lo había hecho cinco veces, cada una con más fuerza que la anterior.

— ¿Por qué tuviste que mentirme? —Beomgyu acarició el cabello claro de Taehyun, sus dedos mancharon su rostro que hasta ese momento se había mantenido libre de sangre, a excepción de un hilo que salía de su boca y bajaba por su mejilla. — ¿Por qué me hiciste creer que era una buena persona? —Sus lágrimas cayeron sobre el pecho ensangrentado de Taehyun. El mayor estaba sentado sobre el cuerpo del rubio, agarró la camisa de Taehyun entre sus dedos; el material se sentía pesado por toda la sangre que había absorbido. — No soy nada bueno para ti.

El pecho de Taehyun se había estado moviendo con lentitud, hasta ese momento. Beomgyu -quien estaba sobre él- sintió como se inmovilizó por completo.

— Pero todo está bien ahora, Taehyun-ah. Pensé que si me deshacía de ella las cosas se iban a solucionar, pero fui un tonto. Eres tú, ¿entiendes? Si yo no puedo tenerte, ella tampoco. —Beomgyu sostuvo las manos del menor entre las suyas y las puso sobre su mejilla, riéndose levemente. — Tendré que hacerlo de todos modos, ella va a venir aquí pronto y hará un escándalo. —Hizo silencio, moviendo los dedos de Taehyun para que le acariciaran el rostro. — Soy un mentiroso, no me gusta verte con esas chicas. Lo odio. Eres demasiado bueno para ellas... para mí, pero aun así no pude evitar enamorarme de ti.

Sonrió levemente antes de volver a ponerse de pie. Estaban en el piso de la cocina, había manchas de sangre en el refrigerador y en los gabinetes. Beomgyu caminó hacia el fregadero y comenzó a lavarse las manos, sin embargo, se detuvo cuando comenzó a doler al restregar con fuerza: la sangre seguía reapareciendo.

Observó el reloj colgado en la pared, había llegado alrededor de media noche y ya eran casi las seis de la mañana; habían estado hablando antes de que todo sucediera, Beomgyu solo había estado esperando a que su dongsaeng estuviese lo suficientemente cansado y distraído.

Beomgyu volvió a sentarse junto al cuerpo de Taehyun, se abrazó las rodillas y apoyó su mentón en su brazo.

— H-Hola... Beomgyu, ¿qué haces aquí?

El mencionado la observó de pies a cabeza, llevaba ropa de hacer ejercicio y una mochila colgada en un hombro. Beomgyu se había limpiado las pequeñas gotas de su rostro y se había cambiado la camisa.

— Solo pasé a buscar unas cosas. —Murmuró observando su espalda cuando pasó a su lado, dejando sus cosas en el suelo del pasillo. — Estaba por irme. —Agregó después, siguiéndola. Ella se volteó con rapidez y algunos mechones de su brillante cabello le golpearon el rostro.

— Ya veo... Taehyun prometió que pasaríamos el día juntos hoy. —Volvió a darse la vuelta y siguió caminando. — Hablando de Taehyun, ¿dónde está?

— Está en el baño. —Beomgyu se encogió de hombros, no estaba mintiendo sobre aquello.

Por su mente corrían las imágenes de las miles de veces que deseó lastimarla; estaba genuinamente emocionado, sin pensarlo más, agarró su cola de caballo y se envolvió el cabello alrededor de su muñeca. Ella gritó cuando Beomgyu cubrió su boca con su mano y la arrojó al suelo aun sosteniendo su cabello, comenzó a patalear y sus gritos ahogados por su mano llenaron el lugar. Tenía los ojos bien abiertos por el susto y las lágrimas se acumulaban, Beomgyu sintió un mordisco en su palma por lo que con todo el desprecio que había estado conteniendo durante esos meses, levantó la cabeza de la chica y la volvió a golpear contra el suelo. Su respiración se aceleró y perdió el control. Volvió a hacerlo otras cinco veces hasta que estuvo completamente quieta y en silencio, en el suelo comenzaba a expandirse un charco de sangre.

— Esto es tú culpa. —Murmuró. — Desde que te conoció solo hablaba de ti, mierda. Ya no me preguntaba cómo estaba, no tenía tiempo para mí. —La observó, su cabello rojo se pagaba a su frente por la sangre. — Solo hablaba maravillas de ti, pero y-yo no soy un idiota, no eres nada de eso. Solo sabes fingir, igual que yo y por eso no puedo dejar que estés con él. Bueno... ya no estará con nadie. —El pelinegro rió con suavidad y se puso de pie; aun sosteniendo su coleta, la arrastró hasta el baño, el cuerpo de su amigo estaba en la tina.

Beomgyu sacó la navaja pequeña que traía en el bolsillo trasero de sus pantalones, la abrió.

— Esto es tú culpa. —Volvió a murmurar, señalándola con la navaja. — Es tan bonita y su risa me encanta. —Beomgyu hablaba, repitiendo lo que Taehyun le había dicho en su primera semana de conocerla. El azabache hizo varios cortes de diferente forma y profundidad en el rostro de la chica. A pesar de que se había quedado inmóvil, el mayor enterró la navaja en el pecho de la muchacha hasta el mango. Debía asegurarse.

Tomó asiento en el borde de la tina y sostuvo la mano de Taehyun.

— Taehyun-ah...

En nuestra otra vida, ¿me tomarías de la mano? Son las mismas que usé cuando maté a alguien por ti.

FIN

#𝐊𝐈𝐋𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 || TaeGyu - TXTWhere stories live. Discover now