capítulo diez

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Sky

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Sky.

Miro a mi alrededor, a medida que trató de ubicarme. Extrañamente, me siento perdida. Desorientada.

Me siento fuera de lugar.

Como si ahora mismo, en este precisó instante no perteneciera al lugar donde me encuentro, a pesar de qué;  es el lugar que consagré como mi hogar.

Suspiró de manera ruidosa y a su vez poso mi vista en el techo inmaculado que esta sobre mi cabeza.

Miles de pensamientos cruzan mi mente, millares de dudas y preguntas a las que quiero encontrarle una respuesta.

Odio este tipo de días, donde sencillamente mis sentimientos y emociones deciden tomar el control total sobre mi cuerpo, donde mi estado de ánimo es tan inestable que siento que pendo de un hilo delgado.

Decido levantarme de la cama y bajar por un vaso de agua.

Extraño tanto a mi pequeño niño.

Hoy Bruno y Liah vinieron a buscarlo como es habitual cada sábado, suelen pasar el día junto a el, llevarlo al parque o por un helado.

La soledad se cala en lo más profundo de mi. Y quiero, con todas mis fuerzas, deshacerme de este sentimiento que me adormece la alegría y trae una bruma letargica sobre mi cuerpo.

Es que, es algo tan confuso. Algo que se torna inexplicable, inconcluso y hasta un poco perturbador.

Observó el jardín por la ventana de la cocina. Las flores brillan bajo el sol y los pájaros se alimentan del comedero que Seol y yo colocamos para ellos.

No puedo evitar que cierta nostalgia me embrague, que las paredes de esta casa se sientan asfixiantes y tortuosas.

No puedo evitar que un sentenar de recuerdos que no quiero evocar surquen mi mente y me hagan flaquear.

Subo las escaleras con parsimonia, trayendo cada recuerdo que tuve en esta casa. Evocando aquella noche donde mis ojos vieron a mis padres arder.

Me tiró descuidadamente a la cama y mi vista se posa en el sobre que se encuentra encima de mi mesa de noche.

No puedo evitar sentir una punzada dolorosa al verlos, es como si reviviera los momentos pasados donde solía recibir aquellas amenazas.

Si en aquel entonces le hubiese contado a papá tal vez...

No.

No voy a caer ahí.

Ya no merece la pena, es demasiado tarde.

Trató de buscar una solución, de pensar en una salida.

Se que estoy siendo una cobarde de cierta forma, estoy ignorando a toda costa las constantes advertencias que he estado recibiendo como si eso las hiciera desaparecer.

Consumido en sus llamasWhere stories live. Discover now