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Esa voz... tan cálida, se sintió como la explosión del Big Bang en mi cerebro, adentrándose en mis sentidos y llegando a mi corazón como ningún otro objeto, ser o actividad haría.


"dont let me doun"


Fueron las palabras que se tatuaron en mi corazón, de las dos voces que sonaban solo una había logrado atrapar. Me levanté al instante sintiendo que el corazón se me salía del pecho, mis familiares me miraron extraño y yo solamente pude sonreírles.


—¡Gracias!


Les exclamé y salí corriendo hacia el patio; esa voz no salía de mi cabeza y obviamente no me podía quedar de esta manera. Literalmente podía hacer lo que yo quisiese, ¡soy una especie de Dios! mi inteligencia podía llevarme a hacer lo que yo quería, y ahora tenía un motivo fijo.


Don't let me doun, mis manos temblaban, noubody eber love me like she dos ¿A quién se refería en esa parte de la canción? tragué saliva.


—¡FERB!


Mi hermano me miró, serio e inerte. Simplemente parpadeo para darme entender que me escuchaba.


—¿¡Conoces a The Beatles!?


Silencio.


—¡Bueno yo no los conocía! deja de burlarte... Mira; tengo un plan. Construyamos una máquina del tiempo, otra. ¡Será sencillo porque ya lo habíamos hecho antes!

Máquinas, descubrimientos, planes sencillos que tomarían décadas de fabricación para los más expertos. Phineas y Ferb tenían a la mano todo tipo de poder con semejante talento e inteligencia, y así fue cómo les tomó media hora en armar los planos para el actual proyecto, una hora en recaudación de materiales y veinte minutos en poner la construcción en marcha.

Tuercas, tornillos, soldar cosas de aquí allá. Todo en orden. 

Satisfechos vimos la máquina ya terminada, estaba nervioso por lo que encontraría en el pasado ruborizándome al pensar en la voz de aquella canción erizándome la piel y causándome un escalofrío amenazante. Entonces suspiré pulsando los botones para finalmente abrir la puerta, animándome a poner un paso al frente


  —¡Hola Phineas! ¿Qué estás haciendo?

Diablos, era Isabella. 

—Ah, hola Isabella.

Saludé a la judía retrocediendo el paso.

—Ferb y yo construimos una máquina del tiempo, lo normal.

—¡Genial! ¿A dónde van? ¿Puedo acompañarlos?

Hice una mueca de disgusto, sabía exactamente las intenciones de la mujer pero alcé los hombros y asentí.

—Bien, de todas formas no vamos a tardar.

Sonreí y empujé a Ferb a la máquina y la judía nos siguió. 

 Sería un día largo con la compañía de la niña, esperaba profundamente que no interfiriera en mi plan pero sabía que con lo empalagosa que era no me permitiría explorar con libertad para encontrar aquella voz que me hizo experimentar miles de cosas.

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⏰ Last updated: Oct 16, 2022 ⏰

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Arte Intelectual - [Phineas x John Lennon ]Where stories live. Discover now