Arte Intelectual - [Phineas x John Lennon ]

1-

"—Ferb, ya sé que vamos a hacer hoy."

Mi frase recurrente, día tras día. Justo pasaba el verano más eterno de mi vida, siempre sentado debajo de ese árbol en el patio trasero de mi hogar junto a mi hermanastro Ferb. Una vista agradable al cielo decorado con aquellas masas de agua suspendidas en la atmósfera viéndose como algodones.

Por primera vez en este verano no tenía ni la más remota idea de qué hacer, sintiéndome tan perdido y carente de sentido siendo una partícula sin nada especial, una que vivía en un rincón del extenso universo del cual podía explorar sin problema alguno pero sucede que tampoco tengo ganas de eso. Me levanté dándome cuenta de que Perry no se encontraba en ningún lado, ya era costumbre que desapareciera sin dejar rastro por lo que solo alcé los hombros y le dije a Ferb que entraría por un vaso de limonada a la casa.

Justo al cruzar la puerta las risas tranquilas de mis familiares se escucharon, fui a darles un vistazo por mera curiosidad de qué hacían. Nuestros abuelos de parte de mi papá hacían una visita desde Londres, quedándose en un hotel cercano.

–¡Muchacho!

Parece que mi abuelo, me había visto. Le di una sonrisa e hizo una señal para que me acercara.
  A lo que observaba habían sacado unas cuantas cosas del ático, viejos recuerdos que desde que tengo memoria están ahí y no habían sido tocados para nada, eran más que nada cajas con antigüedades posiblemente valiosas pertenecientes a mi familia británica.
Me senté al lado del abuelo y vi que sostenía unas cuantas cosas

–¿Sabes qué son estos?

De entre las cosas que sostenía tomó un disco, exactamente uno de vinilo y justo en medio fue decorado con la impresión de una manzana verde.

–Por supuesto, es un disco de cloruro de polivinilo, ¿qué tiene?

–Es un tesoro, original de la Beatlemanía y sin duda el disco favorito de tu abuela.

Beatlemanía, estaba seguro de haberlo escuchado en algún sitio pero ni una idea clara se me vino a la mente. Pareció ser algo importante, quizás en la Gran Bretaña pues mi padre era procedente de allá.

 –Parece ser muy valioso

El anciano asintió con una sonrisa de oreja a oreja.

–¿Por qué no lo pones en el tocadiscos?

Preguntó mi abuela con una voz cálida, el abuelo asintió y miró a mi padre

–Lawrence, hijo, pásame esa cosa. Espero que aún sirva.

Y soltó unas risas. Mi padre sujetó el tocadiscos, viejo y empolvado; ¡sería un milagro que aún sirviera! pero la suerte daba por su lado pues no tardaron en colocar el vinilo en su lugar y este empezó a girar.

Una melodía curiosa empezó a sonar, y creo que justo en este momento; algo acaba de comenzar.