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Abriste la puerta por completo.

"Buenas tardes, madre." Dijiste, apretando el agarre del cerrojo.

"Hola amor, ¿No vas a abrazar a tu madre?" Tu madre extendió sus brazos, esperando un abrazo de bienvenida.

"Oh, claro." Te acercaste y la abrazaste, tu abrazabas muy seguido a tus padres. Abrazo no duro mucho, tu cortaste el abrazo y le diste el espacio para entrar.

"¡Hola peques!" Tu madre sonrió mas cuando vio a las pequeñas niñas. Chihiro y Nanaka corrieron a los brazos de tu madre, ellas si tenían una buena relación con ella, tal vez actúa más como una madre amorosa con ellas que contigo. Tu cerraste la puerta.

Tu agarraste tu celular, subiste a tu habitación de lo más normal tu madre estaba ocupada con Chihiro y Nanako, contándoles sobre su viaje y los regalos que les trajo, para poder darse cuenta que te habías ido a tu habitación.

"Contesta, contesta." Pensabas. Te sentaste en la cama y empezaste a mover tu pierna dando el peso en tu área de peso, actuando como pequeños saltos, era un signo de estrés. Si tu madre se daba cuenta que Reki estaba saliendo con un chico, te obligaría a cerrar contacto con él y tendrías que irte a ese infierno llamado casa, otra vez.

Lo habías llamado cinco veces, no habia respuesta.

"Reki, ¡maldita sea!" Te mordiste el labio. Decidiste borrar algunos mensajes en el grupo que tenías con Mio y Kira, y mensajes privados, al igual que borrarías las conversaciones con Miya, no toda para que no sea sospechoso, pero si gran parte de los mensajes. Ahí se te vino la gran idea. "¡Miya!" El debería saber dónde está Reki, después de todo ellos actúan como hermanos.

Decidiste llamarlo, a la primera te contesto.

"¿T/N? ¿Todo bien?" Pregunto Miya, tu no eras de llamar primero, preferías mensajear al menos ese era siempre el caso entre ustedes.

"No, mi madre llego y ella es homofobia, Reki está saliendo con Langa y si se llaga a dar cuenta me voy de nuevo a mi casa, lo que es un infierno lleno de homofóbicos conservadores." Lo habías dicho muy rápido, te quedaste sin aire, empezaste a respirar agitadamente.

"Oh, amm, ¿Quieres que contacte a Reki?" Miya estaba procesando lo que le habías dicho, pero te iba a tratar ayudarte en lo que podía.

"Si, por favor, me harías un gran favor." Asentías, aunque Miya no podía verte.

"No hay problema, te escribo si me contesta." Miya respondió. "¡Ya voy!" Exclamo Miya a su madre, quien le dijo que bajara a comer.

"Gracias gatito." Sonreíste. Ahora estabas más tranquilo.

"No me hagas arrepentirme." Miya colgó la llamada. Suspiraste de alivio, solo esperabas que Reki le contestara a Miya o que te llamara de vuelta. No es que te daba pena o algo, tu madre es homofóbica y muy conservativa ella metía a Dios, pero ni siquiera es religiosa. No entendías su odio hacia las personas de la comunidad, ¿le da celos o algo?

Te quedaste en tu cuarto un rato, esperando si Reki te llamaría de nuevo o algún mensaje de Miya, pero no habia respuesta, estabas desesperado y alarmado.

"Supongo que será mejor si bajo." Pensaste levantando te de la cama, colocando tu celular en tu bolsillo, te dirigiste a l puerta para salir. Suspiraste antes de salir de tu habitación. Cerraste la puerta cuando saliste, bajaste las escaleras y te sentaste en el sillón. Tu madre estaba en el comedor hablando Nanaka y Chihiro, aun sobre su viaje y dando regalos.

"Oh T/N, no me di cuenta que te habías ido." Bromeo tu madre, aunque en realidad no se habia dado cuenta y ambos lo sabían.

"Me di cuenta." Pensaste. Tu solo asentiste, no estabas seguro que era lo que ella quería escuchar, porque siempre decías lo que ella quería escuchar, así no te regaña 'por ser un maleducado, de mierda', al menos así te llama ella. Ella continúo hablando con las niñas y actuando como si fueras invisible, posiblemente cuando eras pequeño te hubieras molestado o haber hecho lo que sea para poder llamar su atención, pero ahora vives con ello, vives con ese sentimiento. 

Dos DesconocidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora