Eres un cliché

23. Sentí fuegos artificiales

Asteria

Lux Records, la compañía discográfica más grande del país.

Solté un suspiro, ni siquiera era mi sueño y sentía que estaba en las nubes. ¿Cómo era posible que Brendan lo hubiera conseguido tan rápido?

Conocía muchísimos artistas que para alcanzar sus metas estaban años y años para lograrlo... Mi mente seguía en corto circuito y se sorprendía por el hecho de saber que, Brendan se había pegado en las redes por un par de videos.

¿La gente diría que fue suerte o talento?, me pregunté a mi misma. ¿Lo criticarían mucho?

Es decir, Brendan era guapísimo y muy talentoso, no se dudaba. Pero la gente en la vida real era muy crítica, dejaban comentarios muy hirientes a cualquiera y, siendo honesta, no estaba segura si Brendan era capaz de lidiar con todo eso.

—Al fin llegan —masculló Maya—. Me presentaré como su abogada provisoria, pero por favor, no digan ni hagan algo que perjudique mis estudios y carrera. ¿Vale? Porque soy capaz de romperles los tobillos si hacen algo que me perjudique.

—Sí, sí, ya entendimos que tú sí quieres vivir —bromeé—. Seremos la mejor versión de nosotros mismos.

Miré a Brendan tratando de darle aliento y él tomó mi mano, me sorprendió dicha acción, pero al entrelazar nuestros dedos por primera vez sentí fuegos artificiales. Tragué en seco.

¿Por qué demonios me ponía tan nerviosa tomarlo de la mano?

Tenía y debía tranquilizarme si no quería morir de un paro cardiaco.

—Vale, ya solo faltan cinco minutos, entremos —Maya comenzó a caminar hacia la puerta y la seguimos en silencio.

Al llegar a la recepción, ella le dijo; "Hola, tenemos una cita con Randall Reck a las nueve. Contactó a mi cliente hace unos días, se mostró interesado en él y concordamos una reunión para hoy".

La secretaria no parecía estar interesada en lo que Maya dijo, pero aun así hizo su trabajo. Pidió información sobre Brendan y al verificar que no mentíamos (cosa que por un momento dudé, porque en uno de los tantos escenarios que pasaron por mi mente fue que, alguien le había gastado una broma a Brendan), nos hizo seguirla hasta el despecho del tal Randall.

Antes de pasar, la secretaria dio unos golpecitos y se adentró ella sola, supuse que le informó quiénes éramos, porque al salir, nos ordenó que entremos.

Me di el permiso de mirar absolutamente todo, era el típico despacho de un hombre de cincuenta años, oscuro y lleno de premios colgados por la pared.

—Buenos días —Maya fue la primera en saludar—. Soy Maya Roberts, es un placer conocerlo.

En ese momento, me di cuenta de que seguíamos tomados de la mano. Así que tras darle un fuerte apretón de motivación, lo solté, no quería que su imagen se vea afectada por mí.

—Querida, deje los halagos para después —El tal Randall parecía de todo, menos amable—. Brendan Jones, siéntese y preste atención a lo que diré.

Brendan tomó asiento en una de las dos sillas libres y Maya se sentó junto a él, así que, claramente, yo me tuve que quedar de pie.

No le di mucha importancia la verdad, él era el artista y ella la abogada que lo representaba, así que claramente, la que sobraba, era yo.

—Tu música es buena, pero no lo suficiente para triunfar —Randall soltó aquellas palabras con tal brusquedad que si no fuese por entrar en shock, lo habría golpeado en la cara—. No triunfarás si no te unes a nosotros, porque sin una discográfica, no serás nada. He visto como de un día para el otro te volviste viral, y es por eso que estás aquí, pero ten en cuenta que lo que sube rápido, también baja rápido.

Brendan estaba serio, pero sentí su incomodidad.

—Sin darle vueltas al asunto porque tengo cosas que hacer, queremos que te unas a Lux Records, me tomé el tiempo de pedirle a mi secretaria que prepare un ejemplo de contrato, el cual, estoy seguro de que no querrás desaprovechar —Tomó una carpeta de uno de sus cajones y se lo entregó a Brendan—. Tienes dos semanas para analizar el contrato y entregarme una respuesta. Ahora, si me permiten, debo seguir trabajando. Lárguense.

No supe que me molestó más, si su poco profesionalismo o su forma de hablarle a Brendan.

Aun así, me contuve de meter la pata y salí primera de aquel despacho con olor a viejo feo y arrogante.

Brendan volvió a tomarme de la mano.

—¿Quieres que me tome el tiempo de leerlo primero? Así luego podré explicarte paso a paso qué te están ofreciendo —Maya se veía realmente interesada en ayudar a Brendan y le sonreí por eso.

—Muchas gracias, Maya —dijo Brendan—. Envíame un mensaje cuando puedas reunirte conmigo.

Ella asintió y tomó el contrato que Brendan le tendía con su mano libre.

—Te llamaré —Me dijo Maya y fue mi turno de asentir con la cabeza.

Nadie dijo más nada, pero con nuestras miradas fue como si nos lo hubiéramos dicho todo. Sabía que a ninguno le había gustado realmente la reunión.

Espero que hayan disfrutado de la doble actualización, las amooo <3