2. La sangre de cristo tiene poder

2.8K 480 513
                                    

Asteria

—Joder, puta loca... Vamos... Despierta —una suave brisa contra mis mejillas comenzaba a molestarme, al igual que unas manos aferradas a mi cintura.

Al abrir los ojos quise volver a desmayarme y quedar en un sueño profundo para toda la vida.

—Inepta, me has hecho morir del susto. Joder —se quejó Brendan, mientras me acomodaba en mi sillón que usaba para leer cómodamente.

Me acaricié la sien, adolorida. El dolor de cabeza me estaba dando muy fuerte.

—No era mi intención desmayarme, pesado —mascullé.

—¿Ya estás bien? —indagó.

Asentí levemente con la cabeza y él imitó mi acción, para luego sentarse en el suelo justo en frente de mí.

—No entiendo nada —admití resoplando.

No era posible que tuviera a mi lado a un personaje ficticio.

No podía ser real.

—Si te sirve de consuelo, yo tampoco entiendo —dijo Brendan—. Es decir, aparentemente... no soy real. Pero... si soy real en mi mundo. ¿Sabes? Lo que no comprendo es que...

—¿Cómo estás aquí y no allí? —cuestioné apuntando al libro—. Pues yo tampoco entiendo y estoy que me tiro por la ventana.

—Inepta, ¿tú leíste todo el libro? —preguntó curioso.

—No, no te aguantaba por tóxico —me sinceré—. Dejé el libro a medias.

La cara de Brendan fue de confusión total.

—¿Qué es... tóxico? —dudó y noté cierto nerviosismo en su voz.

Pero su mirada seguía igual de inexpresiva.

Que él no supiera qué significaba dicha palabra me había dejado pensando.

¿Acaso habrá cosas que él ignore del mundo real?

—A ver... Hm... cómo te explico... Una persona tóxica hace referencia a alguien que afecta directa y negativamente a las personas de su entorno. Por ejemplo, tu ego y narcisismo afectaba a Anne de muchas formas. No la hacías feliz pero tampoco dejabas que lo sea con alguien más. Y creo recordar vagamente que no entendías muy bien un no. Es decir, no llegaste a ser un tóxico abusivo, pero sí uno que le decía "Eres mía" y "Un no para mí es hacer todo lo posible para convencerte".

—Entonces... ¿por qué me han hecho creer que no es un sí? ¿o un incentivo para conseguir lo que quiero?

—Brendan, un no es un no. Un no sé es un no y un sí, es un sí. Siempre que hablemos de consentimiento, es así. Pero ya bien tú sabes que, hay cosas por las cual debes luchar. Por ejemplo, cuando las discográficas te cerraban las puertas y no te aceptaban. Luchaste para conseguir lo que querías, por ende, hay demasiadas variantes pero eso no significa que sean difícil de entender.

—¿Por qué... —esta vez comenzó a faltarle el aire y posó su mano sobre su pecho—. ¿Por qué siento que... no he tenido el poder de decidir sobre absolutamente nada? ¿Por qué... por qué soy así? —esta vez cerró los ojos con fuerza—. No quiero. No quiero oír más voces hablando sobre mí... No quiero volver a eso... No quie-ro...

—¿Voces hablando sobre ti? —cuestioné, acercándome a él.

—Creí que era normal, creí que así era el mundo pero... aparentemente no lo es. Mi vida se repetía tantas veces que creí que así estaba bien. Las voces de personas insultándome, amándome... —Brendan posó sus ojos sobre los míos—. Leyéndome.

Eres un clichéWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu