Octavo Pecado

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Después  de caminar lo que pareció una eternidad en laberintos subterráneos, finalmente llegaron a una extraña parte del bosque que recorrieron en completo silencio por horas hasta que el sol comenzó a ocultarse lentamente. El peligris echó un vistazo detrás de él, más específicamente a la kunoichi. Podía notar claramente su cansancio pero lo escondía perfectamente, sabia que aun estaban lejos de la siguiente aldea así que se detuvo cuando vio una cueva al pie de la montaña , se quitó la mochila de los hombros y la dejó sobre el suelo. Frescamente estiró los brazos y se dio la media vuelta para mirar al niño y la pelirosa.

"El sol se está ocultando, pasemos aquí la noche." el pelinegro asiente y rápidamente comienza a adentrarse al lugar, aunque rápidamente se detiene al ver lo que hay en su interior.

"Parece que alguien estuvo aquí." Kabuto rápidamente se acerca a lo que parece rastros fríos de una fogata y una camiseta sucia cubierta de tierra.

"Luce bastante antiguo, podemos quedarnos." En cuanto el ninja da su okay el niño se adentra a la cueva para dejar su mochila.

"Iré a buscar madera."

"De hecho, Gyo ¿Podrías buscar agua? Yo me encargo de la madera."

"Si, Lord Kabuto." una reverencia y desaparece entre los arboles y maleza. Vaya que ese niño era de pocas palabras.

"¿Necesitas que haga algo?" pregunta la chica pasando su peso de una pierna a otra.

"Sigueme y acarrea las ramas que encuentre." Los orbes esmeralda de la chica dan una vuelta completa pero al final deja sobre el suelo la pequeña mochila que Kabuto le dio y comienza a caminar a zancadas a su dirección. 

"No pongas esa cara. Tu preguntaste." La pelirosa rechista pero aun así hace como le dijeron, cada rama que el hombre encuentra ella la toma de sus manos y cuando ya no puede aceptar más camina de vuelta a la entrada de la cueva para dejarlas en una pila. Hace dos viajes pero cuando estuvo a punto de hacer el tercero el peligris se detiene en seco y voltea a ver al este.

"'¿Que pasa?"

"Una presencia a unas millas de aquí, regresa a la cueva." Ordena el comenzando a caminar entre la maleza. La de cabellos rosados simplemente se da la media vuelta dando zancadas entre los arboles refunfuñando.

"¿Que le cuesta dejarme ir y listo? Puedo decir que me perdí y no recuerdo nada. Eso! fingir amnesia, soy una gran actriz después de todo." comienza a hablar para ella misma pero entonces se detiene al llegar frente a la cueva. Las ramas que había estado recolectando estan puestas alrededor de los viejos troncos medio quemados que la gente antes que ellos había dejado. La chica camina cautelosa hasta la entrada y deja las ramas sobre el suelo para asomarse dentro de la estructura.

"¿Gyo?" pregunta ella odiando a Kabuto internamente por sellar su chakra. Si había alguien cerca ella hubiera sido la primera en notarlo. Un 'crack' se escucha detrás de ella por lo que se da la media vuelta y entonces ve a dos hombres parados detrás de ella vistiendo capas negras, las rayas sobre sus hitai ates le dicen que son desertores y probablemente, sin su chakra, esta en peligro. 

De repente alguien la toma por detrás, indicándole que había una tercera persona todo este tiempo, ella inmediatamente comienza a intentar safarse de su agarre mientras las risas de los  otros dos hombres comienzan a darle escalofríos. 

"Pero miren esto, que chica tan bonita hemos encontrado."

"Yo pido ser el primero." anuncia uno comenzando a caminar hasta ella a lo que la chica comienza a lanzar patadas. El que la estaba sosteniendo por detrás decide soltarla de sopetón contra el suelo con fuerza, sacándole el aire de los pulmones. De espaldas sobre el suelo, mientras tose, intentan detener sus muñecas pero ella logra arañar el rostro de sus atacante.

"Maldita perra, eso dolió." chilla el hombre de repente golpeando su rostro. Eso la deja desorientada mientras siente como la sujetan de las muñecas y luego de los tobillos.  Intenta resistieres o al menos hacerle la tarea difícil pero siente como el aire deja su cuerpo nuevamente cuando recibe dos patadas llenas de fuerza en las costillas.  Lagrimas escapan del rostro de la chica a medida que su capa desaparece de sus hombros y su túnica proporcionada por Kabuto se ha quedado sin botones, revelando sus pechos desnudos.  Kabuto. Su nombre cruza su mente y no puede evitar gritar su nombre, una y otra vez esperando por su rescate. 

"¿Llamando por tu novio?" Se burla.

"El ya es historia dulzura, él y aquel mocoso."  pronuncia con veneno el de cabello castaño alcanzando sus pechos con ambas manos, aprestándolos con fuerza. 

"Deja de moverte, carajo.  Haz algo." Ordena el que esta sujetando los tobillos de la chica. El hombre deja sus pechos en paz pero de su bolsillo trasera saca una kunai que apunta justo a su cuello. Sakura deja de moverse, necesita pensar en algo rápido. 

"No quieres hacerme enojar, cariño." le advierte comenzando a bajar la filosa punta entre en yacimiento de sus senos, comienza a clavar la punta de manera superficial cuando de repente, desaparace. Aquel hombre cae al suelo como peso muerto. Los hombres sujetándola hacen lo mismo en menos de un segundo. La ninja de Konoha esta mas que confundida rápidamente se sienta sobre el suelo y observa que justo frente a ella esta el peligris con shurikens. Entonces sabe que después de todo, Kabuto regresó a salvarla. El se acerca lentamente observando su alrededor y cuando sabe que ya no hay mas sorpresas llega hasta Sakura, corre una mano por su cabello y coloca su capa sobre los hombros de la chica para que se cubra. Uno de los hombres intenta hablar, se esta ahogando con su propia sangre. El ninja solo atina a crear un bisturí de chakra con su mano derecha y sin piedad lo entierra en su pecho, justo donde le apuntó a la chica con su kunai anteriormente, haciendo que sus movimientos cesen y solo haya silencio. 

"Todo esta bien ahora." Susurra acercándose a la chica, con manchas de sangre salpicando su rostro. Kabuto traga saliva de manera seca, había visto a mujeres desnudas antes pero ver a Sakura desnuda de la cintura para arriba se le hacía... Extraño. Un sentimiento extraño que no había sentido con alguien más, o deseado hacer algo más. Sakura lo mira directamente a los ojos, lo odia por haberla dejado en un estado vulnerable y ponerla en esta situación, pero muy adentro de ella esta feliz de que Kabuto apareciera, y a pesar de todo lo que ha hecho, Kabuto le parece un alma incomprendida, que tal vez ella pueda descifrar.

Maybe♡KabuSaku♡Where stories live. Discover now