morfeo ; fem! ls

¿te ves capaz de conciliar el sueño otra vez?

¿te ves capaz de conciliar el sueño otra vez?

Las rutinas le hacían sentir segura. Pero, de vez en cuando, no estaba mal añadir cosas a esa rutina. Por ejemplo, Louise seguía consolándola cada vez que Harry tenía una pesadilla. Pero ahora, cuando la veía volver de la universidad, saltaba a sus brazos y compartían un beso. Un beso largo. Eso era nuevo, pero estaba bien.

Como una noche cualquiera que se vio absorbida por el terror. Despertó sudorosa, gritando. Louise estaba allí, abrazándola. La calmó. Y cuando la respiración de Harry se reguló, Louise la miró.

—¿Te ves capaz de conciliar el sueño otra vez?

Harry lo pensó. A veces podía, otras no. Louise le agarraba la camiseta. La miraba. Harry se mordió el labio, sintiendo que en aquella conversación había un pedazo de información que ella no tenía. Empezó a entenderlo cuando Louise la besó, largamente como siempre. Y una mano descendió de su cuello a su pecho. Harry no tenía pecho, y Louise muchas veces había puesto sus manos ahí, pero esta vez apretaba y rozaba y Harry de estremeció. Sus labios bajaron a su cuello y no pudo evitar soltar un suspiro.

El sexo le daba miedo. Le daba miedo porque lo cambiaba todo, y no estaba segura de que quisiera que cambiase. Ya estaba todo perfecto, Harry no sentía que le faltase algo. Pero los labios de Louise se sentían demasiado bien en su cuello, y en su mejilla y en su estómago. Antes de que le bajara los pantalones, Harry se retiró.

—¿He hecho algo mal? —murmuró Louise azorada.

—No —aseguró ella —. No, pero yo, eh... ¿Te gusto?

Louise la miró confundida.

—¿No está claro?

Harry se mordió el labio inferior. Sí, supuso que estaba claro. Pero por algún motivo, no estaría tranquila hasta que no se lo oyera decir.

—Es que... bueno... Supongo que me preocupa... —Harry suspiró. Era difícil poner en palabras lo que sentía —. A mí me gustas. Mucho. Pero, ¿seguro que tú estás bien con esto?

—No entiendo lo que me estás preguntando. ¿Te refieres al sexo o a que seas una chica? Porque estoy bien con ambas, Harry. Y me gustas. Me gustas mucho.

Harry asintió. Asintió, notando cómo su corazón se calmaba, porque creía a Louise. La creía, y por eso se dejó desnudar y se dejó acariciar por vez primera. Y ella tocó con dedos torpes y besó con labios temblorosos, pero aun así ella se deshizo en sus manos. Y cuando acabaron, Louise se abrazó a su cuerpo y Harry suspiró.