Mi hermanastro • Vinnie Hacker • Temp 1 y 2

1.2

- Atenderé la llamada, ya regresó - dije avisando y me fui a la habitación que compartía con Nils.

- Hola? - dije en inglés, ya que el número no era Aleman.

- T/n, cariño - se escucho una voz de mujer hablando en la línea

- Perdona, no tengo el número registrado - dije un poco seca

- Soy yo, Caroline - dijo y mis piernas temblaron

Me senté en la cama. Se había hecho un nudo en mi estómago, sentí que sudaba frío.

Caroline.

- Caroline, hola - respondí como pude

- No me digas que no reconocías mi voz - dijo en broma y no pude evitar sonreír

- Juro que no, ha cambiado - dije

- He envejecido - dijo y reí

- Oh vamos, tendrás unos 40 maximo - dije con claridad

- 47 cariño, cumpliré 47 - dijo y tragué saliva

- Por dios, juraba que eras más joven - dije sin pensar

- Me ha dicho anciana - dijo en forma de acusación y reí

- No no no, claro que no - dije riendo

- Valla que si - dijo y puedo jurar que tiene una mano en el pecho fingiendo estar ofendida

- Un poco solamente - dije y se escuchó su risa a través de la línea

- Cariño te llamaba porque tu padre está apunto de cumplir 50 años - dijo ella y el nudo de mi estómago se volvió a formar, ahora con más fuerza

Mi padre. Su cumpleaños es el 30 de Julio. Recuerdo perfectamente que el siempre estuvo emocionado porque su primera y única hija cumple años el mismo mes que el.

- Oh - me limite a responder

- Me gustaría mucho que vinieras, sería una gran sorpresa para el que estuvieras aquí para festejar sus 50 años. No te mira desde que tiene 43 - dijo ella con voz compasiva

- Caro la verdad no lo sé - dije con una mueca, aunque ella no pudiera verme

- Cariño, hoy se cumplen 7 años que no te vemos. Hoy cumples 25 años. Ya eres una adulta, pero siempre te veremos como una niña traviesa. No soy tu madre biológica pero créeme que yo siento un vacío desde que no estás aquí, no me imagino como se siente tu padre - dijo ella

- El no me busco, nadie me busco Caro. Nadie me mando ni un texto para preguntar si estaba bien - dije con la voz entrecortada

- Té equivocas mi niña. Cambiaste de teléfono una vez llegaste a Alemania. Te mandamos miles de mensajes sin respuesta. Cartas que nunca fueron contestadas y llamadas que se quedaron en buzones. Hicimos hasta lo imposible por comunicarnos pero cambiaste hasta la dirección de tu hogar - dijo ella por la línea