Un día de sorpresas

Comenzar desde el principio
                                    

Cuando suena la campana pienso en algo que decirle pero no se me ocurre nada. Tengo suerte y se le cae el cuaderno al suelo al guardar todos sus libros, Emma no se da cuenta y pienso en dárselo y por fin entablar conversación pero cuando lo recojo del suelo y me levanto ella ya ha salido de la clase.

No me sorprende que mi hermano también.

Narra Logan

Persigo a Emma Fields hasta que se para en su taquilla a guadar unos libros, me apoyo al lado de su taquilla y ella levanta su mirada, parece sorprendida al verme ahi.

—Hola. —le saludo y ella me devuelve el saludo.

Me quedo observándola unos instantes mientras ella sigue metiendo unos libros en la taquilla. Ella es bonita de una manera natural, no es de estas chicas que son espectaculares por su maquillaje o por su ropa de marca. Su pelo castaño claro cae por su cara como una cortina cuando se inclina un momento a abrir el libro de historia, eso me da una idea.

—Necesito tu ayuda. —digo de repente y ella levanta su mirada confusa.

—¿Para que?

—Me va bastante mal en historia, como vamos juntos a esa clase y apruebas bien pense que tal vez podrías ayudarme. —le digo, no es una completa mentira, no me vendría mal su ayuda aunque tampoco soy un desastre en historia.

—Lo siento, no puedo darte clases particulares, estoy en tu clase. —me dice y en cierto modo tiene razón, ella empieza a caminar hacia el pasillo y yo empiezo a desesperarme un poco.

—Te pagaré. —pruebo con esto, si el dinero no la convence entonces no se que lo hará, al parecer no le parecía mala idea porque se paró a pensarlo.

—¿Seguro que quieres mi ayuda? —me pregunta dudosa.

—Si, por favor, te necesito. —le suplico, vale, no se porque he dicho estas palabras ni porque estoy suplicando pero ella finalmente asiente y acepta, todo sea por el coche.

Narra Emma

Vale, el día ha sido bastante extraño y parecía ponerse más extraño por momentos. Estoy tratando de asimilar la idea de que Logan Scott me ha pedido que le de clases particulares de historia y encima me va a pagar, estoy segura de que hubiese podido conseguir que cualquier chica más lista y más guapa que yo hubiera podido darle clases gratis, me cuesta creer que me lo haya pedido a mi.

—No entiendo de que te quejas, le das clases a un chico guapo y vas a ganar dinero. —me dice Spencer.

—No es que me queje, es que es raro. —le respondo—. Bueno volvamos a lo de la artículo, tenemos que encontrar a quien lo robó.

—Tranquila lo haremos, pero tenemos otro problema y es que la gente espera que vuelvas a escribir, yo espero que vuelvas a escribir. —me dice Spencer mientras cierra la puerta de su taquilla—. Han llegado más cartas, Emma y todas te quieren a ti.

—Esta bien, escribiré otro pero no te prometo que la gente quiera leerlo. —le digo pero una mano me toca el hombro y me giro a ver quien es, por la cara de Spencer no parece que sea Dylan.

—Hola. —me saluda Harry Scott, es decir Harry Scott, uno de los chicos más populares y director del club de música de la escuela ¿Por qué esta hablando conmigo?—. ¿Podemos hablar un momento?

—Vale... —murmuro y miro a Spencer según nos alejamos por el pasillo, ella levanta los pulgares hacia arriba y me da una sonrisa.

Narra Harry

Salgo con Emma hacia fuera del instituto y me siento en uno de los bancos. Ella se sienta a mi lado y mira hacia sus pies. Se que estoy hablando con ella solo por lo de la apuesta pero cuando recojí su cuaderno en la clase y no se lo pude dar, no pude evitar ojearlo un poco.

Esta chica tiene talento.

—Creo que esto es tuyo. —le digo y le entrego su cuaderno, ella pone cara de sorpresa pero enseguida cambia a rabia—. Antes de que empieces a gritarme, no, no te lo robe, te cayo al salir de clase y te lo recogí.

—Gracias. —me dice y lo aprieta hacia ella—. ¿Lo has mirado?

—Bueno... Si, no debería avergonzarte que lo haya hecho, esas cartas, son geniales, muy profundas... —añado antes de que se enfade—. Tienes talento para escribir, Emma, y no lo digo solo por el artículo, sino por lo que hay en ese cuaderno.

Cuando comprendo que he hablado demasiado, ya es tarde, ella salta del banco y me mira con unos ojos de chocolate enormes cargados de furia.

-¡Fuiste tu quien me robó el artículo en papel!

Nota de autora:
Muchisisisimas gracias a todos los que han leido esta novela, comentado y votado!!!!
Me haceis muy feliz ☺☺☺☺
Espero que os guste este capítulo, se que es un poco largo, lo siento si se os hace pesado pero me sentía con inspiración jajajaja.
Un enorme abrazo!!

My little secretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora