capitulo 23

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Hardin

Después de salir del hospital el viernes por la tarde llegamos a la nueva casa, habíamos pasado cuatro largos días en el hospital porque había sufrido otra puntada y con eso había echado sangre y hasta no asegurarse que todo esté moderadamente bien no los iban a dejar venir.

—Hardin ya tenés dicho nueve veces que no necesito una niñera ni alguien que me diga "no hagas eso", aún acostada en la cama hay riesgo y estar acá en el sofá y en la cama es igual, así que deja de ser tan maníaco y tráeme chocolate.

—Pero........

—Pero nada,quiero chocolate— no intenté reclamar más nada y fui por sus chocolates a la heladera.

Hasta donde sé, mamá había llevado a Emery y Auden al Shopping, que Emery quería nuevos libros y Auden quería hacer un curso de surf y necesitaba una tabla y ropa especial, mis hijos me iban a dejar pobre. Le puse los chocolates en el regazo y empezó a hacer puchero.

—Que pasa nena?— dije tranquilamente sentado al lado de ella.

—Es que,sos un buen esposo y yo te grite y......— y se largó a llorar,la abracé diciéndole que no pasaba nada pero sé largo a llorar más.

Después de que dejó de llorar se puso a ver una película romántica de perritos, a veces las películas son tan  raras......como dos perros se iban a conocer y enamorarse, son perros.

En fin.....Tessa se quedó dormida antes que termine la patética película así que la lleve en brazos hasta donde era nuestra habitación, todos están allí y claramente esa habitación la había ordenado la madre de Tessa por lo perfecta ordenada que estaba.

La dejé en la cama y la tapé, no hacía tanto frío pero es mejor que pase calor a que se agarre una gripe.

Baje y me puse a escribir en la sala, no sé cuánto tiempo habrá pasado pero la puerta de la entrada se abrió y ahí pasaron los revoltosos de mis hijos y mi madre, auden traía una caja el doble que el y supuse que era la tabla de surf.

—Hola papá— gritó Emery.

—Bajen la voz que su madre está durmiendo y son las once de la noche— protesté.

—Si,nos tardamos un poco,es que la abuela nos llevó al cine a ver una nueva película y ahí se nos pasó el tiempo y tengo mi tabla— exclamó Auden y yo dejé el computador de un lado.

—Bien, esperó que ese desperté si te guste y no sean como los cinco anteriores que por ahí andan las cosas tiradas.

—Hijo, es solo un adolescente que está experimentando, peor es que anduviera con drogas y esas cosas — Suspire aceptando.

—¿Y vos, que te compraste?— Emery traía más de ocho bolsas en sus brazos, las dejó todas en el suelo.

—Me compré ocho libros.

—Sin contar la saga completa de seis libros.

—Tú cállate.

—¡Callarte tú!.

—¡No, tú!.

—Tu!.

—Tu!

—SE CALLAN LOS DOS!!!— Grité y me quedaron mirando.

—Así mejor, vos deja de apuntar a tu hermana con esa tabla y vos deja de mandar a tu hermano — Ambos miraron a mi madres

—Y tu deja de regalar a mis nietos!!— me volví a sentar de mala ganas en el sofá y puse el computador arriba de mi regazo.

Después de todo Where stories live. Discover now