Resumen:
Jacon había decidido renunciar a un amor no correspondido, pero quién iba a pensar que tres años después se encontrarían con lo que tanto le costo superar.
Advertencia: Esta es una historia de amor entre Jacob y Edward, tiene contenido lgbt...
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De un momento a otro cuando mis ojos se abrieron me encontre en una habitación que nunca había estado y visto en mi vida.
Inconscientemente quise levantarme de esa cama, pero el dolor punzante en mi cuerpo me regreso a mi posición anterior jadeando. Lleve mis manos a mi abdomen y me di cuenta que tenia una banda blanca rodeando fuertemente mi pecho.
— Por fin despertaste.— escuche la voz de Alicee a mi lado. Dirigí mi mirada a donde venía su voz y la observé sentada a mi lado con una sonrisa resplandeciente.
— ¿Que me paso?— pregunte luego de unos segundos sentándome ahora lentamente sobre la cabecera aunque me doliera. En el proceso me di cuenta que solo llevaba unos pantalones largos de dormir.
— Haz estado inconsiente durante tres días corridos, tus costillas estaban muy lastimadas, también tu brazo.— al verme mejor tenía otra banda rodeando mi hombro.— Es una suerte que seas fuerte y sanes más rápido que la gente normal, si no, estarías bien jodido.—
— Gracias por aclararlo.— murmuré con sarcasmo pero de repente me vinieron leves recuerdos de todo lo qué pasó y no supe cómo procesarlo rápidamente.
— Jacob.— su voz sería me devolvió a la realidad.— Si no hubieras defendido a Edward, como lo hiciste en ese bosque, Victoria hubiera matado a mi hermano tal como vi en mi visión.— ahora la observé levantarse de ese asiento y sentarse en la cama a mi lado mirándome fijamente.— Te lo agradezco.—
— ¿Donde esta el?— pregunte no queriendo hablar mas sobre el tema, no estaba como para responder agradecimientos que ni estaba seguro, del porque decidí arriesgar mi existencia por una persona que no es tan importante en mi vida, ni que mi lobo interno se descontrolara de esa manera en que lo hizo. No era normal que mi lobo se descontrolara así, maldita sea, no lo era.
Todo era confuso, nunca había sentido tanto miedo en un enfrentamiento, y sentir esa preocupación que ni por mi padre a quien amo más en este mundo había sentido. Ese sentimiento de desesperación y preocupación que sentí por Edward eran demasiado fuertes para controlarlos, era mejor no pensar en ello, por mi propio bien.
— Esta totalmente recuperado, ahora mismo debe estar con Bella.— yo asentí no sabiendo que responder ante eso.
— ¿Por que abandonaron a Edward?— pregunte queriendo encontrarle un sentido a mi situación actual, y a todo lo que ha pasado antes.
Alicee aparto la mirada hacia otro lado.— Es complicado, mi visión ha estado mostrándome cosas que estan fuera de mi control y el futuro de Edward, es por eso que decidimos irnos, esperando que esas visiones cobraran algo de sentido.— hablaba perdida en sus pensamientos.
— ¡Pensó que estaban en peligro!— alce la voz sintiendo enojo ante su respuesta. — ¿Que demonios pasa con ustedes? De verd...— tuve que detener mis palabras por que el agarrar tanto aire para hablar me hacía sentir dolor.
