En la finca de Los Beltrán el paisaje, el ambiente, el clima, las comodidades... todo en esa finca era digno de inmortalizar en una fotografía y ciertamente, cualquier persona ajena a la situación, pensarían que esa finca era cualquier cosa menos lo que realmente era... la cuna donde todo el mal nacía.

Luis relame sus labios mientras mira a Germán, los ojos del Beltrán mayor son oscuros, vacíos, carentes de afectos o empatía. Es como si la mismísima oscuridad fuese dueña de ese cuerpo.

Sin embargo, hay cosas que incluso para el propio Luis Beltrán rebasaban la línea.

— Te falta ser más hombre, Germán –vuelve a hablar —mira que eso de venir aquí a mi casa y ofrecerme en bandeja de plata a tu hija para que yo pueda saldar tus deudas... uy... es de poco hombre.

— No, no, no... eso no es así –dice rápidamente alzando su cabeza y mirando a Beltrán, quien solo sonríe maliciosamente —solo te digo que tomes la casa como forma de pago, quédate con la granja.

Aunque Daniela había hecho hasta lo imposible para pagar la deuda de su papá —lo cual hizo— Germán Calle volvió a endeudarse con los Beltrán, ésta vez, con el jerarca y patrón de la familia.

— Y pensar que la güerita creyó que tú eras mejor que yo –Beltrán muestra una muesca de rabia.

Mientras que allí, en la finca de Los Beltrán se estaba decidiendo un posible futuro para Daniela, ella ajena a todo, se encontraba limpiando los establos en la finca de los Carvajal.

Qué triste cuando tu destino lo manejan personas tan inescrupulosas, y más triste aun cuando son personas tan cercanas como un padre los que siempre te traicionan sin importarle tus sentimientos o integridad.

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En ese mismo momento, pero en la Finca de los Carvajal

— Ohhh pues, calmado caballito –la voz de Alejo al fondo del establo hace que Daniela levante un poco su cabeza dejando de acomodar el heno, se acomoda su sombrero.

Esa mañana había decidido vestirse con un jean alto color marrón oscuro, una camisa negra de tela suave y manga larga para no acalorarse, botas altas de color negro y su cabello recogido.

— ¿Batallando? –pregunta con burla Daniela para luego soltar una pequeña risa.

— Digamos que no es mi mejor momento –Alejo se quita el sombrero y trata de calmar al caballo que se encuentra inquieto, Daniela suelta un suspiro y mientras ve a su mejor amigo luchando para hacer que el caballo pueda entrar a su establo, ella saca su celular y le toma una foto.

— Di: Daniela es mejor que yo para controlar a los caballos –Alejo ve hasta su amiga y rueda los ojos cuando nota el flash.

Enseguida se va a WhatsApp y abre el chat con Poché, dándose cuenta que hay un nuevo mensaje.

Mensaje de Poché:

¿Sabe algo? Estuve pensando en lo que hablamos ayer, ciertamente no nos hemos dicho que signo somos. Te diré el mío, soy escorpio, pero me siento muy piscis a veces. ¿Es normal? ¿Usted cual signo es? ¿Será compatible con el mío? (...)

Daniela deja de leer al momento que siente como todo su rostro se ruboriza...

«¿Está coqueteando conmigo?» piensa.

Respirando levemente vuelve a leer...

»—...Yo creo que... ¿si? porque hemos compaginado muy bien, casi incluso podría decir que... bueno, mejor eso lo dejó para después. Por cierto, buenos días, señorita Calle. Que hoy tenga un día maravilloso.

Besos A Distancia | Fanfic Caché | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora