CAPÍTULO 1: ¿Quiénes son?

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Yuzu se encontraba tirada en el suelo, por más que quería salir corriendo no podía, había desgastado mucho sus piernas y estas mismas no responden, miraba a aquella silueta la cual a cada segundo que pasaba se acercaba, no podía ver su rostro, solo veía que era alto y que era musculoso, tenía miedo, mucho miedo, quería seguir huyendo y llorar sola, pero no podía, ya estaba esa persona a su lado, se temía lo peor.

- Oye, ¿Estás bien?  - Preguntó mientras le tomaba del mentón - Por lo visto no, déjame ayudarte - Dijo mientras de su bolsillo sacaba un pañuelo y le limpiaba el rostro, la rubia estaba más que confundida, no entendía lo que estaba pasando y mucho menos lo que el chico estaba haciendo - No sé lo que te ocurrió pero estoy seguro que es un dolor en el corazón, conozco esa mirada, la he visto muchas veces y creo saber el cómo ayudarte - Dijo mientras terminaba de limpiarle la cara, ahora si estaba asustada, no sabía de lo que era capaz ese hombre, ¿A que se refiere con ayudarle? ¿Le hará algo indebido?

Definitivamente tenía miedo, aquel hombre la tomó en sus hombros como si no fuera nada y ahora no sabía ni siquiera a qué lugar la llevaba, lo peor del caso era que no podía moverse, no por que el sujeto la tuviera bien agarrada, todo lo contrario la tomaba muy a la ligera, pero su cuerpo no reaccionaba, lo había llevado a su límite y ahora pagaba las consecuencias, se arrepentía por no haber sido tan actividad, por haber sido una floja por toda su vida.

Ahora mismo iban por una calle muy concurrida, quería pedir ayuda, pero tenia miedo, no sabia que es lo que le pasaría si gritaba, la gente le miraba pero no decían nada, simplemente los ignoraba, ya no tenía remedio, había caído en los brazos de aquel hombre y no le quedaba de otra que soportar lo que le ocurriría.

- Y dime ¿Te gusta la vista? - Fueron las palabras de aquel hombre.

Yuzu definitivamente no entendía nada, aquel sujeto la cargo por aproximadamente 3 cuadras, llegaron a un hotel que se le notaba algo lujoso, pero tampoco tanto como para ser el más costoso de la ciudad, saludo al recepcionista el cual simplemente devolvió el saludo con una mirada gentil, tras eso subieron al ascensor donde llegaron a la planta más alta, y entraron a un cuarto ignorando por completo la cama que estaba perfectamente ordenada para ir directo al balcón, en donde le dejaron sobre una especie de sofá, una vez recostada sus ojos fueron alumbrados por una hermosa vista nocturna, a pesar de ser una ciudad se podían ver las estrellas, y la preciosidad de la luna que justamente el día de hoy era luna llena

- Es una vista tranquila, y preciosa del amplio universo, es sorprendente ver este paisaje en plena ciudad - Dijo mientras él se sentaba en la silla del lado - Estoy seguro que no quieres hablar de lo que te ocurrió, y tampoco te voy a obligar, si quieres te puedes ir o te puedes quedar, yo no hare nada, solo procura darte un baño, puedes resfriarte si se te seca el sudor - Dijo mientras abría una lata de Pepsi y le dejaba otra sin abrir a su lado, ella ni la toma, tampoco se levantó para aprovechar la ducha, solamente se quedó embobada por la vista.

Su fanatismo por la vista se vio interrumpida cuando sintió un peso encima suyo, eso le asustó hasta que vio una cara femenina cerca de la suya, ambos rostros se sonrojaron a niveles masivos.

- Era eso lo que te advertía - Tras largo rato volvió a escuchar la voz de aquel hombre que le llevó a tan maravilloso lugar 

- ¡Estúpido! ¿Quién es esta chica? - Dijo la fémina que aún no se salía de arriba de Yuzu 

- Es una chica que encontré tirada por ahí, esta con mal de amores - Ahora si que la rubia se encontraba confundida e inclusive se encontraba asustada, ¿Qué pasaba si ellos dos eran novios y ahora mismo estaban teniendo una pelea de pareja solo por su presencia? ¿Está bien tomar sus cosas e irse? Aunque ahora mismo no podía irse, pues la chica no se había salido de arriba suya 

¿Ahora si me quieres?Where stories live. Discover now