15. Rosas Blancas [+18]

Bắt đầu từ đầu
                                    

Víctor alejó mi mano de la fuente, devolviendo toda mi atención a él, exhalé por sorpresa, al notarlo, dibujó una sonrisa cínica en su rostro, con más precisión que cualquiera de sus pinceladas.

Me acerqué a él, con cautela, besando sus labios con delicadeza, acariciando su lengua con la mía. Él gruñó contra mi boca, mordiéndome mientras sostenía mi cabeza para retenerme contra su boca.

Fue el primero en separarse, pero lo seguí, alzando mi rostro hacia el suyo, hasta que rompimos el contacto y Víctor sostuvo mi mentón.

──¿Qué haces? ──demandó ronco.

Parecía una pregunta demasiado grande, cuando lo único que quería era algo rápido, una descarga de electricidad para mantenerme despierta.
Obtenía eso con cada uno de sus roces.

──Lo que quieras ──musité.

Sus ojos parecían negros en la oscuridad, aun más oscuros con sus pupilas dilatadas.
No obtuve ninguna respuesta verbal, pero me hizo ladear el cuello para dejar un trazo de besos húmedos por mi piel, me pregunté si era eso lo que le gustaba de mí.
La atracción física, deseo, lascivia que podría ser rápidamente aplastada; necesitaría mucho más que eso.

Cuando se separó, su respiración fue cálida contra mi piel y tuve que colocar mi mano sobre sus hombros para mantener distancia,
lo miré a través de mis pestañas, con la expresión adormilada del anhelo.

──¿Qué buscas conmigo? ¿Probarme? ¿Tenerme de rodillas?

Una capa de algo oscuro y denso cruzó los ojos de Víctor, pese a la cercanía, de repente hubo un muro de distancia entre ambos.

──¿Cómo sabes que ya no estuviste así? ──murmuró, sosteniendo mi mentón, su pulgar acariciando mis labios──. Con esa linda boquita tragándose sus palabras, abriéndose para mí.

Tragué con fuerza, no cediendo ante sus ojos oscuros.

──El otro día no actuaste como si fuera algo que ya hubieras visto antes.

──Tal vez, presiento que quebrarte siempre se sentirá como la primera vez ──me susurró en la oscuridad, mi piel se erizó por su expresión vacía.

──¿Entonces soy eso? ¿Una muñeca que puedes quebrar sin que recuerde cómo la rompiste?

──¿No eras un ángel? ──La burla brillando en sus ojos.

Víctor clavó sus dedos en mi cuello, con más fuerza de la que usó la otra noche, el cosquilleó se concentró entre mis piernas.

──¿Parezco un ángel? ──Humedecí mis labios.

Solo entonces bajó su vista, un deje de sonrisa mientras sus ojos distantes me recorrían con detenimiento.
Su voz fue baja, ronca, la falsa diversión escondiendo la ira tras su mirada.

──Uno por el que cualquiera iría al infierno ──respondió como una amenaza.

Separé mis labios, en un jadeo, y Víctor presionó sus dedos hasta que fue doloroso, su pecho subiendo y bajando con dificultad, su mirada fija en mí.

──¿Qué te dijo ese tipo, Eloíse?

──¿Estás celoso?

──No ──afirmó, acariciando mis labios al hablar──, si lo estuviera, no te enterarías, tengo mis maneras de manejarlo.

Él se alejó, y sentí la humedad entre mis piernas, mi respiración agitada ante su tono amenazador, casi sádico, quería dejarlo en el límite, lanzarlo y que volviera suplicando por mí; porque no había sentido nada cuando desperté en el hospital, ni los días siguientes, no hasta que el miedo dejaba mi corazón latiendo muy rápido.

Revival +18Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ