parte 8

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Tucker se descalzó rápidamente dejando los zapatos en la entrada ya que estaban totalmente mojados  y avanzó aprisa por las escaleras en dirección al baño por un par de toallas, entre tanto Tweek también se deshizo de los suyos, Craig apareció casi al instante tendiéndole una de color blanca.

-Sécate un poco y ve a darte una ducha o pescarás un resfriado.-Le dijo mientras pasaba sobre sus mechones negros una toalla.

-Pero ¿Y tú?-Preguntó preocupado Tweek imitando tal acción, no quería que por su culpa fuera él quien se enfermara.

-Tranquilo, lo haré después, a no ser que…-Se acercó al pequeño rubio aprisionándolo entre su cuerpo y la pared.

-Quieras que nos bañemos juntos.
El rostro de Tweek hirvió ante tal proposición.

- ¡¿Pe-pero de que estás hablando?!-Casi parecía estar a punto de echar humo por las orejas, se llevó las manos a la cara completamente avergonzado, no podía estar hablando en serio ¿Verdad? Aunque viniendo de alguien como Craig podía esperarse cualquier cosa, no fue hasta que escuchó una leve risita proveniente de Tucker que se permitió descubrir lentamente su rostro.

-Solo estaba bromeando Tweek.- Se notaba por su tono de voz que disfrutaba de todo esto.

-Cuando entres al cuarto de baño, deja la ropa fuera, encima de la cesta, la meteré en la secadora y te prestaré algo que ponerte, aunque quizás te quede algo grande.

Tardó unos segundos en reaccionar, pero cuando finalmente lo hizo, Tweek asintió y con pasos rápidos se dirigió al baño, cerrando la puerta tras de sí, apoyando su espalda contra la superficie de madera, tratando de calmar los acelerados latidos de su corazón y el notable sonrojo que adornaba sus mejillas, mentiría si negara que a pesar de su reacción, las palabras de Craig no le afectaron en absoluto, algo dentro de sí deseaba que estas fueran ciertas, inhalo y exhaló profundamente, expulsando pausadamente el aire por la boca ¿Desde cuándo ansiaba ese tipo de cosas? Rápidamente negó con la cabeza, no quería pensar demasiado sobre ello, no cuando su vida y cuerpo habían dado un giro tan inesperado en apenas 24 horas.

Se deshizo de su ropa mojada, colocándola dentro de la cesta tal y como le había indicado Craig, sintió un escalofrió, de verdad que estaba completamente helado, abrió la puerta que daba al cuarto de baño tirando del pomo una vez dentro, abrió el grifo de la bañera y agarrando el sifón, puso la mano bajo del chorro, esperando a que el agua saliese a un temperatura adecuada, cuando estuvo a su gusto, se introdujo en la bañera dejando que recorriera su cuerpo por completo, suspiró de gusto a medida que iba entrando en calor, era la segunda ducha que se daba el día de hoy, pero de alguna manera esta estaba resultando más placentera que la primera.

Era un hecho que Craig le atraía, no haría algo tan estúpido como negarlo, sus besos, mimos, caricias… Eran tan sumamente placenteras, cada vez que recibía alguna, su juicio desaparecía de tal manera que en su cabeza solo existía el placer, haciéndole desear cada vez más y más, su cuerpo era increíblemente sensible a todos y cada uno de los estímulos y reaccionaba al instante, se encogió un poco sobre sí mismo al sentir una punzada de placer en su parte baja, mordió su labio inferior evitando soltar cualquier tipo de gemido que amenazara con escapar de su garganta, tan solo de recordarlo, cada milímetro de su organismo ardía en llamas, pero lo que sentía por Craig no era simplemente deseo ¿Verdad? De ser así, nunca hubiera experimentado aquellas sensaciones tan horribles cuando vio lo bien que se llevaban Craig y Thomas, en aquel momento su corazón se había contraído de dolor y angustia, haciéndole pensar erróneamente sobre la posible relación que ambos mantenían, aunque sabía que lo más probable era que tan solo fueran compañeros de clase, además de buenos amigos, siempre cabía la posibilidad por pequeña que fuera (aquella que tanto le atormentaba) de que uno de los dos sintiera algo más, aunque Craig le había asegurado que no había nada entre ellos, dolía, dolía pensar que algún día este se alejara de su lado, o en su defecto alguien lo separase de él, lo peor es que no podría prohibírselo porque no eran nada y eso también le frustraba, significada acaso que… ¿Le gustaba? ¿Qué estaba enamorado de él? Se sonrojó por millonésima vez en el día, el solo pensamiento, le avergonzaba y emocionaba a la misma vez, pero también le asustaba, Craig Tucker era su mejor amigo y no quería perder esa amistad por nada del mundo, era demasiado importante para él, su cabeza estaba hecha un lio, se golpeó con las palmas de las manos las mejillas en un desesperado intento por alejar aquellos pensamientos de su cabeza, ya era suficiente, puede que Craig le gustase de verdad y no solo como amigo, si no como algo más, pero mientras los sentimientos de este permaneciesen en incógnita para él, no había nada que pudiese hacer.

Cerró la llave de la ducha y tras escurrir lo máximo posible su pelo, Tweek salió de la bañera avanzando con cuidado de no resbalar y caerse sobre las blancas baldosas del suelo, llegó hasta la puerta, la abrió y allí encima de la cesta ya estaba preparada una muda de ropa limpia, además de una toalla grande con la que rápidamente se envolvió, evitando que la calidez obtenida del baño se evaporase por completo, comenzó a frotarse el cuerpo con ella sintiendo el suave tacto sobre su mojada piel, con cada nueva fricción que ejercía, fue eliminando poco a poco cada gota y rastro húmedo que encontraba a su paso, hasta quedar completamente seco, finamente, se la terminó pasando varias veces por el cabello con fuerza, pero sin llegar a hacerse daño, tratando de dejarlo lo más seco posible, una vez hecho, dobló la toalla usada apartándola un poco y se dispuso a vestirse, agarró entre los finos dedos de sus manos una sudadera de color azul claro que le había dejado Craig, reconocía esa prenda, se la había visto puesta alguna que otra vez y la verdad es que siempre le sorprendía ver lo bien que le quedaba a pesar de ser bastante sencilla, bajó la cremallera dispuesto a colocársela para abrigarse de una vez por todas, cuando un fugaz pensamiento cruzó su mente a toda velocidad haciéndole enrojecer hasta las pestañas, ¡No, no podía hacer algo como aquello era demasiado vergonzoso! A pesar de que lo deseaba con una locura casi enfermiza.

Fijó toda su atención en la sudadera con el corazón acelerado y las manos temblorosas, miró de un lado a otro tratando de asegurase de que nadie iba a presenciar aquel acto tan vergonzoso que estaba punto de llevar a cabo, tragó saliva y lentamente se fue acercando la prenda a su rostro, el aroma que conservaba le cosquilleó levemente en la nariz, era una mezcla entre el olor corporal de Craig y el desodorante que siempre solía usar, cerró los ojos embriagándose de su esencia, aspirando su fragancia, era increíblemente agradable y adictiva, tanto que su cuerpo estaba empezando a reaccionar.

CRAIG X TWEEK +18Where stories live. Discover now