●○ Capítulo 41○●

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La chica le escuchaba atentamente, mientras reía levemente. El rubio tenía toda la razón, le había dicho varias veces que iba rápido, o le había preguntado si al cogerla había la había tocado de mala manera, y aunque nunca la había tocado en un lugar inadecuado, él seguía preguntando por si acaso. Y ella por supuesto lo agradecía.

- De hecho... si esa chica te ha dicho algo sobre tu cuerpo... bueno... lo cierto es que a mí, en lo personal me encanta tu cuerpo. No te lo tomes a mal, por favor... no quiero que te lo tomes como que te veo de una forma sexualizada ni mucho menos. Simplemente... me parece que te esfuerzas mucho para entrenar y por ello tienes el cuerpo ideal. Tus formas son las mejores para el patinaje. Eres fuerte y eres muy ágil. Tienes una gran resistencia, y eres muy rápida. Y por supuesto... tienes el cuerpo ideal para darte abrazos y para hacerte cosquillas - dijo él haciéndole cosquillas a la chica.

Necesitaba verla reír. Necesitaba hacerla sonreír. No quería verla triste, y menos por algo que había dicho otra chica para hacerla sentir mal.

- Pero... ella es más delgada... y... - empezó Rin.

- ¿Y eso qué tiene que ver? Mi compañera eres tú, no ella. Y aunque ella sea más delgada, tú eres más fuerte que ella. Fíjate - dijo haciéndola levantarse. - ¿Puedes... bueno... ya sabes? - dijo tomando el borde de su camiseta de pijama.

Ella asintió y se quitó la camiseta. El chico tomó la mano de la chica con mucha suavidad y se acercó hacia un espejo que había en la pared.

- ¿Has visto? Todos tus músculos están correctamente desarrollados. Tu espalda - acarició la espalda de la chica sobre el top. - Tus hombros - apoyó sus manos en los hombros de la chica y las deslizó por sus brazos - tus brazos y por supuesto, tu abdomen también. - la abrazó con cariño - Si tu cuerpo no fuera así, no podrías hacer tan bien todos los pasos de las rutinas. No podrías girar tan bien, ni hacer saltos tan impresionantes.

La chica observaba al chico através del espejo, y de vez en cuando se fijaba en su propio cuerpo. Era verdad. Todo lo que decía el chico era verdad.

- Toma, pónte esto, anda... que te vas a resfriar - le pasó la camiseta de nuevo.

Ella se la puso e inmediatamente, le abrazó.

- Rin... por favor... no escuches ese tipo de comentarios que intentan hacerte daño - le dio un beso en la frente. - Escucha a la gente que te quiere, y que te apoya. Porque solo ellos te dirán la verdad. Mila y Sara por ejemplo... son tus adversarias, pero ellas sí te dirían tus errores y te ayudarían a mejorar. - se quedaron en silencio un instante hasta que Yuri se atrevió a preguntar - ¿Puedo hacerte una pregunta?

Ella asintió.

- ¿Por eso has cenado tan poco? - le acariciaba la espalda con traquilidad.

Ella tardó un poco en contestar, pero finalmente asintió.

- Enana... - dijo él sujetándola más fuerte, queriendo protegerla de sí misma.

Rin escondió su rostro en el pecho del chico

- Tengo una última pregunta... - susurró desde ahí.

- Dime, Rina. - respondió el rubio sin dejar de abrazarla.

- ¿Por qué acabas tan cansado cuando entrenas conmigo?

- Porque doy todo lo mejor de mí, porque no quiero fastidiarte a ti, ni quiero que pase nada malo. Y a ti te pasa lo mismo. Tenemos que estar más concentrados de lo normal para poder sincronizarnos, tenemos que atender al otro, y es una situación distinta a cuando estamos solos sobre el hielo.

- ¿Entonces no es por mí culpa? - le preguntó ella.

- Nunca, boba... hazme caso. Me esfuerzo porque te veo a ti esforzándote, y lo doy todo, porque tú también lo haces. Y me inspiras para hacerlo.

Yuri on Ice! x OC x Haikyuu!! [¿Una Nueva Gata En La Cancha?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora