Yuri on Ice! x OC x Haikyuu!! [¿Una Nueva Gata En La Cancha?]

☆Especial Recuerdos 2☆

Vuelvo una vez más con este pequeño especial de los recuerdos de Rin.

Este es anterior al otro, y trata del momento en el que se conocieron Yuri y Rin.

Espero que os guste mucho. Os agradezco vuestro apoyo a tod@s.

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- Vamos pequeña, llegó el día. - le dijo su padre mientras la acompañaba al coche con su maleta.

- Os voy a echar de menos, mamá, papá, Ivan.

- Y nosotros a ti, princesa, pero eso no significa que tengas que rendirte
Ve ahí, aprende, crece y cumple tus sueños. Y nos veremos pronto, así que no te preocupes - le dijo su hermano para animarla, aunque ambos estaban con lágrimas en los ojos.

Se abrazaron muy fuerte y subieron al coche. El trayecto hacia el aeropuerto fue bastante corto, pero se hizo eterno por el silencio que llenó el ambiente. Rin apretaba con fuerza la mano de Ivan. Le daba miedo quedarse a vivir en Rusia, aunque ese ha sido su sueño desde que tenía 4 años. Ella quería ser patinadora sobre hielo profesional. En Japón no podía practicar todo el año, y en Rusia estaban los mejores patinadores del mundo.

Su madre conocía a mucha gente en Moscú, entre ellos, una mujer muy amable que vivía con su hijo, que también quería ser patinador y que era de la misma edad que Rin. Era una gran coincidencia, pero también una gran oportunidad. Ambas madres se habían conocido cuando estaban en la preparatoria y aún eran muy amigas, pero sus hijos no se conocían, aún.

- Estaremos contigo una noche en Moscú, pero luego tendremos que volver, porque tenemos que trabajar, cariño - dijo su madre apenada.

- Sí, mamá. Lo sé. - afirmó Rin al borde de las lágrimas.

Ya habían llegado al aeropuerto y estaban esperando su vuelo, que no tardó en llegar.

" Vuelo 378126 de Tokyo a Moscú, embarquen por la puerta 12B ".

Rin se sentó junto a su hermano, y sus padres en otra parte.

- Princesa, deberías dormir un rato. Tardaremos bastante en llegar - le dijo su hermano acariciando su cabeza, pues se estaban abrazando.

- Quiero pasar más tiempo contigo... - dijo mientras una lágrima caía por su mejilla.

- Ey, pequeña. ¿Qué te he dicho muchas veces? Las princesas no lloran, así que, no quiero ver lágrimas. Quiero ver esa mirada de ilusión y esa sonrisa enorme, de esa chica fuerte que yo conozco y que va a cumplir sus sueños. - le limpió la lágrima con su pulgar.

Inmediatamente Rin empezó a sonreír.

- Eres el mejor, hermanito.

- Y tú, enana. Venga, ahora descansa.

Rin se puso a dormir apoyando su cabeza sobre el hombro de su hermano, y su hermano apoyó la suya sobre la de su hermana para dormir también. No sin antes poner sobre la pequeña una de sus sudaderas.

Horas después llegaron a Moscú y bajaron del avión. En el aeropuerto les estaban esperando una mujer guapísima, rubia y con los ojos verdes, y un niño de la edad de Rin con las mismas características que la mujer.

- Hola, Akabane-san. ¡Qué alegría volver a verte! - dijo la rubia muy feliz.

- Lo mismo digo, Plisetsky-san. Llevaba mucho tiempo queriendo visitarte. - dijo la madre de Rin.

- Pues no perdamos el tiempo, ¡vamos a casa! ¡Qué hoy hace bastante frío!

Una vez subieron al autobús que les llevaría a la casa de la familia Plisetsky, empezaron a hablar.