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El sol comenzaba a colarse por las delgadas cortinas de sus ventanas, un ligero sonido de inconformidad saliendo de sus labios. El frío mañanero lograba meterse por sus sábanas haciéndolo encogerse entre estas para llevar un poco de calor a su cuerpo.

Abrió los ojos lentamente, comenzando a estirar cada parte de su cuerpo. Cuando su cerebro comenzó a trabajar de forma consciente recordó que tenía responsabilidades ese día, sus estudios.

Quiso tirar improperios pero su mente y corazón no se lo permitieron. No lo malinterpreten, él amaba ir a la escuela, en especial cuando tenían menú especial en la cafetería, pero ese día en específico no tenía ganas de levantarse de su cómoda cama king size.

Terminó haciéndolo, obviamente, sus estudios eran más importantes que el calor que su cama le daba. Se levantó con pereza, estirándose una vez más.

Permaneció uno minutos en silencio hasta que de sus labios salieron las palabras de aliento que siempre se decía:

—Hoy será un gran día, Wooyoung.

Lo que el somnoliento chico no sabía es que aquel día su vida comenzaría a irse por un camino que a Dios no le gustaría...

O eso creía él.

(...)

Acomodó la corbata de su uniforme mientras salía de su habitación, sonriendo con cada paso que daba. Estaba emocionado, pero no sabía cual era la razón. Sin embargo, parecía que su corazón le gritaba que aquel sería un día especial.

Llegó a la cocina, la cual siempre tenía una pizca de energía negativa inundando el lugar, Wooyoung no le daba importancia. Así como no le dió importancia a su madre, quien preparaba su desayuno en silencio y con movimientos propios de una maquina multitareas.

—¿Dónde está papá?

Para Jung Wooyoung siempre era necesario saber donde se encontraba el hombre, sentía que su vida no funcionaba bien cuando su padre no estaba presente.

Para Wooyoung, su padre era un héroe.

—No volvió anoche. Debe estar ocupado con su trabajo.—La voz de su madre sonaba rota y su rostro cada vez palidecía más y más, Wooyoung le restó importancia. Un plato de comida apareció en su vista, el chico agradeció dulcemente y comenzó a comer su desayuno.—Hijo... ¿Qué ocurrió con Renjun? Su madre me llamó muy enojada anoche.

Wooyoung soltó una pequeña risa sarcástica.

—Que es un maldito marica, eso pasó...

Chanmi, su madre, tragó saliva. Se dispuso a escuchar lo que sabía que saldría de la boca de su hijo mientras volvía a sus tareas en la cocina.

Wooyoung volvió a hablar.

—Al demente lo encontramos besuqueandose con Jaemin, un chico de otra escuela. ¿Mamá, tú dejarías que alguien continue haciendo tal acto pecaminoso?... Su madre exagera. Solo lo dejamos atado a un árbol y le tiramos un poquito de agua helada.—Rió genuinamente recordando el suceso.—Pero claro, como es un marica no lo resistió y se desmayó.

—Pienso que fueron un poco crueles...

—Silencio, mamá.—Miró el reloj blanco que trabajaba desde la pared de la cocina, bufó.—Se me hace tarde y yo aquí hablando de un estúpido homosexual...

Se acercó a su madre, depositandole un dulce beso en su mejilla, ella sonriendo falsamente ante el gesto. Tomó su mochila, la cual se encontraba perfectamente ordenada sobre la mesa de la cocina y comenzó su camino hacia la escuela.

Egoist || Woosan (REMAKE)Where stories live. Discover now