•𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟹𝟻•

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Capítulo 35: Noticias dolorosas.

Olivia.

Desde aquella discusión con Jaden, habían pasado 5 días en los que no había conseguido conciliar el sueño, en mi cabeza se repetía una y otra vez todo lo que salió de mi boca provocado por la rabia que sentía por dentro. En sus ojos pude ver el dolor que le provocaron mis palabras. 

Hace días que no sabía absolutamente nada de él, hablaba con Lena, le preguntaba y evitaba el tema hablando de otra cosa, cambiándolo constantemente, como si hubiera algo que no me quisiera contar y de lo que tenía la necesidad de enterarme. Tras pensármelo un buen rato, decidí marcar su número de teléfono desde el fijo ya que si veía que lo llamaba desde mi número, no lo cogería y necesitaba averiguar de una vez que es lo que estaba pasando. 

Sonaron varios pitidos hasta que esa voz que cada vez que la oía hacía que mi vello se erizara en cuestión de segundos, respondió. 

+¿Diga?

Me quedé callada al escuchar su voz, era como si mi voz no pudiera salir.

+Mira si no vas a responder voy a colgar. 

-Jaden.

+¿Liv?

 -Hola. 

+¿Qué quieres?

-Quería saber cómo estabas. 

+Estoy perfectamente, ¿no me escuchas?

Al escuchar esa contestación, me quedé callada durante unos segundos, haciendo que la situación fuera un poco incómoda tanto para él como para mí

+Mira esto es un tanto incómodo para los dos. Adiós Olivia. 

Y segundos después, colgó sin dejarme responder. Mis ojos automáticamente se humedecieron y las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas. 

Jaden.

Escuchar su voz hizo que se me revolviera todo por dentro. A pesar de que no conseguía   olvidarme ni un poco de ella, estaba presente en todos y cada uno de mis pensamientos. 

Mi decisión respecto a no decirle nada sobre el accidente, fue un acto inconsciente pero que creí que sería lo mejor para los dos, al fin y al cabo, ella me dijo que lo único que le producía era asco, por lo que, no tenía porqué saber nada de mí.

Me diréis, eres un rencoroso, pero, esas palabras me dolieron más que si me clavaran una puñalada por la espalda, y más viniendo de la persona de la que estoy perdidamente enamorado. Su imagen aparecía una y otra vez en mi cabeza, intenté que no apareciera pero me era imposible. 

Después de quedarme solo en la habitación y recibir la llamada de Olivia, Lena volvió a aparecer. 

- Jay, ¿de verdad no quieres decirle a Olivia que has tenido un accidente? - volvió a insistir Lena. 

- ¿Otra vez Lena? te he dicho que no y ya está, deja el tema de una vez por favor - respondí fríamente. 

Horas más tarde, Lena y mis padres decidieron irse a casa. Al rato, la enfermera trajo la cena a la habitación, pero tenía tan poco apetito que no toqué ni un plato. 

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