C1: Aina Valls.

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En un instituto se encuentra una chica intentando atender la clase de filosofía, pero obviamente estaba en una lucha contra el sueño. Había ocasiones que miraba por la ventana, pero solo se veía la montaña y un cielo gris; parecía que iba a llover, pero por suerte era la última hora de la tarde, así que podía ir a coger el autobús y llegar a casa para ver a su streamer favorito.

La chica de pelo moreno vio el reloj que había colgado encima de la pizarra: faltaban 5 minutos para recoger. Era un verdadero alivio, pero de repente de oye un trueno.
La profesora, que estaba a punto de perder la paciencia, al oír el trueno decidió dar por acabada la clase, para irse antes de que empiece a llover.

Era un alivio para nuestra protagonista, así que se puso la chaqueta, su bufanda, y cogió su mochila y se la puso correctamente, no como algunos compañeros que solo se ponían una tira y dejaban media mochila colgando.

La profesora decidió abrir la puerta, y nada más hacerlo, todos los alumnos de aquella clase decidieron salir corriendo hacia la salida, bajando rápidamente las escaleras.

De repente, la morena oye a alguien llamándola.

-?: ¡Aina!

Aina: ?! *Se gira hacía la voz*.

-?: *Se acerca y le toca el hombro* ¿Te vas a ir sin despedirte de tu amiga invisible?

Aina, como así se llama la protagonista de esta historia, odiaba mucho a aquella chica. En el día del amigo invisible, Aina le tocó regalarle algo, y al llegar el día, ella se emocionó mucho por el regalo, y desde aquel día, no se separaba de Aina, y eso la llega a molestar.

Aina: Ah... Hola Claudia.

Claudia: Perdón si te he asustado, pero solo te quería decir... que feliz cumpleaños *le da una bolsa con algo dentro*.

Aina: ¿Te has acordado...?

Claudia: Claro, 15 de febrero, ¿Verdad?

Aina: Si... Gracias.

Claudia: *sonríe y abraza a Aina* ¡Adiós Aina! *Se va corriendo*.

Aina miraba la Bolsa intrigada, ¿Que habría dentro de ella? Al parecer pesaba un poco, así que no podría ser una bufanda o similar.
Bajó una calle y se sentó en la parada del bus, habían bastantes estudiantes de otros colegios esperando. Por suerte pasaban 5 líneas de autobuses, así que poco a poco se iría despejando el ambiente.

De repente, Aina ve que en el parque de la acera de enfrente había algo brillando. Veía que nadie se daba cuenta, así que pensando que era dinero o similar, decidió cruzar la calle y acercarse a ver que era.
Para su desgracia, solo era una bola de juguete fosforescente; tal vez se me habría caído ha algún niño.

Cuando Aina se iba a dar la vuelta, ve de reojo un pequeño pájaro rojo; era muy extraño de ver una especie de ave así. La chica decidió acercarse para sacarle una foto, pero el pájaro la miro y decidió irse dando saltitos hasta atrás de un árbol. Aina le siguió, queriendo sacar de todas formas una foto. Al estar detrás del árbol, vio que el ave no estaba, y que había una luz de forma rectangular en la corteza del árbol.
Aina se quedo mirando intrigada aquella luz, y vio que volvía a salir el ave, que se quedó mirando a la chica y volvió a entrar.

Aina metió un brazo por aquella luz, pero al segundo la sacó. Cuando se iba a dar la vuelta para volver a la parada, un grupo de niños pasaban con las bicicletas, haciendo que la adolescente tropiece y caiga al portal, que inmediatamente se cerró.

🍃🍃🍃

Aina al caer al portal, no podía mantener el equilibrio y cayó por unas pequeñas escaleras. Por suerte la mochila amortiguaba los golpes en la espalda, pero aún así quedó inconsciente.

Más tarde, la chica abría los ojos poco a poco, y se veía alguien enfrente suyo sentado, mirándole fijamente. Al despertarse completamente, pudo ver a un chico rubio, de ojos morados, y tenía una cicatriz cerca de la barbilla.
Aina estaba en una cama, y él chico rubio se acercaba poco a poco hacia ella.

-?: ¿Quién eres?

La segunda humana.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz