.Primer Movimiento.

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No mentiria si dijiera que no estaba asustada, nerviosa o ansiosa. Algo en ella le decia que pasaria algun mal presentimiento, no sabia con certeza de que era en realidad.

Estaba elaborando un estofado exquisito justo como a su retoño le gustaba, a decir verdad fue una sorpresa para su hijo y yerno el que se presentara, la excusa, ella queria pasar tiempo con su nieto, pero muy en el fondo era una inquietud que le calo hasta los huesos desde que se levanto en la mañana.

¡ah, necesito mas sal-ttebane!.

A pesar de eso, esta disfrutando mucho de su etapa de abuela, admite que en primera instancia le parecio descabellado el proyecto escolar de su hijo, pero comprendio que era necesario para su formación. Por el momento cuidaria a menma en lo que su hijo y yerno van por las compras semanales.

Menos mal que le toco con sasuke-kun ttebane.

Por supuesto, tener un yerno y no nuera es mucho mas beneficioso. Como por ejemplo, los hombres no salen embarazados y segundo sasuke es el opuesto de su hijo, y desde que lo ha apoyado cuidando a menma se dio cuenta que su yerno es muy habilidoso en muchas cosas, y reconocio el buen trabajo de la madre de este, aunque a decir verdad nunca llegó a conocer a la madre de sasuke.

¿Uchiha, eh?.....¿donde habre escuchado ese apellido-ttebane?.

Eso le recuerda a las infructuosas esperanzas de ella, de hacer que minato se reconcilie con su hijo. Estaba profundamente herida por su esposo, un hombre tan comprensivo, tranquilo, muy querido incluso en la empresa, trabajador, un marido excelente y padre maravilloso. Verlo asi, de frio y distante con naruto era devastador.

Escucho el timbre sonar, dejo el fuego bajo y se limpio las manos con el delantal, camino hacia la sala y se aseguro de ver a su nieto dormido en la cuna improvisada. El nene chupaba el dedo gordo, y su respiración acompasada da señal que duerme profundamente.

El timbre volvio a sonar.

-¡Un momento-ttebane!.- se acerco a la puerte y vio a una chica de pelo rojo como el de ella y un par de anteojos negros.

-Buenos dias señora.- la chica dio una reverencia.- mi nombre es Tanako, y vengo por una pequeña entrevista de parte del ministerio de educacion.

Kushina la vio extrañada, ni su hijo o yerno le avisaron sobre alguna visita.

-Perdone señorita pero no puedo someterme a dicha entrevista, no se me informo sobre esto, adios.- estuvo a punto de cerrarle la puerta en la cara cuando la chica la detuvo.- ¡Señorita, suelte-ttebane!.

-¡Dejeme explicarle señora!.- suplico.- estas entrevistas son imprevistas deseamos ver de forma natural el proceso de los estudiantes en estas visitas imprevistas. Por favor señora, es de caracter educativo.- rogó.

Kushina la vio con los ojos desconfiados.

No muy lejos de ahi, una pelirosa se acercaba desde el patio trasero hasta la puerta de la cocina, se aseguró que esa cabeza de zanahoria entretenga a la madre del alelado ese, con suavidad giro la perilla y entró.

El olor a estofado llenó sus fosas nasales y por un segundo pensó en los delicioso del platillo, pero tenía trabajo que hacer.

A hurtadillas se acercó hasta el marco de la sala y vio como la peliroja entretania a la peliroja mayor, escaneo la zona y dio con el objetivo.

¡¿Nuestro Bebé?! Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu