—Crees que me creeré ese cuento. Los vi a los dos, estaban casi desnudos. Yo te había dejado en claro sobre mis sentimientos hacia ti, pero algo que no he entendido es que tú nunca me verás como una chica que esta enamorada de ti, solo le veras como juguete sexual. Estoy harta de eso, quiero que me veas como una chica, la chica que esta locamente enamorada de ti.

—Te voy a lástimar. A todas las personas que están a mi al rededor, siempre terminan lastimadas por mí. No quiero que te pase eso, entiéndeme, no quiero que llores por mí. Te mereces ser feliz, que ser lastimada por un hombre que no sabe amar.

Pongo mis dos manos en sus mejillas.— Yo te puedo enseñar a saber amar, dame esa oportunidad.

—No podrás hacerlo, nadie puede hacerlo. Marcus Hampson murió hace tiempo, ya no volverá hacer el mismo de antes.

—¡Por qué ella te llevó. ¡Ella te amo!. ¡Déjame hacerlo como lo hizo ella!. ¡Dame una oportunidad para hacerte feliz, no te pido más! Te necesito.— Marcus acerca su cara y me roba un beso—.

Este beso lo he extrañado mucho. me encanta el sabor a trago que hay en su aliento, sus besos son tan deliciosos. Me fascina de la manera que juega con mis labios y los lleva a el extremo. Lleva su mano atrás de mi cabeza, me acerca más a sus labios para hacer el beso más profundo y deseoso. Nuestras respiraciones están presentes, solo se escucha el sonido cuando nuestros labios se besan. Termina con un una mordida leve en mi labio inferior, deja si frente pegada a la mía.

—No quiero perderte, quédate a mi lado. Prometo cambiar, pero no puedo asegurarte que te haré feliz. Quiero ir lento.

Marcus Hampson, me acaba de dar una oportunidad. Estoy brincando de alegría, se que no es el hombre que más adelante me hará feliz, y si se que hay una barrera entre nosotros que impide poder gustarnos, pero romperé esa barrera para poder ser felices.

—Te deseo— lo miro a los ojos—. Quiero sentirte dentro de mí—Le robo un beso—.

Me sigue el beso. Trato de quitar su camisa, marcus acaricia mis nalgas como si estuvieran tocando algo delicado, las aprieta. Acarició su pecho musculoso. Me encanta la barba que rosa mis labios, me trae loca cuando se deja su barba.

—Espera.— Marcus frunce el seño. Hace gestos de asco—.

—¿Estás bien?.— No responde. Pone su mano en su boca y hace un sonido extraño—.¡Ven, vamos al baño!. No quiero que dejes mi sala con vomito.

Ayudo a pararse, todavía se sigue tambaleando. Lo llevo al baño de mi cuarto, se hinca enfrente de la taza del baño y saca todo lo que tiene en el estómago.  Pone su mano en la pared y la otra la deja en su pecho.

—Traeré una toalla, para que te metas a bañar.

Voy a mi armario a buscar toallas, cuando regreso marcus seguía vomitando.

—¿Qué tanto tomaste?.

—Lo suficiente para no recordarte.— baja la manija—.

—Mejor mojare la toalla y te la pasaré en el pecho, estás muy pesado— bajo el asiento del inodoro y lo siento. Mojo la toalla, me hincó para poder limpiar su pecho musculoso—.

—¿Por qué haces esto?— me detiene—. No merezco esto, menos de ti.

—Estoy devolviendo el favor, recuerda que fui un peso para ti cuando estaba ebria.— continuó limpiando sus pectorales. Estoy tan concentrada, de repente siento un beso en mi frente—.

—Siempre serás mi Rachel— alzó mi mirada—. Mi Rachel, pero tan frágil.

—Vamos a la cama— dejo la toalla a un lado y llevo a marcus a mi cama. Dejo que se acueste y lo acomodo—.

SR. TRAJES BONITOS +18 - #PGP2022Where stories live. Discover now