Capitulo 3

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El día se había pasado lento, parecía que este día había durado tres o cuatros días.

La mañana había terminado y la tarde ya estaba por terminar. El sol se estaba empezando a poner por el Oeste, ya casi se escondía por las frondosas montañas.

Mientras los minutos pasaban yo estaba tumbada en mi cama, leyendo uno de mis libros favoritos "Mujercitas", con una vela encendida aromática, que hacía que la habitación oliera a galletas, imaginando que estaba en ese maravilloso paisaje en una de las mejores épocas que existieron, hasta que me fui quedando poco a poco dormida.

Cada vez podía ver más la oscuridad y la luz ocupaba poco a poco menos espacio. Los sonidos se escuchaban menos a través del tiempo hasta que empecé a soñar.

Imágenes sin sentido venían a mi cabeza, una mesa, una tableta de chocolate, un espantapájaros... Pero de repente apareció un bosque que me parecía familiar. Si lo llegara a ver un poco más diría que era aquel que podía ver desde mi habitación.

Lentamente una silueta se fue acercando. Al principio no llegaba a reconocer quien era, pero finalmente, cuando estaba ya casi en frente mía, pude ver perfectamente quien era. No podía imaginarme quién estaba allí Zoe, mi mejor amiga.

- Amelie. Amelie. Ayúdame por favor-me suplicó- Encuéntrame, haz lo posible por ver mi cuerpo una última vez-
Mi corazón se paralizó unos instantes al escuchar lo que había dicho. Lagrimas empezaron a salir de mis ojos.

-No-no-no lo entiendo. ¿Por qué dices eso? -pregunté sorprendida.

-Dentro de muy poco lo entenderás, por favor no olvides lo que te digo y solo fíate de Lara, la nueva alumna-

-Pe...-dije hasta que fue interrumpida por un sonido.

Abrí los ojos y ya no me encontraba allí, estaba en mi habitación, en mi cama, muy nerviosa y alterada. Miré a mi alrededor para recordar todos los momentos que tuve en ese lugar con mi mejor amiga, pero me di cuenta que Lara se encontraba allí.

- ¿Te encuentras bien? -preguntó preocupada.

- ¿Qué haces aquí? -dije con curiosidad. Ella me contó que era mi nueva compañera de habitación y que le alegraba que estuviéramos juntas. La verdad es que a mí no me hacía mucha ilusión y menos después del sueño que tuve que no le iba a echar cuenta, al menos por ahora.

Después de la conversación anterior un silencio incómodo invadió la habitación, ninguna de las dos sabíamos que decir, entonces Lara empezó a empaquetar sus cosas en la zona libre que quedaba del armario.

Y así se llevó toda la tarde hasta que anocheció. Yo, acostada en mi cama mientras que ella organizaba todo.
Eso hizo que la habitación quedara hecha un desastre, ropa por todos lados, maletas a la derecha, a la izquierda...
La noche llegó, la luna brillante iluminaba todo el cielo y el sol finalmente ya se había escondido. Lana se fue de la sala para ir a cenar mientras que yo me quedé porque no tenía ganas ni de moverme.

Cogí mi móvil y me metí en la galería. Bajé hasta la primera foto que tenía guardada, mi primera foto en la escuela, en el día de bienvenida.

Flashback
Niños correteando por allí y por allá. Personas riéndose, otras llorando porque no volverían a ver a sus hijos en una gran temporada, el primer curso para algunos y para otros el último.

El sol resplandecía por todo el paisaje, el calor era bochornoso, finales de agosto, y no podías estar en el exterior era horrible.

Un pequeño parque se encontraba en el centro de donde me encontraba, el patio de lo que sería mi nuevo colegio. La verdad que no era muy bueno, estaba oxidado, solo tenía un tobogán y una cosa para escalar, pero la verdad que no podías pedir más por la antigüedad del recinto.

Devil TownWhere stories live. Discover now