La vida de casados es divertida, a veces también es triste y muchas veces la vida feliz de un Takemichi es mas extraña cuando recuerda que su esposo es un Manjiro Sano.
En fin, la vida de casados es mejor cuando su esposo está a su lado.
🌸AU con co...
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—¡Corte!
El grito resuena sobre roda la casa que es inundada por el silencio absoluto.
Mikey está llorando.
Todas las personas ocultas salen disparadas para ver mejor el estado del hombre joven quien no se detiene y su cuerpo yace estático plantado sobre el piso de madera.
—MIKEY-KUN.
La voz asustada de Takemichi apenas parece oírse como un grito ahogado pues arroja el cigarro y aunque su reacción es rápida no es como la de su esposo que se mantiene en su lugar y lo mira.
—¿Eh?
Es lo único que escapa de la boca de Manjiro pues Chifuyu y Kazutora rápidamente ha están a su lado con una botella de agua, con el gesto preocupado observándolo.
Cuándo nadie se lo espera un Takemichi salvaje aparece y sin mediar palabras abraza a Mikey protectoramente, asustado y respirando agitado aunque no haya recorrido ni un metro de distancia.
La cuestión trata de ese momento donde Mikey lo empuja por impulso, asustado y aún sorprendido aunque rápidamente oculta su rostro pues escala como una serpiente a la persona más cercana que en este caso es Kazutora. Se envuelve sobre su espalda en gesto automático huyendo de la mirada zafiro de su esposo.
—Mikey-kun...
El llamado parece hacer efecto pues aunque Manjiro no levanta la cabeza se remueve para indicar que está escuchando aunque Chifuyu está entre tenso y asustado porque el cuello de Kazutora está en juego y al parecer algo ha salido mal con la grabación.
—Mikey, ¿qué demonios?— Kazutora intenta hablar aunque también respirar porque no es tan fuerte como Draken como para aguantar a Mikey sobre su espalda por mucho tiempo, y claro, también está preocupado por sus amigos.
—Fue muy real...— Murmura.
Takemichi no es esposo de ese hombre por nada, así tan fácil de leer es esa cabecita que rápidamente de levanta y prácticamente arranca a Manjiro de la espalda de Kazutora y aunque le cuesta horrores se lo lleva pues el rubio no hace nada por volver a empujarlo pero no lo mira ni una vez.
Ambos llegan a duras penas hasta el pasillo donde Mikey se niega a mirar a Takemichi pues es dejado sobre el suelo. Eso hasta que siente como le pegan en la frente, no va a mentir, si le dolió.
—¡Ay! ¡Dolió!
—¡Que bien, ahora Hanagaki Manjiro mirame!
Mikey no quiere, porque a pesar de que es consiente de la realidad, realmente le asustó todo, su corazón sí se rompió hace unos momentos, tiene miedo a que esos sean los verdaderos pensamientos de Takemichi.
Takemichi por su lado suspira, casi le da un paro cardiaco cuando vio a Manjiro llorar, porque es más que obvio que sólo lo hace a veces, sólo lo hace cuando está solo y que se rompa tan facilmente ante las palabras de un libreto le asustó de sobremanera.
