🍄Mal día🍄

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Los días ajetreados son normales, sentir irritación y cansancio es natural.

Como cuando un estudiante universitario intenta acomodar su horario aunque los proyectos no dejan de llegar, los proyectos se acumulan y todo les dicen que están en el mejor momento de su vida.

Pero es que Mikey sólo sabe que su esposo está irritado y cansado, tanto así que casi discuten por el mero hecho de que Mikey no ha cerrado bien la puerta del baño.

Observa cuidadoso desde la puerta a Takemichi quien parece molesto y triste, tiembla ligeramente de seguro molesto, está sentado frente al escritorio con Takemicchi edición blue a su lado.

Mikey sabe que todos tienen sus días malos, en terapia le han dicho que es bueno quedarse unos segundos en silencio y analizar variables, las personas hieren a otros pero a veces lo hacen porque no pueden detenerse a tiempo.

Es algo con lo que lidia pero es bien consiente.

Así que viendo todo el reguero de papeles sobre el escritorio sabe que de seguro tiene algo que ver con el trabajo, tal vez por algún imprevisto, tal vez por el robo de algún bien del que Takemichi debía hacerse cargo.

Le ha contado la noche anterior su preocupación, aún así las cosas parecen haber escalado.

Finalmente decide que una de sus opciones es interceder cuando ve a Takemichi comenzando a romperse y lágrimas silenciosas bajando por su bonito rostro.

Mikey entra en estado de alerta pues su esposo es un llorón pero eso no significa que acepte que alguien le haga llorar.

Ingresa al cuarto con calma pero ansioso y hace lo único que le ocurre.

—Takemicchi es muy bonito llorando pero no me gusta cuando tu corazón se lastima— Le dice suavemente intentando acercar su mano basta sostener la mandíbula del otro que sigue en pleno llanto.

Llorar es necesario, deben ser libres de llorar cuando lo sientan pero el dolor no debe ser constante.

Takemichi suspira intentando calmarse y Mikey sonríe suavemente.

Takemichi llora más fuerte y se abraza a su esposo, dejando fluir la ansiedad y el enojo en saladas lágrimas.

—Lo siento tanto Manjiro, no debí enojarme, es solo que...

Las palabras mueren cuando Mikey levanta suavemente al ojiazul poniéndolo en pie y abrazándolo completamente.

—Takemicchi es idiota, pero yo también así que está bien.

Takemichi levanta la cabeza con lágrimas secas y unos cuantos mocos, sus ojos se ponen vidriosos de nuevo.

—¡Waaaah! ¡Mikey kun es tan genia!— Su frustración ahora parece divertida.

Manjiro sonríe al ver a su esposo llorón en su estado natural.

—Bien, es bueno que no te sientas mal— Le dice pues Takemichi anda restregando su cabeza en el cuello del rubio muy feliz de la vida ahora que lo tiene cerca, como una barca en medio del océano.

Cada uno es el pilar del otro cuando no se sienten bien, eso es bueno, es algo que Takemichi ama.

—E-es que en la escuela, hubo una recolección de fondos para un evento especial para los niños y se supone que yo era el encargado de mi grado p-pero cuando fui hoy mi escritorio estaba forzado y el dinero no estaba.

Mikey escucha silencioso el relato se su esposo, raro, solo alguien que tiene acceso y no levanta sospechas podría ingresar al aula.

El pelinegro continua.—Y se sopone que yo lo robé, la maestra de al lado me dijo que desconfía de la tercera encargada que parece odiarme— Continua quejándose —E incluso esa señora dijo en la reunión de emergencia que mi pareja era un ladrón, las personas hablan mal de Mikey kun sin conocerlo, me enojé y les dije que podría demostrar que ni yo ni Mikey kun robamos algo— Terminó su relato.

—Ujum.

El sonido de aceptación de la boca de Manjiro hace a Takemichi mirarlo, grave error pues trae esa mirada que asusta a los demás. Se enojó mucho.

—Neeh~ como se llama ella?.

—Kōta Shinobu— Se le sale decir y se arrepiente al ver una sonrisa malvada en la cara de Mikey.

—Me suena al nombre de una maestra a la que despedirán mañana.

Takemichi suda pues se le olvida que Manjiro es bastante cuidadoso de las personas que quiere y suele irse con todo sobre los que dañan a esas personas.

Bueno, lo que no esperaba es la llamada de Pahchin diciendo que está hecho, son libres de cargos, la mujer ladrona es despedida y Mikey lo abraza mientras observa alegre más dinero del que recolectaron sobre la mesa.

Takemichi se siente feliz al ver a Manjiro a su lado sin creerse todavía como es que en movimientos simples ha desecho todo lo que le lastimó.

Una persona que está dispuesta a escuchar ver y buscar soluciones, una persona que consuela y acompaña sin exigirle nada más que un abrazo.

Está feliz pues toda la lucha de años pasados valió la pena, no va a permitir tampoco que alguien lastimé a Manjiro. Lo juró el día de su boda y refuerza esa creencia cada día.

Lo prometerá una y otra vez, y lo cumplirá.

Los capítulos que no tengan numeración pueden o no ser borrados así que disfrutenlos

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Cosas de casados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora