🍄One Day🍄

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Fumar no es algo que Takemichi suela hacer, Mikey lo sabe, pocas veces lo ha visto fumando pero no algo así como un tabú, sólo le aburre fumar y suele hacerlo cuando está estresado en demasía.

Entonces, ¿por qué se veía así? No es que se viera como cierto "consumidor de dulces ilegales que no eran dulces". De hecho, nadie va a negar que Takemichi se ve extremadamente bien cuando fuma.

La vida tiene cosas sorprendentes y deliciosas, como un Takemichi sexy arrojando el humo y mirando la luna deslumbrante, pensativo y serio, demasiado serio, no parecía ser un día común.

Increíblemente Mikey no dice nada, incluso aprovecha para acercarse y abrazar a su esposo de la cadera, pues todo esto pasa en el marco de la ventana de su hogar; es diferente, ha de ser porque se siente un poco mareado, Kazutora le ha hecho beber un poco antes de volver a casa, aunque la cosa sabía rara no pudo evitar tomarse un vino en caja que sabia a "POBREZA".

Zumbando su cabeza a cada movimiento decide quedarse abrazado al cuerpo de Takemichi, está frío, de seguro por el clima.

—Deberías ir a dormir, Takemicchi tiene trabajo mañana— Le dice amoroso aunque no recibe contestación, pero lo deja pasar.

—Incluso te das el lujo de ignorar a tu esposo— Pucherea con tono infantil y añade: —¿Será acaso que tengo que acabar con tu resistencia?— Concluye con una interrogante que generalmente hace reaccionar rápidamente a su marido, aunque esta vez no funciona.

Antes de decir más siente recién a Takemichi movimiendose sobre su abrazo, acomodándose de tal manera que parece incluso que desea escapar de su toque.

De todos los futuros que Mikey conocer del Spiderverso éste es el que más lo hace dudar. Le pica de manera irritante, emocional, algo va muy mal aquí y aunque ha intentado sobrellevarlo con humor cada minuto se hace más incómodo.

—Es aquí, Manjiro, es ahora, sólo en este momento, sólo en este momento puedo decirlo— Declara sorpresivamente el ojiazul con tono suave y triste.

Los ojos de Mikey sin razón se llenan de lágrimas que no puede controlar, está asustado y por más que intenta llegar al toque tranquilizador de su esposo no lo logra pues se queda estático con un apretón directo a su corazón ¿por qué es tan familiar?

Oscuro como la noche, triste como el mismo océano, los ojos de Takemichi no expresan más, no hay movimiento, no abraza a su esposo, no lo consuela ni llora a su lado. Mikey tiene miedo.

Suspirando el humo del cigarro Takemichi se recarga sobre la pared y al fin habla sin saber que el pequeño corazón candoroso del invencible Mikey se está apretando, latiendo rápidamente, desmoronándose a cada segundo pues las lágrimas no paran y su garganta está seca.

—Incluso así, ahora, no te amo, nunca lo haré, nunca pude, no puedo aguantarlo tanto, Mikey-kun— Dice por fin el menor de ambos mirándolo.

—N-no— Susurra el rubio atónito, con ojos abiertos y labios temblorosos. Intenta dar algunos pasos al frente para ver si es un sueño, si es una alucinación, si ese dolor y miedo creciente en la boca de su estómago que se retuerce en esa masa vómitiva es real, así que intenta pasar saliva, aunque aun así siente su garganta rasgándose cuando intenta decir más:—T-Takemicchi me a-ama y y-yo amo a Takemicchi— Insiste aunque sus manos no saben donde ponerse y agarra fuertemente su suéter, ese que su esposo le regaló en navidad.

Oh...

—Cuando estoy contigo, cuando sigo aquí, cuando me has quitado lo que más amaba, me mantuve aquí, me mantuve para ti. Estoy cansado...

Entonces Mikey no sabe que hacer, su mente no procesa todo lo hiriente que está saliendo de la boca de su esposo, de aquel a quién ama con locura, de su razón para vivir, de su Takemicchi...

—N-no— Tartamudea duras penas pues sus lágrimas han parado por el shock, aunque sigue sin saber como negar todo.

Tiene que ser una broma, tiene que serlo, alguien tiene que obligar a Takemichi a decir esto, él no sería capaz, él no lo lastimaría. Es su persona segura, es su lugar seguro, no podría hacerle esto, no puede.

—Es verdad, yo...yo ya no puedo, cada año es lo mismo, me das miedo, temo de tus reacciones, aún así lo intenté Mikey kun. Te juró que lo intenté— La voz sale ahogada y triste, Mikey está haciendo llorar a Takemichi pero sin tener la culpa. Takemicchi está llorando porque no quiere estar a su lado, Takemichi le tiene una mezcla extraña y desagradable entre miedo y asco, está llorando porque intentó quedarse al lado de Manjiro sólo para que su esfuerzo no se fuera al demonio.

Su mente lo entiende pero su corazón se niega a hacer algo más que latir sin ritmo, negándose a perder su otra mitad. En ese minuto, en ese segundo, el mundo deja de girar porque en ese preciso instante se da cuenta de que todo fue mentira, todo, absolutamente todo, su felicidad, su amor, todo es falso. Todo porque Mikey no podría vivir sin Takemichi pero su héroe está cansado... por favor que alguien lo despierte, no quiere esto.

 por favor que alguien lo despierte, no quiere esto

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Let's finish this relationshipp...

Cosas de casados.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora