My Home | Volkacio Navideño

03 | FRÍO

Hay días buenos y otros malos, es así cuando la tristeza colorea tu vida, cuando se cree que todo esfuerzo realizado es no reconocido, cuando sientes que las situaciones parecen caóticas, y el frío en la ciudad no hacía más que alentar ese sentir.

Horacio intentaba ignorarlo de todas las formas, sonreír aún cuando la situación era difícil, aferrarse a memorias de mejores tiempos, a cuando su madre estaba a su lado, cuando eran ambos contra el mundo antes de... que ellos quisieran inmiscuirse más.

La nostalgia le parecía consumir cada día más, no desea culpar a la época, pero ver aquel paisaje monocromático, le hacía suspirar de desesperación, él que adoraba los colores, porque significaban vida, miraba con tristeza aquel ambiente donde la vida a penas se podía conservar con aquellas bajas temperaturas. Fue una mañana especialmente fría cuando de camino del trabajo que al estar más distraído de costumbre resbaló de camino al coche, el golpe que se dió contra el asfalto congelado, lo frustraron más. Era casi imposible ser positivo cuando el día comenzaba mal.

Fue cuando recordó las palabras de su madre.

"Horacio no lo olvides, eres la luz en medio de tanta oscuridad, tu coloreaste mi mundo, nadie me puede arrebatar ello"

Horacio intentó sonreír pero eran días así cuando más la extrañaba, y hasta se culpaba de haber perdido el anillo que ella le había regalado. Esta era su alianza, aunque fue su matrimonio la que la destrozó, ella cuando se lo dió a su hijo, le dijo que al menos por esa unión ella había podido tenerlo a él. Así que no se arrepentía de nada. Horacio prometió cuidar de esta pero para su pesar la había perdido, el aro que solía llevar en una cadena en el cuello, se había desprendido hace...

— 3 años, es que... soy bobo.

Esa mañana Horacio se desvió en su camino hacia las oficinas del Buró, corrió desesperado, hasta el 804, y redactó apresurado la carta.

Hola Volkov.

Necesito que me hagas un favor. Hace aproximadamente 3 años, el 21 de diciembre en el callejón cerca de la comisaría, hubo un pleito a las 20 hrs, un grupo de chicos acosaba a una pareja gay, pasé por casualidad por ahí, y al ver eso intervine, pero no tuve tiempo para llamar a la policía porque entre los abusadores me agarraron para golpearme, supongo que en el forcejeo, se me rompió una cadena que llevaba y con esto perdí la alianza que era de mi madre. No pude buscarla, porque fue cuando escuchamos el sonido de las sirenas, y yo no debía estar caminando por ahí, ya que debía estar en la academía. Y salí corriendo.

¿Crees que podrías recuperar la alianza y enviarmela? Es lo único que tenía de mi Madre.

Atte. Horacio, Dic 2021

Horacio solo entonces entendió que quizá Volkov conocería a su yo de hace 3 años, y por un momento se detuvo a enviar la carta, y esto era porque en ese entonces, la razón porque no llamó a la policía era porque disfrutaba entrar en peleas, el dolor que encontraba al impactar su puño en otros era su forma de liberar la rabia, en ese entonces había querido abandonarlo todo, pero al final cuando vió que su comportamiento impulsivo había logrado perder otro recuerdo importante de su madre, y fue como decepcionar, intentó controlarse, incluso cuando fue con su madre a pedirle perdón por perder su anillo, ella le había abrazado y le dijo que se cuidara más que no deseaba ver la cara de su precioso hijo dañada.

Horacio envió la carta y fue a trabajar, quizá Volkov no lograría encontrar esa alianza pero la esperanza ya anidaba en su pecho.

Fue una bendición que Volkov revisará el correo esa mañana y no tuviese que ir temprano a la oficina ya que tenía una reunión con los de la LSSD para las acciones que debían hacer ante las redadas programadas. La logística y la planeación le tomarían todo el día, por ende decidió ni siquiera ir a la comisaría, si no encaminarse sin más al Norte. Más cuando leyó la carta de alguna manera sintió curiosidad ¿Podría ser que al fin podría conocer la identidad de Horacio? hasta entonces solo lo conocía de las cartas y aunque sea absurdo, ninguno de ellos había sentido la necesidad de ni siquiera preguntar por su físico. Esa noche podría cambiar todo.