My Home | Volkacio Navideño

01 | Nevada

Horacio giró sobre su mismo sitio, y no pudo evitar repasar con la mirada por última vez el piso, era un lugar en el que había impregnado con su personalidad, pero ahora mismo no podía ya verse rastro de su presencia ahí, ni permitirse permanecer en este, no cuando necesitaba urgentemente demostrar su propia libertad, aunque esta fuese disimulada ante la excusa de estar más cerca de las oficinas del Buró.

Para entender mejor la situación del que lucía aquella peculiar cresta, era que era el último retoño de una familia reconocida por producir agentes del más alto rendimiento al servicio de la patria, no fue sorpresa que su rendimiento le hiciera ingresar al Buró tras terminar la academia de policía, a ojos de todos solo estaba siguiendo el camino ya trazado por sus familiares. Solo que aquella perfecta imagen estaba tan distorsionada, que no mostraba lo disfuncional que era su familia. A tal punto que aunque él había aceptado gustoso el vivir en aquel piso por un tiempo, y gozar de las ventajas de vivir en un piso lujoso, la sola idea de seguir dependiendo de la fortuna de su familia le provocaba un ataque de pánico, en especial después de lo de su madre.

Mudarse era la forma de cortar con su relación con ellos, y aprender a vivir con su sueldo. No era fácil, para que negarse, estaba acostumbrado a cumplir sus caprichos, pero quedarse era inadmisible, su sueldo apenas pagaría el alquiler sin darle oportunidad de ahorrar para algo más. Buscó un lugar más asequible, y gracias a unos contactos había encontrado un pequeño departamento justo frente al mar, el espacio era la mitad del que tenía este piso, pero al menos podía costearlo. Miró por última vez la puerta del 804, luego dedicó la mirada a la gata.

—Vamos, a nuestro nuevo hogar.

Justo antes de irse, garabateó algo en un post it, y lo introdujo en el buzón, no podía quedarse más en el piso, pero aún no llegaba aquella caja, por lo que esperaba que el siguiente inquilino sea amable y responda su pedido.

Pero ya habían transcurrido un par de días y no había recibido respuesta del mismo. Por eso tomando un espacio de su tiempo del almuerzo condujo hasta el edificio y se encaminó hasta el apartamento, llamó a la puerta pero nadie contestó. Un poco frustrado y a sabiendas que era malo lo que iba hacer metió la mano al buzón. No sin antes comprobar que nadie estuviese en el pasadizo. La mano tardó en encontrar lo que buscaba, lo cual era otra nota, aunque esta se encontraba en un sobre blanco:

Priviet Horacio P.

No se si esto se trata de una broma o qué, pero he comprobado que esa dirección no es la correcta al igual que el año, por favor detenga este accionar, y en caso si sea real, aún no me ha llegado el paquete ya agradecería que coloque bien sus datos.

Atte. V. Volkov, Oct. 2018

Horacio al leer aquello solo negó confundido, quizá por eso mente se centró más en la correcta escritura, en lo formal que era y sobre todo en ese curioso saludo.Ruso quizá se dijo al intentar averiguar el idioma. Pero nuevamente se centró en el contenido de la misiva.

No entendía porque aquel le decía que era una broma, y Horacio no se atrevía hacerlo no cuando se trataba de ese paquete, sería acaso que era más bien aquel Volkov quien se burlaba de él, porque no entendía la razón de leer una fecha tres años antes.

En la parte posterior volvió a escribir, ya que no tenía donde más escribir.

Hola Volkov.

No bromeo, te di mis datos de forma correcta. Si en caso es una broma, te pido que dejes el paquete en el buzón y yo vendré a recogerlo. No es necesario burlarte de mi situación.

Atte. Horacio, Oct. 2021

Tras terminar de escribirlo volvió a introducir la nota en el buzón y decidió ir a preguntar por el nuevo inquilino a recepción, pero fue más su sorpresa cuando le dijeron que el nuevo inquilino tardaría en ocuparlo ya que estaba en Francia, y lo haría tras las fiestas. Horacio quedó sorprendido porque comenzaba a tener un presentimiento que algo estaba sucediendo.