capítulo 86

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-Holaa

-Hola, Como estas

-Bien mamá, todo bien

-Me alegra

Desvia la mirada para verlo

-Hola querida

-..Hola.

-¿Me ayudas a levantar los platos?

-Claro. ¿Y luis?

-En el almacén

Asiente..

Su abuelo va dentro de la sala..

-Que ocurre

-De que hablas

-Te noto extraña con tu abuelo, ¿pasó algo en mi ausencia?

-No no, todo está bien. Nose por que dices eso. —Desvia la mirada

(...)

-¿Elizabeth? —Dice su abuelo

Lo observa levemente

-Esto de no hablar, lo entiendo. ¿pero al menos me ayudarías con algo?

-..Con que

-En mi habitación, está pesado, es una caja

Se levanta y se dirije a la habitación sin siquiera verlo de reojo..

Al entrar observa a su alrededor buscando el objeto..

-Donde está —Voltea a verlo

-¿por que cierras la puerta? —Frunce el ceño

-Porque te conozco, debes oír lo que tengo para decir.

Elizabeth ve de reojo a su abuelo Mientras juega con sus dedos sobre la mesa.

-..¿Querida?

Baja la mirada

-No puedes estar molesta por siempre cariño, lo que hice pudo estar mal pero no conoces toda la historia querida, yo no lo obligué a estar contigo

Suspira cansada

-Siempre fuiste una niña inteligente, callada y sumisa eli, todos quedaban impresionados por lo tranquila que eras pero yo sabía que eras más que eso, la gente solo notaba lo obvio pero en cambio tu abuelo sabía que dentro de esa pequeña niña había una guerrera, una fuerte pequeña con un hermoso corazón, dispuesta a ofrecer, a dar sin esperar nada a cambio.—Se acerca— Abuelo "¿por qué el cielo es celeste?", preguntaste una vez y respondí, "¿Es celeste?", "Yo lo veo azul", entonces volviste a mirar, observaste por mucho tiempo tratando de encontrar ese color, el color del que yo consideraba el cielo. Bajaste la mirada triste, pregunté que te ocurría y dijiste "Lo siento no puedo ver el azul en el cielo". Estaba confundido y pregunté "¿por qué pides perdón?", dijiste "porque no puedo ver como tú pero se que no me estás mintiendo, nunca me mentirías, la familia nunca se miente, siempre lo dices y tal vez te haga sentir mal al pensar que creo que mientes". Me arrodillé para quedar a tu altura y te contesté, el cielo puede ser azul, celeste o incluso rosa si lo quieres. "¿Rosa abuelo?", "si querida, porque es "tú desicion", es "tú vida", ¿quien más la vivirá sino tú? y como es tu vida, eres la que decide si vivir en un mundo bajo el cielo rosa, si quieres que las naranjas se llamen manzana, solo hay una vida cariño, solo una oportunidad, después de eso no hay más, por lo que..

-Debes vivir el ahora. —Termina elizabeth con los ojos cristalizados.

-Rompí una regla importante, no mentirle a la familia porque los secretos son señal de desconfianza. —Baja la mirada— Cuando bernardo era pequeño era lo contrario a ti y pensé "le haría bien juntarse con Elizabeth, tal vez se le pegue algo bueno". —Fuerza una sonrisa— ..Cuando fui a darle el pésame a su madre —La sonrisa de su rostro se desvanece— ella me pidió algo que en ese momento me pareció extraño pero por respeto no quise indagar más en el tema, ella dijo "No dejes que que crezca sin cariño, nunca dejes que en su vida le falte amor y si es necesario enséñale a amar", palabras extrañas que confundirían a cualquiera. ¿Donde estaba bernardo en ese entonces?, junto a la tumba de su padre, no lloraba, no sollozaba, solo se quedaba viendo la caja de madera que contenía a su padre, sin ninguna expresion, a metros de él estabas tú, viéndolo curiosa con las manos delante, él se dio cuenta de mi presencia y me volteo a ver unos segundos pero yo no era quien llamaba su atención pues enseguida desvió la mirada hacia ti, su mirada estaba fija en tus ojos, tu pellizcabas tu abrigo nerviosa aún sin apartar la mirada, creí que esperaba que lo saludaras pero apenas abriste la boca él se dio media vuelta y se fue. —sonrie para él— Me recordaba a las miradas de tu abuela y yo, muchos dirían que eran simples pero escondían más de lo que a simple vista podrían descifrar.

Cenizas del ayerWhere stories live. Discover now