Ahora que lo pensaba quizás no le molestaría cortar distancia con el.

Así que decidió darle un poco de vuelo al vastaya.

- No lo negare... Acaso hay algún problema? Sett.- Dió una suave sonrisa siguiendo el juego, no sabe en qué momento se convirtió en un adolescente caliente quizás porque nunca tuvo oportunidad de vivir aquella época.

En fin, quizás sería la única vez que un alfa como el se encuentre interesado en el y más importante que el mismo estaba interesado (o curioso) en aventurarse.

Que si era mala idea? Claro que lo era, su trabajo le impedía tener relaciones, estaba más que hundido en depresión y si aquel alfa le gustaba dejar marca en la piel estaría en varios problemas.

¿Pero eso no lo hacía más emocionante?

Aunque quizas se estaba adelantando, quizás simplemente Settright era alguien coqueto por naturaleza y solo quería ser amigable.

- No te preocupes, no tengo problema con que alguien tan atractivo como tú se fije en mi ... -Toco suavemente la mano del Omega.- De hecho me halaga.

Ok, si le estaba coqueteando directamente a el.

-Ya veo...- Decidió dar el siguiente paso pues el vastaya ya había hecho casi todo y no quería verse como un inexperto.

No, no era la primera vez que hacía este tipo de cosas, tampoco era poco regular, ya había tenido parejas antes entre ellas un hombre dulce y tierno que había intentado ayudarlo, pero simplemente no hay nada que rescatar de lo que ahora es el, un vacío de oscuridad que solo es capaz de herirse y herir a los que están a su alrededor.


Y... de nuevo se había ido entre sus pensamientos, cuando se dió cuenta el alfa ya se encontraba frente a el arrinconandolo lentamente contra la pared de su cocina.

Recorrió con su mano la cintura del menor y subió lentamente hasta su mentón para poder alzar el rostro del Omega, sus miradas conectaron y por un momento el tiempo paro. Sett nunca habia sentido tanta curiosidad en su vida como la que le daba aquella mirada oscura y sin luz. Quería besarlo en ese mismo momento.

-Que estás esperando?.- Pregunto el joven luna con un suave toque a la mejilla del vastaya.

Sett sonrío confiado y se acercó al cuello del menor.

-Llevame a tu cuarto entonces, Phel- Susurro acompañado de un ligero ronroneo al pronunciar el nombre del pelinegro. Procedió a acercarse peligrosamente al cuello del Omega para poder seguir olfateando aquel aroma cítrico que le hacía despertar su lado bestial.

Sin embargo Aphelios lo detuvo empujando su pecho para mantener la distancia.

No iba a acostarse con un desconocido en su cama... el sillón era más adecuado para aquella situación.

-Yo te guío si?...-Tomo la mano del mayor y lo dirigió a la pequeña sala de su apartamento.

Sett algo desesperado se abalanzó a medio camino sobre el besándolo en el acto, comenzó a probar aquellos suaves y dulces labios que había visto en sueños antes, torpemente Aphelios comenzó a corresponder y se sostuvo en los brazos del mayor para poder seguir su ritmo. El alfa comenzó a lamer sus labios intentando entrar a la cavidad vocal del menor y en cuanto sintió como el contrario abría un poco su boca metió borazmente su lengua para así poder devorarlo como el quería y de paso escuchar un gemido ahogado del dueño de esos labios.

✨~ Little moon ~✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora