Capítulo 7

10 3 0
                                    

     —Yo... Entonces todo es culpa mía... —dice la peliazul, llevándose las manos a la cabeza.

     —Miku, ¿qué ocurre?

     —¿Es una chica pelirroja con dos coletas? —le pregunta Miku a Len.

     —Sí.

     —La conocí ayer, cuando iba de camino al instituto a por mi libro de Inglés. Me invitó a su casa para cambiarme la ropa porque me había mojado con un charco, pero le dije que no. Luego me dijo que podía prestarme el libro, pero también le dije que no. Parecía muy desesperada porque fuera a su casa.

     »Al final me confesó que había llegado nueva a nuestro instituto y que estaba muy sola... me dio pena, así que les hablé de ti y de Rin y le dije que podía buscarnos a la hora del descanso... Len, jamás imaginé que ella fuera ese tipo de persona... Se veía tan... normal.

     —¿La persona que te secuestró va a vuestro instituto? —pregunta malhumorado su padre.

     —Tuvo que ser una mentira de Teto para ganarse la confianza de Miku —argumenté yo—. Descuide, no hay ninguna persona con su nombre ni apellido en todo el centro. Cuando Miku me dijo que había llegado alguien nueva me dio demasiada curiosidad, así que después de clases le pregunté a los profesores. Y si no me cree, puede llamarlos usted mismo. Miku, ¿llevaba puesto nuestro uniforme?

     —Mm... No. Llevaba un vestido oscuro, creo.

     —Quería llevarte a su casa, lo que no entiendo es para qué...

     —Para morderla —se cuela Len.

     —¿Morderla? ¿Teto es una vampira?

     —Todo esto se está saliendo de las manos —dice, cansado, el padre del rubio—. ¿Te secuestró uno de los nuestros? Pero, ¿por qué?

     —Ahora que Miku ha contado todo lo que sabe, lo haré yo. Ayer, al salir de clases, me dirigía hacia casa, pero Teto me inmovilizó y no recuerdo qué pasó después. Cuando desperté ya estaba en aquella fábrica abandonada.

A Len parecía faltarle la respiración a medida que iba contando todo eso. Tras darme cuenta, apoyé mi mano sobre la de él, por debajo del kotatsu.

     —Su plan es convertir a todos los humanos en vampiros porque hace poco, unos cazadores mataron a sus padres. Tenemos que hacer algo, me confesó que ya ha convertido a más de veinte personas. Si más gente conoce acerca de los vampiros, puede llegar a ser muy peligroso para nosotros. Además, no quiero que le haga a nadie más lo que me ha hecho a mí.

     —¿Y por qué te secuestró? No lo entiendo —pregunto.

     —Quería obligarme a tomar parte en su plan. Me secuestró creyendo que era humano, y al saber que era un vampiro y ponerme en contra de ella, quiso vengarse de mí.

      —Demasiada información... Mi cabeza va a explotar... —se queja Miku.

     —Todos estamos muy cansados. Ha sido un día muy duro —proseguí—, pero no podemos parar aquí. A esa tal Teto tiene que pararla alguien, y tú y yo podemos —afirmé, atrapando las manos del rubio en las mías.

      —Ah, no. Ni hablar —se interpone de inmediato el vampiro mayor—. Len, te quedarás en casa hasta que las cosas se calmen. Te inscribiremos en otra preparatoria más adelante.

     —Oiga, sé que está preocupado por Len y que intenta hacer lo mejor para él, pero...

     —He descubierto el secreto para ser un vampiro supremo —se cuela el de coleta rubia entre mis palabras, mirando directamente a su padre.

     —¿Q-qué?...

     —¿Qué es eso? —pregunta Miku en voz alta—. ¡Espera! ¿Es la apariencia rara que teníais antes?

     —He mordido a Teto. Y Rin me ha mordido a mí. Ese es el secreto.

     —Obtener esa forma ha sido un enigma durante muchos años... —narra su padre—. ¿Quién diría que le tendríamos que hacer daño a uno de los nuestros? —Se queda pensativo unos segundos—. Aun así, sigue siendo peligroso para vosotros. Tu madre y yo iremos personalmente a pararle los pies.

     —¡No! —se interpone Len—. No podéis arriesgaros de esa manera. Ella también se ha convertido en una vampira suprema, y más fuerte que nosotros.

     —¿Y si le pedimos ayuda a la madre de Rana? —me cuelo yo—. Estoy segura de que ella tiene alguna solución para esto.

     —Está bien. Mañana hablaremos con ella. Ahora deberíamos descansar todos, es muy tarde —sentencia el vampiro mayor, levantándose.

     —¿Podemos quedarnos aquí? —pregunté.

     —Faltaría más —responde la vampira adulta con amabilidad.

     —Gracias.

     —No, gracias a vosotras por haber traído a Len de vuelta.

【Paraguas 3】☂ RiLenDove le storie prendono vita. Scoprilo ora