Draco Malfoy no tenía el monopolio de regalar flores en San Valentín. Al terminar las clases, Neville se apresuró a ir a los invernaderos, donde le esperaba su propio ramo bajo los encantos de estasis, y la profesora Sprout le guiñó un ojo descaradamente mientras lo sacaba de su escondite. Lo mantuvo desilusionado durante el trayecto hasta el castillo -(aún sorprendido de haber sido capaz de realizar semejante hechizo)- y sorprendió a Ginny saliendo del pasillo de Encantamientos. Con una floritura, soltó el hechizo y le tendió el vibrante ramo a su novia. -Feliz día de San Valentín, Ginny-, dijo, sintiendo ya que sus mejillas se ponían rojas. Ginny dejó caer su bolsa en shock, con los ojos marrones muy abiertos.

-¡Oh, Neville, son impresionantes! Yo... ¿cuándo has pedido eso?-.

-Yo... lo hice yo mismo. La profesora Sprout me deja cultivar lo que quiero en el rincón trasero del invernadero cuatro. Así que pensé... bueno. Sí-, terminó torpemente.

-¿Cultivaste todo esto, sólo para mí? Pero eso debe haber llevado semanas-. Todos los compañeros de Ginny estaban mirando ahora, y Neville trató de no retorcerse.

-Empecé a planearlo pronto-, dijo encogiéndose de hombros. -Yo... te mereces cosas bonitas en San Valentín-. No había querido simplemente comprarle algo... Ginny era increíble, y no había nada en el mundo que le demostrara lo mucho que significaba para él más que las plantas. Esperaba que ella lo supiera. Sospechaba que sí, por la luz de sus ojos.

Lo siguiente que supo fue que las manos de ella estaban sobre sus hombros mientras se inclinaba para darle un beso apasionado, allí mismo, en el pasillo. -Te amo-, murmuró ella, con la cara casi tan roja como su pelo al darse cuenta también de la escena que estaban montando. -¿Por qué no vamos a un lugar privado y me dices qué significan todas estas flores? Sé que todas significan algo-.

La sangre se precipitó a la cara de Neville todas tenían un significado, por supuesto que sí. Crisantemos rojos, edelweiss, hibisco, salvia roja, violetas. Su corazón desnudo en un solo ramo.

Todas las cosas que quería contarle a Ginny, pero siempre se le tropezaba la lengua con las palabras.

Pero la sangre también acudía a otras partes de él, ante la idea de estar juntos a solas. Ante la chispa de esos preciosos ojos marrones.

-Sí-, graznó, la pequeña mano de Ginny tomando la suya, ligeramente sudada, con el ramo de flores aún metido en el pliegue de su brazo.

-¡Ginny!- llamó Colin. -¡Te has olvidado el bolso!-.

Pero la zancada de Ginny no decayó mientras medio arrastraba a su novio por el pasillo. -¡No me importa!- gritó por encima del hombro en respuesta, con la cara encendida de alegría. El corazón de Neville se agitó con fuerza en su pecho.

Nunca superaría la sensación de felicidad absoluta que lo golpeaba cuando hacía sonreír a Ginny de esa manera. Quería ver esa sonrisa durante el resto de su vida.

 Quería ver esa sonrisa durante el resto de su vida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
LILY'S BOY Where stories live. Discover now