Capítulo 21

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Las rodillas de Harry apenas lo sostenían cuando empezó a caminar por el pasillo entre las mesas de Gryffindor y Hufflepuff, manteniendo la cabeza baja y la mirada hacia adelante. Los susurros llenaban el pasillo, los ojos sobre él como una presión física contra su piel. Nadie aplaudía.

Dumbledore le instó a pasar por la misma puerta por la que habían pasado los tres campeones, a una pequeña sala lateral. Los tres lo miraron, confundidos.

-Cedric, yo no lo hice-, soltó Harry, hablando por primera vez desde que su nombre salió del Cáliz. -Por favor, tienes que creerme, todos ustedes. Yo no puse mi nombre, yo no lo hice-.

El ceño de Cedric se frunció, pero antes de que pudiera pedir una explicación, la puerta se abrió una vez más, y Ludo Bagman entró a grandes zancadas, radiante. Un frío temor entró en el corazón de Harry cuando el hombre lo presentó como el cuarto campeón de los Tres Magos.

-¡No puedo serlo!-, insistió. -¡Soy demasiado joven, no he puesto mi nombre!-.

-¿Pero es sólo un niño?- dijo Fleur Delacour, con una mirada de desconcierto. -Esto debe ser una especie de broma, ¿no?-.

-¡No es una broma! El nombre de Harry salió del Cáliz, está mágicamente destinado a competir, ¡como el resto de ustedes!- La voz de Bagman era demasiado alegre teniendo en cuenta las circunstancias.

Se oyó un fuerte ruido y la puerta se abrió de golpe. Entraron los tres directores del colegio, seguidos por el señor Crouch, así como los profesores McGonagall y Snape. Harry miró a Snape con expresión de impotencia; el rostro del hombre estaba tenso, y pálido. Nadie parecía contento, excepto Bagman.

Fleur se apresuró inmediatamente a dirigirse a su directora, hablando en un rápido francés, y la alta mujer observó a la multitud reunida con desprecio. -Dumbly-dorr-, dijo finalmente, con voz gélida. -Explícate-.

-No recuerdo nada en el reglamento que diga que el colegio anfitrión puede tener dos campeones-, convino Karkaroff. Dumbledore tenía una expresión de ligera preocupación en el rostro, pero por lo demás parecía bastante imperturbable. Harry lo fulminó con la mirada; ¿era esto culpa suya? .

Los dos directores de los colegios extranjeros siguieron interrogando a Dumbledore, furiosos porque no sólo se había elegido a un segundo campeón de Hogwarts, sino a uno menor de edad. Finalmente, Dumbledore se aclaró la garganta. -Harry, ¿has puesto tu nombre en el Cáliz?-, preguntó, como si simplemente estuviera comentando el tiempo. Harry lo fulminó con la mirada.

-¡No, no lo hice!-.

-¡Obviamente está mintiendo!-.

-¿Le pediste a un alumno mayor que pusiera tu nombre por ti?- Dumbledore continuó, todavía con ese tono frustrantemente tranquilo.

-¡No! No quiero esto. No quiero formar parte del torneo!- insistió Harry. Seguramente tenía que haber una salida.

-¡Bueno, es un poco tarde para eso!- cacareó Bagman, riéndose. -¡El Cáliz de Fuego es un contrato mágico vinculante! Las consecuencias de romperlo son bastante graves-.

-¡Pero yo no entré!- argumentó Harry. -¿Cómo puedo estar obligado en un contrato que no he consentido?-.

-Director, realmente no creo que debamos premiar la... teatralidad de Potter permitiéndole competir-, se mofó Snape. Si Harry no lo supiera ya, se habría enfadado con el hombre. A su lado, McGonagall se retorcía las manos con ansiedad.

-¡Exijo que se me permita volver a presentar los nombres de mis alumnos!- dijo Karkaroff, Maxime asintiendo a su lado.

La discusión continuó, Karkaroff amenazando con irse, y las cosas se fueron a pique cuando Moody entró en la sala. Aunque decía todo lo que Harry estaba pensando -(que alguien estaba haciendo esto para ponerlo en peligro, que tenía que ser alguien poderoso para engañar a la magia del Cáliz)-, irritaba que el hombre fuera la única persona que exteriormente estaba de su lado, y que hablara de tal manera que se descartara inmediatamente como las divagaciones de un viejo auror paranoico.

LILY'S BOY Onde histórias criam vida. Descubra agora