Our Future Together.

Capitulo 1:La llegada de Aaron Johnson.

 6 de Febrero de 2017

Como cada mañana antes de irme a la universidad voy a la cocina por una taza de te.

Sophie aun dormía era muy temprano aun así decidí que antes de irme a la universidad iba a ver un capitulo mas de mi serie favorita.

Una hora después termine de ver el capitulo ya eran las 7 de la mañana y mi primera clase comenzaba a las 8:30, Sophie no tenia mi misma suerte y su primera clase comenzaba a las 8:00 así que me dirigí a su habitación para despertarla.

—Despierta bella durmiente, recuerda que tienes clases a las 8— me senté en la esquina de su cama y le sacudí uno de sus hombros.

—¿ Que hora es?— me pregunto dando un bostezo perezoso.

 —Aunque no lo creas son las 7:15— mentí— me levante un poco tarde —mentí otra  vez.

Cuando Sophie se entere que todavía tiene tiempo me matara.

—Y que haces aquí, lárgate que voy tarde a la uní, tengo que bañarme, maquillarme, vestirme, etc.

Me sentí un poco culpable de que Sophie este tan estresada, pero tenia que cobrarme la que me hizo  ayer.

Mi cama todavía esta húmeda, me tiro un baldé de agua fría sin importarle mi cama.

Sali de la habitación y me fui a la mía.

Después de darme una ducha y cambiarme salí a la sala no me gustaba mucho maquillarme así que opte por ir al natural hoy, llevaba una blusa de manga corta verde, unos pantalones largos negros y unas bota estilo militar, también llevaba el cabello castaño suelto, me gustaba como iba hoy me sentía cómoda y bonita.

No tenia mi autoestima muy alto y ese día me sentía especial al pensar que me veía bonita.

Cuando baje a la sala me encontré con Sophie tenia un espejo de mano y se estaba poniendo un poco de pinta labio, llevaba el pelo recogido en una cola alta que le quedaba muy bien, vestía con una camiseta ajustada una mini falda y unos zapatos de vestir iba muy bonita a ella le encantaba la ropa corta hoy iba un poco mas decente que los otros días.

Apenas eran las 7:45 y Sophie pensaba que iba a perder su primera clase por lo que no me dejo preparar nada para comer antes de irnos dijo que íbamos a comprar algo por el camino a la universidad.

Sophie me quito las llaves de mi coche apenas salimos de casa y se monto en el asiento de piloto dejándome con la boca abierta.

—Sube o te vas caminando— me dijo.

—Te recuerdo que el coche es mío— le dije mientras caminaba para montarme en el asiento de copiloto.

 —Pero yo tengo las llaves—me dijo mientras yo me subía al copiloto.

El camino no fue tan largo llegamos a la universidad en 10 minutos, Sophie aun tenia 5 minutos antes de que comenzara su clase, me dio las llaves de mi coche y camino hacia su casillero para buscar los libros de su próxima clase, yo mientras tanto me dirigía hacia donde se encontraban Carlos y Oscar quienes iban a mi misma clase.

—Hola chicos —los salude mientras me sentaba en el banco que ellos tenían en frente.

Ellos eran como mis hermanos teníamos una amistad muy especial, muchos pensaban que Oscar y yo éramos novios pero la verdad es que el era mi mejor amigo, mi hermano estaba en mis momentos mas difíciles estaba en los buenos y malos momentos que tenia el y Sophie eran los mejores.

Carlos y yo también nos llevábamos como hermanos y era muy especial para mi pero no teníamos la misma amistad que Oscar y yo compartíamos.

—Hola preciosa— me saludo Oscar con una sonrisa adornando sus labios y después añadió—estas hermosa hoy que te hiciste todos los días te ves bien pero hoy tienes algo diferente, debería ponerme celoso para quien te arreglas así— comento con diversión en su voz.

—Hola Emma, como estas —saludo Carlos.

—Estoy bien gracias Carlos por preguntar y no, no me visto así para nadie, solo para mi —les respondí a ambos.

—Ya no la molestes— le regaño Carlos.

—Toma ejemplo de Carlos por Dios Oscar—le dije.

—Saben que con ustedes no se puede hacer una broma.

En ese mismo momento llego Emily la hermana de Isabella y el amor imposible de Carlos, yo siempre eh pensado que a Emily le gusta Carlos, el desde que la conoció cuando ella cumplió los 17 años no a tenido ninguna novia y la mira de una manera muy especial al igual que ella.

Sophie y yo somos las únicas que notamos que ellos se gustan pero ninguno tiene el valor de confesársele al otro, ellos harían muy bonita pareja.

—Hola—saludo Emily.

—Ho-Hola Emily—la saludo Carlos algo nervioso.

Definitivamente ellos se gustaban, tarde o temprano yo misma terminaría diciéndoles a cada uno que se gustan desde que se conocieron ninguno a tenido pareja, no creen que es demasiado extraño, es  que es obvio que ambos se atraen son como polos opuestos que se atraen, y no creo que lo disimulen por mucho tiempo.

Emily se sentó al lado de Carlos y parecía que a el le iba a dar algo estaba hasta sudando.

—Carlos relájate que Emily solo se sentó a tu lado no te va dar un beso ni nada, cálmate—comento Oscar con un tono divertido haciendo que ambos se sonrojaran de la vergüenza, tenia que admitirlo a veces o siempre Oscar era tan idiota.

—Cállate no seas idiota—le dije mientras lo mataba con la mirada.

Oscar no tenia remedio.

—Eh Emily no te gustaría salir con Carlos algún día —dije casi sin pensarlo al parecer Oscar me había pegado su idiotez.

—¿ Quien es la que dice las cosas sin pensar ahora?—pregunto Oscar mientras sonreía.

 —Claro me encantaría, si Carlos esta de acuerdo claro— contesto Emily dejando a Oscar y a Carlos con la boca abierta yo sabia que Carlos le gustaba sabia que no eran cosas mías.

—E-Eh claro que estoy de acuerdo, podemos salir cuando gustes—respondió Carlos, si que se ponía nervioso cuando Emily estaba cerca.

Ya era hora de entran a nuestra primera clase, Emily mientras se dirigía a su casilla para buscar sus libros al igual que nosotros.

El tiempo paso muy rápido algo que doy gracias porque esta clase no me gustaba para nada, matemáticas no me gustaba tanto como desearía.

Solo nos quedaba una clase mas para irnos y como si el destino estuviese de nuestro lado los profesores y los directores acordaron que nos despacharían. 

Todos se dirigieron a sus departamentos, Sophie y yo hicimos lo mismo esta vez yo era la que conducía.

Cuando llegamos a casa ambas nos quedamos inmóvil contemplando la obra de arte que se estaba mudando al lado de nuestra casa.

Un chico alto, guapo, musculoso, vestía de completamente de negro llevaba una  camiseta, unos vaqueros ajustados y unas botas de militar, también llevaba una chaqueta de cuero que hacia que sus músculos no se notaran tantos pero se veía que tenia y que practicaba algún deporte o iba al gimnasio.

Parecía sacado de un libro de uno de esos en los que describen a los chicos con una belleza sobrenatural.