La sudiste et le voleur [Rogue x Gambit]

Arms of a stranger |11|

Arms of a stranger/Bras d'un inconnu/Brazos de un extraño

De Rogue en los brazos de un extraño.

Trato de reconfortarme a mí misma con el aire frío de Nueva York, Central Park incluso parece vacío a esta hora. Hay truenos en el cielo y mi celular no deja de vibrar con las llamadas de Wanda y Logan.

Una parte de mi quiere echarse a llorar ahí mismo, pero otra parte, la que ahora ha sido alimentada por los Unicamy Avengers, parece regocijarse de que el sufrimiento acabe.

El sonido a mis espaldas me pone alerta, siento la pequeña esperanza de que sea Gambito, pero, aunque los pasos son confiados, son más pesados y largos.

Pensar en él me desconcierta lo suficiente como para que la sombra tome forma entre los árboles.

—¿Ya has terminado con la escena dramática de tener pena por ti misma bajo una única luz como si fuera relevante para la trama? —pregunta.

—Quiero estar sola, Wilson.

Él lleva su mano hacia su corazón soltando un sonido de queja.

—¿Qué pasó con nuestra confianza, dulzura? Para ti soy Deadpool o Papipool si llegas a preferir esos fetiches —mueve las cejas sugestivamente—. Parece que el gruñón de James te está pegando las pulgas. Tienes que dejar de escucharlo tanto, ya sé que se supone que es como tu padre y así, pero enserio no creo que sea una buena influencia para ti.

Su personalidad descarada y burlona es algo a lo que he llegado a acostumbrarme, no teníamos personas como él en la Mansión X, pero el nuevo complejo de los Vengadores es muy distinto. Aun así, él no puede comportarse ni en las peores situaciones.

—Vete— digo—, por favor.

—¡Oh! La clásica educación sureña. Me pareces adorable, sabes que eres uno de mi crush más grandes, Rogue. No entiendo como alguien es capaz de dejarte.

Deadpool no entiende, porque le gusta ser quien es y no lastima con solo rozar la piel de alguien. Yo sé que persigo un viejo amor, pero no sé con quien más sentirme amada. Gambito no me dio nada real, sin importar cuanto di yo, no fue suficiente.

Creí sus mentiras cuando dijo que me amaba y ahora quiero poder dejar de aferrarme a él, pero no conozco a nadie más.

Gambito no me amó, lo sé, pero por lo menos su amistad debía contar para algo, porque recuerdo que detenía mis caídas y me escuchaba tan honestamente que me sorprende que no vuelva incluso para comprobar que estoy bien.

Dijo que lo haría, pero llevo horas aquí, esperando una disculpa.

—Somos amigos.

—Claro, pero no está aquí. Supongo que le creíste cuando dijo que vendría, no te culpo, es el acento que tiene. De hecho, eso debe hacer maravillas en la ca...

Me lanzo hacia él. Detengo mi puño justo a tiempo para evitar arrepentirme, pero sujeto con fuerza su suéter y la capucha cae hacia atrás, revelando su rostro.

—¿Punto débil? —pregunta con inocencia—. Está bien, yo sé que el Cap no es fan de las peleas, pero puedes golpearme si te hace sentir mejor, dulzura.

Tengo la imagen clara en mi mente: mi mano aplastando su cara como si fuera mi enemigo, un buen desquite por la vía acostumbrada.

La tentación me gana cuando se escuchan otros pasos a mis espaldas: cortos, ligeros y confiados.

Deadpool desvía la mirada levemente y sonríe hacia mí, confirmándolo. Gambito sí que ha venido por las piezas rotas.

Impulsivamente, beso a Wade.

A mi mente viene el recuerdo de Gambito sobre Mystique, los balbuceos de ambos como si pudieran seguir engañándome.

Hay un sonido, un jalón de energía que reconozco como los poderes del ladrón al cargar las cartas, pero me presiono más contra el cuerpo de Deadpool y pronto el ruido ha desaparecido.

Siento la satisfacción de estar en brazos de un extraño, lejos de Gambito.

Me separo, preparada para evitar que Wade se estrelle contra el piso por mis poderes, pero él parece fresco.

—Así que es verdad que las sureñas besan mejor. Te lo digo de una Rogue, ahora tenemos que casarnos— dice sonriendo— ¿Escuchaste Spidey? ¡Me voy a casar! ¡Hora de actuar celosamente y pelear por mi cuerpo!

De alguna manera, no puedo evitar reír.